The Narnian Runes of the Wolf | Las Crónicas de Narnia [Edmund]

-𝐈. 𝐋𝐚 𝐝𝐞𝐬𝐩𝐞𝐝𝐢𝐝𝐚

19-11-1940

Adam Brooks

Una bomba nos despierta, estamos siendo atacados.

Me levanto de la cama y corro a buscar a Halsey, ella es como mi hermana pequeña, aunque realmente no de sangre.
Ayudo a su padre David Harris Price con su trabajo a mi corta edad de catorce años, se preguntaran porqué, pues mis padres murieron en un accidente automovilístico hace ya dos años, David y Sarah, los padres de Hall me ayudaron mucho cuando pasó, ya que eran muy cercanos a mis padres y desde ahí he vivido con ellos.

Hace un año aproximadamente comenzó la llamada segunda guerra mundial y debido a eso sufrimos constantes bombardeos.

¿Un asco verdad?

—Vamos ojitos lindos, hay que salir de aquí —intento despertarla lo más tranquilo que puedo, debido a que en cualquier momento podríamos morir, ella abre los ojos permitiéndome ver ese color azul intenso.

La sacó de entre las sábanas y la llevo con Sarah.

—¿Y David? —pregunta con preocupación.

—Esta dentro buscando algunas cosas, iré a buscarle, vosotras entrad en el refugio -Suelto las palabras rápidamente y vuelvo a entrar en la casa mientras escucho a Sarah gritar que me cuide y logro responder un vago —"Siempre lo hago".

Me dirigí directamente a su habitación, pero no se encontraba allí. Voy al salón, a la cocina y tampoco está.

¡¿Pero qué es tan importante para buscarlo exactamente ahora?!

Voy corriendo al patio y alguien me toma del brazo con un poco brusco, me doy vuelta y ahí estaba.

—¡Papá! ¿Sabes el susto que nos has dado a todos? —digo casi gritando.

—Sí, y lo siento —me dice cogiéndome la mano —. ¿No crees que sería mejor seguir discutiendo en el refugio? —responde sonriendo.

Aun después de tantas veces que pasamos por esto sigo sin entender porque siempre logra estar tan tranquilo, aun así, lo aprecio demasiado, tranquiliza un poco nuestros pensamientos. Suelto una risa.

En ese mismo instante una bomba cae en la casa de enfrente. Ambos salimos corriendo hacia el refugio, entramos, y nos sentamos en la cama para leerle un cuento de fantasía a la pequeña Hall

—Bueno Halsey, ¿qué cuento quieres que te contemos hoy? —le pregunta David sonriendo.

—Ya sabes cual quiero papi —responde tumbándose en la pequeña cama mientras sonríe logrando que se marquen dos pequeños hoyuelos en sus mejillas.

—Deberías empezar a cambiar de cuento enana —digo riendo—. Creo que ya puedo hasta contarlo estando dormido —a lo que ella respondió sacando su lengua mientras reía.

—No soy enana, enano —dijo fingiendo estar ofendida, a lo que yo simplemente conteste con un simple "Un enano muy lindo querrás decir".

—En tus sueños Ad —sonrió de lado —.Comienza pa —insistió.

—Había una vez, un sitio muy lejano, al que solo se podía pasar por una puerta mágica, donde se encontraba un gran León y un fuerte Lobo que protegía cada rincón de esas tierras... —empezó.

Dos años más tarde

24-02-1942

Halsey

Estoy en este momento en la estación de tren despidiéndome de mi madre.

Mi padre fue a la guerra hace un año y lo extraño demasiado, mi madre quiere que vaya a la casa de mi abuelo Kirke, no me gusta la idea de dejarla sola en casa pero ella es muy insistente en mi protección, a Adam no lo veo hace ya seis meses, fue con unos tíos, aunque yo no creo completamente esa historia, hace cuatro meses no contesta mis cartas y mi madre para no preocuparme me dijo que está ocupado y eso no me tranquiliza para nada.