Fell For You. - Justin Bieber.

Capítulo O3.

Lo miré incrédula, ¿estaba hablando en serio? Digo, si esperaba una propuesta de trabajo, lo esperaría de cualquier persona pero ¿de él? Se dio cuenta de la manera rara en la cual lo estaba mirando.

- Leí tus papeles, lo único que no tienes es un currículum. Dime ¿cómo es que trabajaste un tiempo?

- Era cuando Jaxon estaba de un año, Yamel era su nana así que tenía el día libre, claro que tú nunca supiste de eso porque nunca estuviste aquí, justo como ahora.

Se pasó la mano por la cara en modo de frustración, efectivamente ya estábamos por comenzar una discusión.

- Mira ____, no te he pedido que vengas aquí, a sentarte, en mi escritorio, y te pongas a echarme cosas en cara, te he pedido que vengas para ofrecerte empleo, así que por favor, no agotes mi paciencia haciendo que te saque a patadas.

Abrí mis ojos muy grandes. De acuerdo, me calmaría.

- De acuerdo - accedí.

- Bien, por ahora, te daré un trabajo como secretaria ejecutiva, serás como mi asistente personal después con tu desempeño, subirás de puesto, tienes buenas experiencias, pero no puedo infiltrarte por ahora ¿Has entendido?

- Está bien. ¿Por qué haces esto? Creí que me odiabas.

- Comienzas el lunes, 8 de la mañana, cierra la puerta al salir por favor.

Puse los ojos en blancos, me puse de pie y azote la puerta al salir.

- ¡Mamá! ¿Podemos ir por un helado? ¡Por favor! - Llegó Jaxon corriendo.

- Claro mi amor, vamos. - Lo tomé de la mano pero me detuvo.

- Vamos con papi. - sonrió.

Me reí nerviosa, sabía lo que Justin diría a esa propuesta, pero la sonrisa de Jaxon era tan grande que no podía negarme, entramos al despacho de Bieber.

- ¡Papi! - gritó Jaxon corriendo hasta donde él estaba, este lo levantó entre sus brazos y lo sentó en sus piernas.

- ¿Qué pasa bebé? - Respondió.

- ¿Podemos ir por un helado con mami?

Lo miró por unos segundos, sabía la desilusión que se llevaría Jaxon.

- Está bien.

¿Escuché bien lo que dijo? ¿Había dicho que si? ¿Estaba enfermo o algo así? Jamás había aceptado una salida con nosotros, puesto que sea una comida familiar o en algún cumpleaños.

- ¿Vienes o solo te quedas ahí parada? - dijo al pasar por mi lado.

Bajamos y subimos al auto. Casi diez minutos después de camino llegamos a la heladería y nos compró un helado a los dos. Insistí en pagar el mío pero no me dejó hacerlo. Después de eso, fuimos a un parque que estaba cerca de ahí, Jaxon se fue a jugar y nosotros nos quedamos en una banca sentados.

Al principio nadie decía nada, sólo veíamos como los niños se movían de un lado a otro. Hasta que decidí hablar.

- ¿Te puedo preguntar algo? - asintió. - ¿Por qué has aceptado venir? Digo, casi nunca quieres, solo que sea una comida familiar o algo así.

Se quedó callado varios segundos, comía muy tranquilamente su helado, yo por otro lado comencé a desesperar. Estaba por decirle algo pero contestó:

- Amo a mi hijo como no tienes una idea, y nunca paso tiempo con él, no quiero que en un futuro cometa los mismos errores que yo.

Si por errores se refería a meterse conmigo estaba en lo cierto. No pude evitar un poco de culpa, tenía mucho tiempo sin sentir eso, pero escucharlo a él me vino a mi mente muchos recuerdos, no tan lindo.