Capitulo IX

564 72 23
                                    

Su atención esta puesta en mi como si fuera la única persona aquí. No tiene expresión facial alguna.

El agarre se vuelve mas firme y me lleva al callejón de donde debe de haber provenido. Una vez dentro,con su mano libre toma mi cuello y empieza a estrangularme,inmediatamente empiezo a golpearlo y patearlo, pero este solo lo ignora y sigue con lo suyo. Miro a mi alrededor y no hay nadie mas aquí excepto nosotros.

Quiero gritar pero no lo consigo, mis pulmones gritan por un poco de oxigeno. Cada segundo que pasa me siento mas débil y mis intentos de hacerlo parar son mas inútiles.

Creo que finalmente llego el día.

Cierro los ojos ya que no doy para mas y espero que esto termine. Pero antes de que el logre su objetivo, caigo bruscamente al suelo.

Abro la boca y absorbo una gran cantidad de oxígeno, toso fuertemente y cuando soy capaz de levantar la cabeza veo como mi padre empuja a la pared, con mucha fuerza, al extraño.

-¿¡Qué mierda crees que haces!? - le escucho decir. El hombre solo le mira y sonríe, para después empujarle hacia atrás y salir corriendo en dirección contraria, pasando junto a un Samuel preocupado, que solo viene corriendo hacia mi dirección.

Papá se recupera del empujón y corre tras el, sale del callejón y lo pierdo de vista.

Samuel llega a mi lado y inmediatamente se tira para quedar a mi altura, se le ve bastante preocupado.

-¡¿Qué te ha pasado?! - dice, y antes que me deje responderle, me abraza fuertemente. No me dan las fuerzas para abrazarle de vuelta, por mas que me gustaría hacerlo.

Carol aparece en mi campo de visión y hago un pequeño movimiento esperando que Samuel me suelte, se demora un poco, pero lo hace.

-Dios, ¿Qué paso? - pregunta, y tras ella aparece un Rodrigo muy distraído.

-Nada... - digo muy bajo.

Es muy obvio que pasa algo.

Mi padre llega con la respiración acelerada y con una expresión de frustración.

-No se a donde fue, se metió a otro callejón y de un momento a otro desapareció, se esfumo de la nada.

-Tranquilo Carlos - conforta Carol -¿Podrías explicar que ha pasado?

-Un desgraciado intento lo que parecía asaltar a Guillermo...pero no se llevo nada, argh. No sé, solo un bastardo - responde con rabia mientras se sienta en el suelo junto ami.

-Esta bien, no te preocupes mucho - le digo, mucho mejor que hace un rato.

-No. No esta bien - responde sin mirarme - ¡Casi te estrangula! - grita.

-Carlos, calma - dice Carol - agradece que esta bien y no le ha pasado nada grave, solo piens..

-¿Me aseguras que esta bien? -interrumpe, y dirige su mirada a ella, tiene los ojos brillantes - no creo que puedas asegurar tu propio bienestar en estos momentos - escupe, y todo es silencio.

Carol se queda quieta y solo suspira.

Como queriendo decir lo sé.

-En fin, solo vamos ya al cementerio - anima, y se pone de pie en pocos segundos para empezar a caminar a un paso rápido.

Samuel toca mi hombro y ayuda a ponerme de pie, aun me duele un poco el cuello. Empezamos a caminar a nuestra anterior dirección, sin dirigir ninguna palabra.

Luego de unos minutos, llegamos finalmente a la entrada principal. Es una gran puerta metálica azul, con un puesto de flores justo a un lado de la entrada, el florista esta guardando todas sus flores.
Justo arriba de la puerta, hay un gran letrero negro que dice "Cementery N° 12".

Condenado | WigettaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora