03. Unión de borrachos

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3 Días Después

-Bienvenidos a Gina, mi nombre es Olivia y yo seré su camarera esta noche. - Digo esto unas 50 veces al día, tres días a la semana. Es un restaurante normal, pero concurren muchas personas. La paga es alrededor de 8 dólares por hora, lo cual no es tan malo cuando se trabaja 5 horas al día, y no es diariamente. Es 40 dólares por día, y 160 por semana. Es mejor que no trabajar, contando con mi edad
esta bien. No quiero trabajar aquí toda mi vida... pero ahora mismo no sé lo que quiero hacer con el resto de mi vida.

Me acerco a una mesa y repito mi introducción.
-Dos Coca-Cola. - Dice el hombre. Asiento con la cabeza y lo apunto en mi libreta. Voy por sus bebidas.

-Hey Liv. - Teddy, el gerente y mi jefe, dice mientras camino a la cocina para conseguir hielo.

-Hola Teddy. - Digo sacando el hielo.

-Nos vemos en mi oficina una vez que entregue esos. Dile a Hanna que te cubra. - Dijo y se fue a su oficina. Asentí con la cabeza y me acerqué a Hanna.

-Mesa seis. Teddy me quiere ver. - Ella tomó las bebidas y se alejó.

-¿Querías verme? - Le pregunté después de golpear y abrir la puerta.

-Sientate. - Me dice.

Me senté en la silla frente a su escritorio y esperé pacientemente.

-Olivia, eres una gran trabajadora y todo...

-Pero vas a tener que despedirme. - Terminé su frase. Él asintió con la cabeza y me miró con lástima.
Me encogí de hombros y tiré la libreta sobre su escritorio.

-No me gusta este lugar de todas formas, y pareces un pervertido de todos modos. - Me encojo de hombros, poniéndome de pie. - Así que, muchas gracias y vete a la mierda. - Le sonrío. Me doy vuelta y cierro de un golpe la puerta.

-¿Qué pasa? - Pregunta Hanna.

-Oh ya sabes, acabo de ser despedida. Adiós. - Saludo con la mano y sigo caminando.

-Pero... - No la deje terminar y me dirigí a la mesa en donde estaba Justin.

-Llevame a tu casa, Justin. - Le dije caminando hacia la salida para irme al coche de Justin.

-Está bien. - Resopló.

-No resoples, sólo hazlo. - Abrí la puerta, me metí en el coche y me senté.

-¿Que pasó? - preguntó.

-No somos amigos. Sólo te estoy usando por el alcohol que tienes en tu casa. Así que no hables. - El coche quedó en silencio mientras Justin conducía hacia su casa donde yo bebería hasta que me desmayé.

***

-Tengo Vodk-

-Justin, todo. - Le dije mientras lo veía sentado en su cama.
- ¿Tu madre sabe que tienes el alcohol en tu habitación? - Bromeé.

-No, y ella no necesita saberlo.

-No voy a decirle, ahora sirve. - Empujé mi copa hacia él, esperando a que vertiera la bebida.

-¿Quieres decirme qué pasó? -preguntó sirviendo vodka en mi copa.

El alcohol quema ligeramente a medida que se deslice por mi garganta. Ni siquiera sé por qué estoy aquí para ser honesta. Justin fue la primera persona que vi, así que sólo me fui con él. Sí, estaba realmente enojada porque me despidieron, no me importaba lo que le había dicho, a nadie le gusta que lo despidan.
Supongo que mi propia ira bloqueó todo el odio hacia Justin, y ahora estoy aquí sentada en su habitación bebiendo con él. Algo que pensé que nunca iba a hacer.

Enemigos con beneficiosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora