Capítulo 2.- Ey, estas sorda o que?

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Eran las 7 y mi despertador sonó con "Wreking Ball" de Miley Cyrus.

Me levanté y arrastrando los pies y fuí en dirección al pasillo para despertar a mis padres o sino llegarían tarde.

Como cualquier otro día me dí una ducha para recuperarme del sueño que aún tenía y sin saber que ponerme, terminé por elegir unos jeans azules, un chaleco grande color mostaza y un pañuelo gordo color gris para proteger mi garganta del frío.

Para los pies opté por unas Airmax Blancas.

Me peiné con un moño desordenado y eché mano a mi bolsa de las pinturas. Expandí corrector por mis ojeras y algunas imperfecciones. Luego con algo de paciencia conseguí pintarme un par de finas líneas de eye-liner por la parte inferior de los parpados. Y me apliqué rimel.

Cogí la mochila y me bajé lista para desayunar. Hoy me iría andando a clase así que, debía salir antes.

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Ya de camino a clase, visualicé a lo lejos un coche muy parecido al de Justin. Dudo que sea el suyo. No íbamos a coincidir en todas partes, las casualidades no existen, y bastante casualidad fué ya que anoche estuviera ahí para salvarme.

¿Quié

Una voz interrumpió mis pensamientos.

"Ey ¿estas sorda o que?" Cuando me giré vi a Carly, que tomaba el mismo camino que yo al instituto.

"Perdón, voy pensado en mis cosas..."

"Ya veo, ya.... te llevo llamando un rato" dijo con humor "por cierto, gracias por venir ayer"

"Gracias a ti por invitarme" dije sin muchas ganas.

"__, que te pasa?" Hablo Carly con voz preocupada.

Aunque ella no fuera mi mejor amiga, me conocía como si lo fuese. Llevábamos juntas desde los 2 años, y ella estaba en nuestro grupo de amigas íntimas.

"Nada, supongo que voy dormida aún" dije con una sonrisa dormilona en la cara.

"¿Estas segura?" Insistió.

"Lo estoy" no le quería contar a nadie aún que el nuevo me había defendido. Lo más seguro es que mis amigas y mi hermano se preocuparan por Justin, y mis padres no me dejarían volver a salir de noche por lo de los tipos esos.

"Esta bien" dijo ella asintiendo.

El corto camino que nos quedaba lo hicimos en silencio. Era un silencio cómodo que ninguna de las dos rompimos en ningún momento.

Ese día no ví a Justin en los pasillos, ni en ninguna clase que tenemos los dos en común.

Una parte de mí estaba disgustada por no verlo allí, pero otra se alivio por no tener que darle las gracias hoy.

Paso la mañana y todo fué como siempre, excepto por las notas de dos exámenes suspensos a última hora.

Me hundí cuando me los dijeron.

Unos de mis mayores defectos es que cuando hago algo, lo tengo que hacer casi perfecto, y cuando suspendo exámenes lo paso fatal. Por eso siempre suelo sacar buenas notas.

Siento que no lo he hecho bien, que no sirvo ni para sacar un simple 5 en un examen. Y si mi única misión en la vida es llegar a tener una carrera con buenas notas, y fallaba en eso, para que servía?

Para nada. Era basura.

Todas las chicas por muy malas notas que sacaran tenían algo para hacer o alguien que las comprendiera al menos cuando lo pasaban mal.

Yo no. Solo tenía a mis amigas que me daban ánimos para seguir, solo ánimos... y a mi familia que siempre me exige mucho mas, cuanto mas les doy, mas me piden. No necesito eso. Necesito alguien que me entienda y que aún sabiendo que es difícil lo que me estoy proponiendo, me apoye. y nadie me daba eso.

Me fui corriendo del instituto sin despedirme. Conteniendo las lágrimas por mi propio maltrato psicológico.

Cuando llegue a mi casa que estaba sola, me encerré corriendo en mi habitación y eche el pestillo. Olvidándome del mundo, cogí una hoja de cuchilla que tenía guardada en un cajón, me remangué y sin poder evitarlo empecé a cortar mis brazos para que el dolor que tenía dentro, se convirtiera en dolor físico.

Cuando ya tenía varias heridas me di cuenta de que tenía que parar.

Lo que yo hacía no estaba bien, pero así, me conseguía olvidar de mis problemas.

Me pase la tarde en mi cuarto encerrada y llorando, pero el cansancio me pudo y me terminé quedando dormida.

Llamaron a mi puerta, lo que hizo que me despertara. "___ abre la puerta! Me estas asustando!" La voz de mi madre se escuchaba del otro lado de la puerta.

Me puse una sudadera de mangas largas para que no me viera las heridas de los brazos.

"Dime mama"abrí la puerta.

"¿Que hacías que no abrías la puerta?"Hablo con voz irritante "llevas toda la tarde hay encerrada sin salir para nada"

"Estaba durmiendo, solo estaba cansada, no te preocupes" hable con serenidad.

"Esta bien, baja a cenar"

"No tengo hambre, me voy a quedar aquí terminando algunas cosas" puse una falsa sonrisa.

"Como quieras, estaré abajo si lo necesitas"

"Gracias mama, buenas noches" dije dándole un beso.

"Que descanses cariño. Te quiero, lo sabes verdad?" Ella sonreía.

"Lose, y yo también te quiero" yo también le respondí con una sonrisa.

Ella feliz se dio media vuelta y se encaminó hacia la planta baja. Yo me volví a encerrar en mi habitación.

Decidí tomar una ducha, así que cogí un pantalón de chándal y una camiseta de los cajones y me metí a relajarme en la ducha.

Mientras me caía el agua caliente por la espalda , me vi las marcas que la cuchilla me había dejado, y me daba vergüenza a mi misma haber sido capaz de volverme a cortar.

Pero no se por que, me daba la impresión que, hacerme eso me quitaba problemas, y era todo lo contrario. Me daba más problemas aún.

Depués de salir de la ducha me vestí y decidí que lo mejor sería curarme las herídas.

Cogí mi botiquín de primeros auxilios que tenía en el baño y me desinfecté los cortes vendándomelos mas tarde.

Terminando de recoger todo me volví a la cama y me intenté volver a dormir, pero tarde bastante en hacerlo.

Everythings Gonna Be AlrightDonde viven las historias. Descúbrelo ahora