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624

Dende ese punto era juerza

Abandonar el desierto,

Pues me hubieran descubierto,

Y aunque lo maté en pelea,

De fijo que me lancean

Por vengar al indio muerto.

625

A la afligida cautiva

Mi caballo le ofrecí:

Era un pingo que adquirí,

Y, donde quiera que estaba,

En cuanto yo lo silbaba

Venia a refregarse en mí.

626

Yo me lo senté al del pampa;

Era un escuro tapao

(Cuando me hallo bien montao

De mis casillas me salgo),

Y era un pingo como galgo

Que sabía correr boliao.

627

Para correr en el campo

No hallaba ningun tropiezo;

Los ejercitan en eso,

Y los ponen como luz,

De dentrarle a un aveztruz

Y boliar bajo el pescuezo.

628

El pampa educa al caballo

Como pa un etrevero:

Como rayo es de ligero

En cuando el indio lo toca,

Y como trompo en la boca

Da gueltas sobre un cuero.

629

Lo varea en la madrugada

(Jamas falta a este deber),

Luego lo enseña a correr

Entre fangos y guadales:

Asina esos animales

Es cuanto se puede ver.

630

En el caballo de un pampa

La vuelta de Martin FierroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora