Me duele la cabeza durante días, oigo ruidos extraños que me atormentan cuando intento cerrar los ojos en mi interior; son como pequeños silbidos que se alejan y acercan de mi mente. Me estoy volviendo loca. De repente se me empieza a caer el pelo al suelo, mis preciosos mechones rubio ondulados desaparecen de mi cabeza a mechones muertos. Tengo alucinaciones y temblores pero estoy sola en una habitación blanca con cadenas en las piernas y los brazos. De pie sin poder sentarme o tumbarme con el frío de las cadenas rozándome la piel. Me falta aliento, no puedo respirar y lentamente el corazón empieza a latir más lento. Quiero apretarme el pecho porque el corazón me oprime provocándome un dolor casi insoportable.
He perdido todo por haberme enamorado y me doy cuenta de lo estúpida que fui. Una pequeña niña de 17 años que creía en cuentos de hadas.
Siento que el corazón se me para lentamente y veo una luz brillante delante de mí, que me llama. Salgo corriendo hacia ella sin mirar atrás. Mi fin.
¿Papá, mamá; dónde estáis? No me dejéis sola. ¿Por qué me habéis abandonado? Dejadme ir con vosotros. Quiero deciros con abrazos, besos, susurros en el cielo, palabras en las nubes, lo mucho que os quiero. Intento entenderos pero no os comprendo. ¿Soy vuestra hija o un proyecto? ¿Me queríais o fingísteis todo el rato? ¿Electra es vuestra hija? Habéis muerto por mí, habéis muerto por un muerto.
-No hay justicia sin ninguno sacrificio Melie.- veo que mi madre me dice al final de la luz. Mi padre está abrazándola por la espalda al lado suyo, los dos me están sonriendo con su antiguo aspecto.
-¿Por qué me habéis dejado? Tengo tantas dudas y no estáis aquí para resolverlas.
- Las importantes las sabes.- y se toca el corazón.
Siento una mano tocar donde estaría mi corazón pero no hay nada, sólo una sombra que se desvanece como la bruma. La luz se aleja de mí a velocidad del trueno y aunque corro no llego a alcanzarla.
- ¡Revividla!
- Le dijimos que podría pasar. Es una mutación que nunca se había hecho en humanos.
-Ella no es una humana corriente.
Quiero morir, lo deseo con todas mis fuerzas y reunirme con mis padres; pero hay algo que me empuja a resistir el dolor, las últimas lágrimas, las quemaduras de las células que mueren y se regeneran rápidamente en mi interior.
Abro los ojos verdes, estoy viva.
Un dolor profundo me atraviesa el cráneo, es casi mortal. La verdad es que preferiría morir desangrada o triturada que aguantar esto. Entonces salen de la cabeza algo que nunca había imaginado, serpientes, pequeñas serpientes que no paran de silvar y darme mordiscos en la cara y el cráneo sin pelo.
Grito asustada y me retuerzo con mi propio cuerpo. Unos científicos me acercan un espejo y me quedo sin voz. Los pensamientos se me quedan en la garganta y me atraganto de la agonía.
Tengo serpientes en la cabeza donde antes tenía pelo. Son verdes con manchas marrones y aunque medirán como máximo 15 cm de longitud, dan terror solo con verlas. En partes de mi piel hay escamas y piel que se regenera al instante. ¿Esta soy yo o es una ilusión? Sí, debo estar muerta. Me vuelvo a mirar y me doy cuenta que con dolor esa soy yo.Me parezco a Medusa, soy Medusa.
Hace unos cientos de años hubo una como yo, con el mismo poder. Tal vez fue mi tataratatarabuela, quién sabe. También la persiguieron día tras día, poblado tras poblado; pero para que no la atraparan se rasgo los ojos quedándose ciega y luego se los cosió. Vivió una vida feliz, sin problemas ni muertes innecesarias. Eso es lo que tendría que hacer hecho yo.
Tenía que haber hecho caso a mi padre, no salir, no enamorarme, no hacer amigos. Ahora no tengo miedo a morir porque ya he perdido todo.
- Estará aquí hasta que esté preparada, hasta que pueda controlar a las serpientes.- dice Barry tras el cristal que hay detrás de la pared de la sala. Por lo que parece mi oído se ha agudizado.
Las serpientes tienen veneno y me muerden constantemente pero no me afecta. Los científicos lo apuntan en sus pequeñas libretas ansiosos de curiosidad. Cómo les odio. Esto no era lo que querían convertirme pero gracias a ellos, he conseguido ser lo que necesitaba convertirme.
Ya no existe Melanie, ha muerto, ha desaparecido la humanidad que tenía dentro. Querían tener miedo, lo han conseguido; yo les daré miedo, les daré un motivo de que tener miedo.
No me dejan morir, no me dejan vivir. Estoy sola, no tengo a nadie, me han quitado mi vida, mis sueños, mi familia. Pero aunque esté atrapada en esta habitación con cadenas en los brazos y las piernas y un trozo metálico que me tapa los ojos impidiendo la vista. Prometo que me escaparé y haré mi venganza.
No sé cuándo ni dónde, pero tened por seguros que todos pagaréis por lo que me habéis hecho.
#La segunda parte es Talión.
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Eterno Poder ©
FantasíaMelanie, una joven de 17 años que esconde un oscuro secreto. Si lo descubren las personas equivocadas, la antigua leyenda griega resurgirá y nadie estará a salvo de su mirada. Durante este tiempo, Melanie descubrirá cosas que nunca ha conocido ni s...