cap.5

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Miranda estaba desesperada por no haber conseguido ningún tipo de información que le sirviera. Después de salir de aquel interrogatorio fue directo a su oficina y busco unos papeles que tenía que firmar. Estaba a punto de sentarse cuando escucho el llanto de un pequeño, ella alarmada sale de la oficina para encontrarse a dos de sus agentes maltratando a un pequeño rubio de ojos esmeralda. La furia y el enojo le corrían por la vena.

- ¿QUÉ CARAJOS HACEN USTEDES DOS CON ESE PEQUEÑO?

-Agente-dijeron los dos al unísono tomando su postura de firmes. El niño que aún no conocía a Miranda se refugió en ella abrazándola de una pierna. Miranda lo vio y sin duda alguna lo alzó en brazos.

-Los quiero en mi oficina en diez minutos, y si no se atreven a pararse ahí los voy a buscar y lo voy a castrar con mis propias manos.

El niño lloraba en el hombro de Miranda mientras ella le acariciaba su pequeña espalda, al verlo de esa manera ella recordó su infancia recordó como la maltrataba y cada uno de los insultos que recibía por parte de sus cuidadoras.

-No llores pequeño, ¿quieres venir conmigo? Si vienes podemos jugar, ¿qué dices? -El sólo asintió mientras tallaba sus ojitos con sus pequeñas manitas.

-Lizet- llamó a su secretaria.

-Mande agente.

-Quiero en cinco minutos los informes sobre este niño en mi escritorio y traiga juguetes y dulces para él, a mí me traes un café negro por favor.

-Claro señorita, ¿algo más?

-Si, después de que traigas todo eso, puedes tomarte el día libre, no quiero que mi ahijado le pase algo.

Lizet se ruborizo ante la mención de su embarazo ya que nadie lo sabía y por qué si fuera de lo contrario ella perdería su trabajo.

Miranda llevó al niño a su oficina y lo dejó en el sofá que había ahí.

- ¿tu selas mi nueva mami? - dijo el pequeño con entusiasmo.

- ¿Por qué dices eso, pequeño? -Miranda de arrodilló frente a él con intención de saber información de él y entender que hacia el aquí.

-Una señola dijo que mis papis estaban en el cielo- inclino su cabecita de lado y sus ojos empezaban a cristalizar- y que ya no volvelian - Miranda lo abrazó sin poderse resistir y en eso entró Lizet con todo lo que le había pedido Miranda.

Ella tomó los juguetes y los dulces para dárselo al pequeño que de inmediato comenzó a jugar.

- ¿Qué paso con sus padres?

-Los asesinaron, al parecer los mataron por error.

- ¿Familia?

-Ninguna, el padre era hijo único y su madre perdió a su única hermana hace cinco años-suspiró-lo mandaran a un orfanato.

-De ninguna manera el niño se viene conmigo.

-No creo que te dejen llevarlo contigo.

- ¿y quién ha pedido permiso? Si quieren que atrape a Marroquín tendrán que dejar que él se quedé conmigo.

-No creí que fueras capaz de hacer esto.

-Soy asesina, pero no significa que tenga un corazón de hielo.

-Nunca lo pensé.

Barry trataba de encontrar algún dulce o comida chatarra en la alacena de Miranda, abriendo y cerrando puertas y cajones para no encontrar nada.

-Carajo, está mujer es más aburrida que mi abuelita.

-Lo sé mi abuela de perdido tiene dulce, ella ni a eso llega.

- ¿cómo haces para sobrevivir en este infierno nutritivo?

Los dos comenzaron a carcajearse por las tonterías que decían. Barry y Edward se había convertido en mejores amigos.

- ¿Por qué Miranda me quiere mandar a España? -dijo cambiando de tema, eso le intrigaba.

-Es normal en ella, a mí me mandaba a China, ósea a China, que carajos iba hablar haya, y cuando quería algo tenía que usar la mímica e imagina solo cuando quería ir al baño en un restaurant.

