Capitulo VI

685 77 25
                                        

Recuerdo que cuando era niño me perdí en el centro de la ciudad, estaba junto a mi mamá y de un momento a otro ya no estaba, recuerdo sentir como las miradas se ponían en mi sin ninguna intención de ayudarme mientras yo lloraba en el suelo.

Así me siento ahora, indefenso y con una mirada sobre mi. Salvo que ahora no se quien o que me esta observando. Me apresuro a responder.

-No se quien eres, pero hay un policía en la casa y es mejor que te vayas ahora.. - me veo interrumpido por la misma voz femenina, que es un poco seria y a la vez extraña.

-¿Policía? Oh cierto, el hombre que te hace dudar sobre ciertas cosas - ríe con un tono malévolo - el esta ahí afuera aun buscando lo que sea que crea que hay en la casa, ten por seguro que no nos interrumpirá.

¿Como sabe todo eso? Empiezo a desesperarme por estar aquí con...ella, y también a preocuparme por Samuel.

-¡Samuel! ¡Papá! ¡Alguien por favor! - grito lo mas fuerte que puedo tratando de buscar ayuda alguna, me acerco a la puerta e intento abrirla pero fallo en el acto, así que empiezo a darle golpes a ver si atraigo la atención de alguien.

-Tranquilo Guillermo, tampoco podrán oírte - dice con tono burlón, y puedo jurar que escuche aquello justo detrás de mi, doy media vuelta pero sigo sin ver a nadie.

-¿¡Donde estas?! ¿¡Quien eres?!

-Una pregunta a la vez, Guillermo. Estoy aquí, contigo. Y aun no eres digno de saber quien soy, puede que te revele mi historia en tus ultimas horas... que por cierto, sera en poco tiempo - advierte para luego reír escandalosamente.

-¿A que te refieres? - pregunto, con miedo. Escucho un suspiro.

-No creí que fueras tan inútil. Me refiero a que, en poco tiempo, tu y tu familia morirán. Y por que no, que el policía ese también se una al grupo.

Trato de ignorar lo que dice y convencerme a mi mismo que todo es una mentira y estoy imaginándolo todo, pero por alguna razón, se que es verdad.

-¿Que eres?

No recibo respuesta, pero puedo escuchar el sonido de unos tacones caminando lentamente, a mi dirección. No los veo.

-Yo Guillermo, soy lo que vive debajo de tu cama, esperando todas las noches a que estés solo. Soy lo que te acompaña mientras duermes a oscuras. Soy lo que espera detras de tu puerta a que entres en tu habitación. Soy lo que esta detrás de ti en este momento.

Siento un escalofrió. Soy muy cobarde para girarme. Pero lo hago.

Hay un par de tacones negros.

Me agacho a examinarlos, son antiguos pero se ven como nuevos. Me levanto otra vez y vuelvo a mi posición original para buscar algo con que salir de aquí.

Pero ahí esta.

Esta ella.

Observándome con una sonrisa.

Caigo al suelo del sobresalto junto a un grito grave y fuerte proveniente de mi. La imagen de ella desparece cuando caigo al suelo.

Es real.

Vamos a morir.

Escucho unos pasos rápidos y luego el sonido desesperado de alguien tratando de abrir la puerta, pero esta cerrada. Quiero pararme y abrirla. Pero siento que mi cuerpo esta congelado. Se escucha como un cuerpo choca varias veces contra la puerta tratando de abrirla, y al quinto intento, se abre. Entra un Samuel preocupado.

-¡Guillermo! - dice apenas entra al cuarto, gira la cabeza para todos lados y luego hacia abajo, se tira al suelo - ¿Estas bien? ¿Que paso? ¿Porque gritaste?

Condenado | WigettaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora