Todo por un amor

[04]. Inaceptable.

Esto no podía estar pasando. En el instituto iban a hacer un campamento. Por lo que parecía, los de preparatoria lo hacen todos los años, y no era obligatorio ir, pero los que no fueran, tenían que asistir a clase normalmente. Siempre hacían reuniones con los padres para que supieran de verdad lo que pasaba, y así por lo menos los alumnos no contaban lo que querían a sus padres. Yo la verdad no sé si quería ir. Pero claro, quienes iban a tomar la decisión final eran mis padres, así que no me quedaría más remedio que resignarme ante su decisión.

Por una parte, deseaba ir a ese campamento, pero por otro sabía que si iba, perdería algunas clases importantes que a estas alturas para mí, era inaceptable perderlas. Solo tenía la esperanza de que podría hablar con mis padres para que me dejaran quedarme, así por lo menos podría estar tranquila en las clases, resolviendo las dudas que me quedaban. Lo que no sabía era que si hacía eso, no iba a poder estar nada tranquila. Ni siquiera durante las clases.

El estúpido de Matt había dicho a mi querido hermano que él no tenía intención de ir al campamento, que prefería estar estudiando esa semana, y que de esta manera no tendría tantas distracciones. No me cabía la menor duda de que en realidad lo hacía para comprobar si yo tampoco iba al campamento, y en un primer momento estuve a punto de decir que quería ir ¡, en vez de quedarme aquí. Menos mal que ese impulso le conseguí reprimir, porque si no sabía perfectamente que serían muy capaces de darme el permiso para ir.

Lo más probable es que mi hermano tampoco vaya, pero en estos temas he aprendido que es mejor no pensar ni una cosa ni otra, así me evitaba las sorpresas. Aún así, siempre me llevo alguna sorpresa, y muchas de ellas no son precisamente de las buenas. No creo que todo parezca tan sencillo como es. Más de una vez nuestros padres nos sorprendían dándonos noticias que ni siquiera nos esperábamos, como mandarnos unos cuantos días con una tía que no nos cae para nada bien. Pero aún así teníamos que soportarla, como si nos fuera la vida en ello.

Y por supuesto, tampoco hay que llevarles la contraria cuando ya han tomado la decisión, debido a que ya hemos comprobado varias veces que al final lo teníamos que hacer igualmente, pero peor. O directamente nos mandaban hacer la cosa contraria, y nunca sabíamos lo que era hasta varios días después. Y debían de tardar tanto porque eran tareas muy elaboradas.

Yo no creía que Matt se quedara, pero como todo podía pasar, hasta que no se vieran las listas de los que iban, no se sabía nada. Solo esperaba que estuviera mintiendo y se fuera al campamento, por lo menos así me dejaría en paz durante unos cuantos días. Lo que menos quería era encontrármele en las clases, sobre todo porque íbamos a ser menos en las aulas, así que era menos sencillo evitarle. Sobre todo porque los profesores nos pondrían juntos en clase para realizar los trabajos, tareas y demás cosas.

En mi fuero interno, deseaba que eso pasara, pero mi orgullo es muy grande, y no lo quería admitir. Pero también era porque me encontraba muy confundida. Lo que no sabía era si lo deseaba porque me agradaba su compañía durante el rato que nos encontrábamos haciendo las cosas de clase, o porque en realidad lo que pasa es que me gusta. No, no puede ser que me guste. Él no.

<Si te gusta> - me dijo mi conciencia

¡No me gusta! Es imposible que sea eso, sobre todo debido a que es una persona a la que nunca la he tenido ni el más mínimo aprecio. Siempre nos hemos odiado, muchas veces hasta nos hemos dicho lo que pensábamos el uno del otro, y realmente eran cosas no muy agradables, la verdad.

Lamentablemente, al ser amigo de mi hermano, pasaba bastante tiempo en casa, y no me quedaba más remedio que aguantarle, aunque no me gustara la idea de verle cada vez que se encontraba en casa. Lo intentaba evitar cada vez que podía, haciendo él lo mismo.