Los dos volvieron a romper en risas por las anécdotas que contaba Barry.

Escucharon abrir la puerta principal y los dos fueron a ver quién era.

Barry no sabía cómo reaccionar al ver a Miranda con el pequeño en brazos y lo que aún más le sorprendía era que estaba riendo y jugando con él.

-Dame una puta bofetada, creo que estoy alucinando- le dijo este a Edward que estaba igual de asombrado que él.

-Pues somos dos.

Sin pensarlo los dos se dieron la cachetada al mismo tiempo haciendo que los golpes se escucharán por toda la habitación.

-Ok, no es una alucinación-dijo Barry con una gran sonrisa en el rostro y una gran marca rojiza en la mejilla-Cuando rayos me ibas a decir que tenía un hijo tan guapo como su tío Barry.

-O cierra el hocico, Barry. Y no me mi hijo, pero pronto lo será.

-Nunca creí que Miranda Carrison tomaría el papel de Madre.

-Ni yo...

Un silencio incómodo se hizo presente entre ellos mientras que Leonardo el pequeño miraba a su alrededor con asombro.

- ¿¿El sela mi papi??-dijo el pequeño señalando a Edward.

-Y yo seré tu tío-Dijo Barry saltando al momento de arrebatarle a Miranda al niño de sus manos.

Edward miro a Miranda y está a él, no sabía cómo reaccionar ante la petición del niño.

Él sonrió y luego fue con los chicos para jugar con ellos dejando a Miranda confundida y refundida en sus pensamientos.

Después de un rato ella se dirigió a su despacho para revisar documentos que se había traído de la agencia. Se trataba de el caso de Leonardo y sobre la captura de Marroquín.

Sacó el sobre que traía el papeleo y lo dejó en el escritorio haciendo que de este saliera un CD. Sin pensar tomó la grabación y la introdujo en el reproductor, no tardó nada cuando una imagen apareció en la pantalla plasma, ella se recargo en el escritorio y cruzó sus brazos esperando a que reproducirá el vídeo.

- ¿TE CREAS MUY LISTA CARRISON? ¿ENSERIO TE CREES CAPAS DE ACABAR CONMIGO? DIME-el hombre de mayor, de hombros anchos, barba Blanca y cabellera Canosa empezó hablar conforme pasaban los segundos- TU CRES QUE UNA NIÑATA VA ACABAR CONMIGO, ESTAS EQUIVOCADA ANTES TE MATO, COMO HICE CON TUS PADRES-Miranda detuvo por un momento la grabación, estaba alterada, sabía perfectamente que ese tipo no se detendría hasta verla muerta y así no se inmiscuyera en sus planes. Ella frustrada golpeó el escritorio haciendo que una figurilla de cristal y un lapicero cayeran al suelo provocando un estruendoso ruido en la habitación.

Continúo viendo la grabación.

-QUE TE QUEDE CLARO CARRISON, CONMIGO NADIE, ABSOLUTAMENTE NADIE SE METE. ASÍ QUE SI NO QUIERES ACABAR COMO ELLOS NO INTERVENGAS. O SI NO ATENTE A LAS CONSECUENCIAS- La pantalla se tornó negra. Su situación se volvía más complicada y para arreglarlo necesitaba moverse de inmediato.

Caminando de un lado a otro pensó en Leonardo y Edward, ellos eran los único que tenía en la vida aparte de Barry y si no atrapaba lo antes posible a él asesinó de sus padres ellos correrían con el mismo riesgo de acabar como ellos.

Así paso toda la noche de un lado a otro pensado, pensado en su futuro, en su venganza y sobre todo en la nueva familia que haría con Leo.

Algo asfixiada salió a tomar un poco de aire fresco a la terrasa, colocó sus manos en el barandal apoyando su peso en sus brazos y en un cielo negro apenas visible por la luz de la Luna, miro a su horizonte.

-TE VOY A ENCONTRAR MALDITO, LO JURO

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Entrenada para matarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora