Everythings Gonna Be Alright

Capítulo 25.- La amo.

"¿Cómo has llegado hasta el apartamento?" preguntó Jaxon llegando ya al lugar donde le había pedido que me llevara.

"Andando"respondí encogiendome de hombros.

"¿Tu también vives en la zona nueva de bloques?" así llamaba la gente a la parte de la ciudad donde Justin vivía.

"No, vivo cerca del instituto"

"¡¿Y has llegado andando desde allí?!" dijo muy sorprendido por lo lejos que esta.

"No me quedaba otra" dije suspirando.

"Valla realmente le quieres" asintió levemente como si fuese para el mismo y paró el coche.

Esta había sido toda la conversación que habíamos tenido en el trayecto aparte de mis indicaciones para llegar hasta el lugar, pero no me había sentido incomoda en ningún momento. Estoy tan preocupada por Justin que no tengo tiempo ni para eso.

"Puedes bajar de coche, hemos llegado" dijo simpático "Quieres que te acompañe?"

"No, esta bien.  Gracias por traerme" dije regalandole una sonrisa desganada.

"Como quieras, si necesitas algo llámame y estaré aqui en un minuto" antes nos cambiamos los teléfonos por si sabíamos algo alguno de los dos sobre Justin.

"Lo haré, gracias" abrí la puerta del lujoso coche y bajé de el.

"No las tienes que dar" dijo antes de que yo cerrara la puerta y el volviera a arrancar el motor para irse.

Si Justin esta solo, lo más probable es que esté en la colina, y ahí estaba yo para comprobarlo.

El ancho camino que había antes de llegar a donde solíamos ir estaba oscuro,  y con el frío que hacía ahora que ya eran casi las once, no se escuchaba a ningún tipo de especie que pudiera habitar por allí.

Antes de comenzar a andar miré a mi alrededor y pude contemplar el coche de Justin aparcado.

Así que en el más absoluto silencio y con no más luz de la que me proporcionaba la luna llena, me adentré en ese sendero.

El frío me calaba hasta los huesos pero ya no había vuelta atrás, pensé que si corría hasta llegar a la pradera entraría un poco en calor y llegaría antes.

Así que empecé a correr.

El camino era más corto de lo que recordaba y en breve llegué a la pradera.

Me paré en seco cuando vi a Justin sentado en la hierba y mirando a el acantilado.

*Narra Justin*

Llevaba toda la tarde sentado en el prado de la colina donde ya había estado un par de veces con Esperanza.

Su mirada de puro terror cuando me vió hecho un animal y dándole a su amigo lo que merecía me partió el corazón.

De repente escuché los pasos de alguien andar entre las hojas secas y las ramas que había en suelo.

Me giré para ver de quien se trataba y para mi sorpresa mis ojos se toparon con ella.

Toda la alegría que sentí se vió se ahogada tras recordar que lo más seguro es que me odie. Así que sin mostrar ningún sentimiento me volví a girar para volver a dirigir mi mirada a donde estaba antes.

Esperanza cada vez se acercaba más a mi espalda y cuando llegó a mi lado, aunque dudosa se sentó.

Pasaron casi cinco minutos y ninguno dijo ni una palabra, solo oía nuestras respiraciones.