Todo me daba vueltas. Por lo que veo he podido coger la gripe, porque no tengo fuerzas ni para levantarme de la cama. Todo es muy confuso porque en ningún momento he hecho o he estado en algún sitio como para coger ahora mismo la gripe, y además en fin de semana, cuando lo que más quería era salir. Por fin habíamos terminado los trabajos, y estos dos días eran de disfrutar de no tener que preocuparme por tener una serie de tareas por realizar y sin ningún estrés. Pero era lo que me tocaba, así que no me quedaba más remedio que aguantarme. Y sobre todo a mis padres, que no me podían dejar tranquila ni un solo minuto. Lo único que hacían era preguntarme cada cinco minutos si me encontraba bien o quería algo, como si no fuera a avisarles si lo necesitara. Lo único que estaban consiguiendo es que me agobiara. Sabía que lo único que estaban haciendo era preocuparse por mí, pero muchas veces se pasaban.
En cambio, mi hermano era todo lo contrario. Se preocupaba por mí, pero no se encontraba todo el día detrás mío. La verdad es que cuando se quedaba conmigo era todo un encanto, debido a que no quería que yo hiciera nada, por lo menos hasta que se me quitara del todo. Por las noches se quedaba viendo películas conmigo, aunque muchas veces se quedara dormido. Pero el detalle es lo que cuenta, así que no me preocupa. Lo malo es que no he visto todavía a mis amigos, y puedo intuir que es muy probable que hasta dentro de unos días no se pasarán a visitarme, no querrán que les contagie.
- Hola de nuevo, hermanita. ¿Te encuentras mejor?
- Sí, algo sí. ¿Te quedarás conmigo esta noche para ver alguna película?
- Por supuesto, pero va a tener que ser algo más tarde. He quedado con los chicos hasta las 10.00 p.m., pero para esa hora ya estaré aquí
- Vale. Por cierto, dales recuerdos de mi parte a los chicos. Y pregúntales que cuando vendrán a hacerme una visita.
- Eso haré, no te preocupes. Besitos, y no empieces a ver la película sin mí
- Lo que usted diga, mi capitán - dije con burla
- Ja ja, que graciosa. Hasta luego.
Todavía no era capaz de entender cómo podía tener un hermano como él. Pero por lo menos se que le quiero y que no le cambiaría por nada del mundo. Lo que también sabía era que ahora mismo me iba a aburrir a más no poder. Estaré toda la tarde sin hacer nada, porque no me puedo levantar de la cama, y además no me han dejado nada de comida. Son tan encantadores que se les ha olvidado hasta eso. Lo que haré será en cuanto tenga hambre, bajar a por algo de comida.
Y tengo hambre ahora, así que bajaré a la cocina. Solo espero que ya haya algo preparado, y solo sea calentarlo. Y justo cuando ya estaba saliendo de la habitación, entró otra vez mi hermano a casa. Lo más gracioso, su cara, que por lo visto no estaba muy de acuerdo con que hubiera salido de la habitación. Y acerté.
- ¿Qué haces levantada? – me preguntó con enfado
- Quiero comer. Y no me habeis dejado nada en la habitación. ¿Y si tenía hambre, qué?
- Vale, lo siento – y lo dice con cara de cachorro – no me di cuenta
- Serás.
- ¿Te lo llevo ahora a la habitación antes de que me vaya?
- Por supuesto. Y que sea algo rico
- Vaale – dijo al fin con resignación
Tras cinco minutos esperando, entró a mi habitación. Y con palomitas, una de mis comidas favoritas. Solo espero que las haya hecho bien, porque se veía que tenía prisa.
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Todo por un amor
Fanfiction¿Serías capaz de querer a una persona que has ignorado por tanto tiempo? ¿Y si se hiciera realidad? Eso es lo que la pasará a Sara, una chica de 16 años, que acaba de empezar la preparatoria. ¿Y él ignorado? Matt, de 16 años ¿Serán capaces de supera...