Capítulo 38.- Ambos eran uno.

88 8 2
                                    

*NARRA JUSTIN*

"Pues creo que ya esta todo" Mikel metió una caja llena de cosas de la oficina en la parte trasera de una vieja pick-up.

"Os habéis vuelto a precipitar con iros a Atlanta" Jaxon estaba apoyado en la camioneta.

"Por una vez pienso igual que mi hermano" lo miro divertido.

"Será lo mejor por Derek y los suyos, si la mitad de nuestra banda desaparece no tomarán replesarias... o al menos no tantas" suspiró Josh.

"Ellos no son problema para nosotros"protesto Jaxon.

"o almenos cuando estemos todos juntos" dije yo siendo realista.

"Deberíais venir"

Yo reí irónico ante la respuesta de Mikel.

"Deberíamos" ni loco pensaba alejarme de Esperanza.

Mi hermano también río asintiendo.

"Sois dos cursis enamorados" Bromeó Mikel.

"Dejalos, eso los hace mejor personas, no como tu que estas amargado" Josh se metió con Mikel en broma.

"Tu si que estas amargado" refunfuñó Mikel.

"Bueno chicos" mi hermano se incorporó y se puso a mi lado "O salís ya o vais a tardar más de lo previsto en llegar" sentí un raro pinchazo en la garganta. Supongo que después de todo son la única familia que tengo y los quiero como cual.

"Supongo que llevas razón" dijo Josh acercandose a nosotros para despedirnos.

Le dio un fuerte abrazo a Jaxon y después de el, a mí. "Bieber, cuida a tu chica con tu vida" me dijo al oido en mitad de nuestro abrazo, y yo solo se lo pude agradecer rodeándole con más fuerza.

"Te quiero bro" dije al retirarnos.

"Joder y yo a ti tío" respondió.

A continuación Mikel se me acercó y prácticamente volví a vivir la misma escena pero sin decir nada. Cuando nos retiramos me miró de la manera que solo el sabe y yo ya sabía todo lo que el quería que yo supiera.

Josh y Mikel se montaron en la camioneta y la pusieron en marcha "Tened cuidado, y si necesitais algo solo tenéis que llamarnos" dijo Mikel con la cabeza fuera de la ventanilla del asiento del conductor.

"Sabéis aue también podéis contar con nosotros" dijo Jaxon levantando la mano para despedirse.

Yo hice lo mismo que el.

La camioneta finalmente aceleró y nos quedamos solos, mi hermano y yo. En aquel polígono industrial donde se encontraba nuestra 'oficina' o la nave que pretendíamos que fuera nuestra oficina...

Mi hermano y yo solos, como en los viejos tiempos.

[...]

*NARRA ESPERANZA*

Cuando mamá se fué me senté en el salón, con el ordenador y con una gran taza de té en la mano.

El día parecía haberse nublado de manera extraña.

No pude evitar que una leve sonrisa se formara en la comisura de mis labios cuando recordé la charla con mi madre en ese mismo salón minutos antes.

Everythings Gonna Be AlrightDonde viven las historias. Descúbrelo ahora