The Narnian Runes of the Wolf | Las Crónicas de Narnia [Edmund]

𝐄𝐏𝐈𝐋𝐎𝐆𝐎

Los años habían pasado desde la coronación y con ellos muchas cosas habían cambiado, todos habíamos crecido y madurado. Lucy había pasado de ser una pequeña y tierna niña a una mujer muy hermosa y con esa dulzura que la caracteriza, intacta.

Edmund, uno de los mayores cambios se lo llevaba él. Se había convertido en todo un hombre maduro y justo, todo lo contrario, a cuando éramos niños. Ahora era un gran Rey y el mejor espadachín de Narnia.

Susan se a convertido completamente en una maravillosa Reina benévola, el afecto hacia sus súbditos y su inigualable belleza provocaba que miles de cartas llegasen al castillo pidiendo su mano. Peter, el gran Rey en el que se convertido me enorgullece muchísimo, ha cometido sus errores claro que sí, pero ha aprendido de ellos y eso es una muestra mas de su enorme vocación como buen Rey.

Adam, mi querido hermanito, su cambio tanto físico como psicológico es algo notable, un excelente espadachín, la mano derecha de Peter dirigiendo tropas y ganando batallas. Con Travis a su lado, por supuesto. El pelirrojo se había ganado el titulo de mejor arquero de Narnia, y su parte tritón fue de gran ayuda en las batallas con equipos de batalla sobre el agua, seguía manteniendo su característico humor.

Yo, por mi parte también cambié. Ya no soy una niña inexperta, e avanzado mucho con mis poderes logrando manejarlos a la perfección, practicando sin descanso en la lucha cuerpo a cuerpo y con mis dagas. Podríamos decir que no puedo parar hasta conseguir lo que deseo.

He aprendido más sobre las Lehias en mi cuerpo y la profecía.

El sonido de los caballos galopando detrás de aquel ciervo blanco retumbaban por todo el bosque, había aprendido por suerte a manejar mis poderes durante estos años así que mis oídos se adaptaban para que no resultase incómodo. Según la leyenda quien lograse atrapar el ciervo obtendrá mucha suerte.

—Al diablo —susurré —. Llegó el momento White -murmuré para mi caballo, aun recuerdo el día que Edmund me lo dió.

Éste el entender lo que iba a pasar relinchó.

—Por supuesto majestad —tomé impulso y mis ojos se volvieron azules mientras saltaba del caballo para convertirme en un lobo blanco. Corrí detrás del ciervo logrando sobrepasar a Edmund y a Adam mientras reía.

—¡Oye! ¡Eso es trampa!

—¡No seas envidioso hermanito!

Estaba apunto de atrapar al ciervo cuando noté que frenaban el paso y regresaban un poco así que fui detrás de ellos por si había ocurrido algo. Volví a mi forma humana rápidamente y con mi mano derecha peine mi cabello ahora blanco hacia un lado.

—El ciervo se escapa chicos —agregué mientras veía en dirección al bosque usando mis sentidos de lobo.

—Vamos Ed —insistió Susan.

—Estoy recuperando el aliento.

—¡Así se nos va a ir! —se quejó Lucy.

—¿Qué fue lo que dijo? —preguntó Travis divertido.

—"Esperen en el castillo, yo agarraré al ciervo" —complete imitando su grave voz, todos rieron.

—Esperen... ¿Qué es esto? —Peter bajó del caballo con confusión, dirigí mi vista hacia donde miraba y pude entender la duda en su rostro.

—Me parece conocido... —hablé.

—Como de un sueño...—agregó Adam.

—O un sueño de un sueño —finalizó Lucy acercándose más, luego giro rápidamente hacia mi y murmuró.