Right Place, Right Time [Harry Styles » Español]

No Control

Creo que debí de haberme quedado boquiabierta y solo estaba ahí, con la mirada fija en él.

— ¿Harry?

— ¿Puedo pasar? —preguntó—. Me acaban de acorralar unas fans.

Aturdida, abrí la puerta y entró a la área del personal. Los demás estaban ocupados atendiendo en recepción o en la zona de juegos, así que éramos solo nosotros dos, y tras cerrar la puerta, me volví y me lo quedé mirando. Harry Styles estaba a treinta centímetros de distancia de mí. El famoso, guapísimo, encantador, aunque con apariencia algo agobiada, Harry Styles.

— ¿Te encuentras bien? —le pregunté.

—La verdad es que no —respondió—. Estoy acostumbrado a grandes masas de chicas gritando, y a tener que esforzarme para escapar de la multitud, pero eso ha sido terrible. Esas chicas ahí fuera están histéricas. Creía que me iban a hacer trizas o que me aplastarían hasta morir. Alguien incluso me ha arrancado un mechón de pelo. Ha sido una locura.

Me mostró sus temblorosas manos. —Fíjate, todavía estoy temblando. Madre mía.

—Pero ¿qué estás haciendo en el centro comercial? —le pregunté. Me era difícil articular las palabras, estar hablando con Harry Styles me había dejado atónita.

—Niall y yo queríamos comprar algunos decorados para la fiesta de uno de nuestro equipo que hoy cumple 40 años. Así que, como unos tontos, decidimos acercarnos y comprar las cosas en el Bazar. Pensamos que llegaríamos y nos marcharíamos tan rápido que no habría alboroto alguno, pero en el momento que nos encontraron, la gente se exaltó. En un instante todo se descontroló. Intentamos alejarnos pero yo me separé demasiado de Niall y nuestros guardaespaldas, y casi acabo pisoteado.

Se paseaba de un lado para otro mientras hablaba, pasándose los dedos por el cabello.

—Conseguí escapar de la multitud metiéndome por ese callejón de fuera, pero lo que pensé que era una puerta de salida resultó ser el almacén de la limpieza, así que me he quedado ahí entre fregonas y cubos, deseando que el pánico se hubiera calmado y preguntándome qué demonios hacer. Al final me he atrevido a salir y es entonces cuando te he visto entrar aquí.

No me lo podía creer, por una vez en la vida había estado en el lugar correcto en el momento indicado. Y ahora, aquí estábamos: Harry Styles y yo parados en el área de personal autorizado de El Bosque Encantado. Harry tan atractivo como siempre, si bien un poco agotado; yo vestida como un elfo demente y, lo más probable, luciendo completamente pasmada.

—Para rematar, he perdido mi teléfono —continuó Harry—. Me lo han tirado de las manos y seguramente ha sido destrozado en cientos de trocitos.

Se pasó la mano por el mentón mientras hablaba. —Preston, mi guardaespaldas, estará ahí fuera volviéndose loco porque he desaparecido y ni siquiera puedo llamarlo.

—Toma —dije, rebuscando mi móvil en el bolsillo de mis pantalones cortos—, puedes usar el mío.

De acuerdo, me dije a mí misma, si quieres ser de ayuda tienes que dejar de pensar en él como la famosa estrella del pop por la que has estado babeando cuatro años seguidos y solo enfrentarlo como un chico normal que está en un pequeño problema.

—Gracias, pero no tengo ni idea de cuál es su número sin consultarlo —dijo con aspecto abatido.

—Estás en un aprieto entonces —respondí.

—Esa es una forma de decirlo —dijo frotándose la barbilla.

—Está bien, tiene que haber una solución —dije, tratando de sopesar todas las opciones—. ¿Hay alguien cuyo número te sepas de memoria que tenga el número de Preston? ¿Qué hay de los otros chicos de la banda? ¿Y Niall?