Capítulo 11

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En ese entonces desperté. Que suerte que había sido un sueño. Sentí como me sonrojaba al recordarlo.

Supongo que no soy inocente. Al menos no mucho.

Bajé y vi a Sonia lavando los platos de anoche.

-Buenos días-nya~- me saludó alegre.

-Buenos días- le respondí sentándome en una de las sillas del comedor -¿Que te tiene tan alegre hoy?-.

-Bueno, resumiendo, mis compañeras me invitaron al cine-nya~. Va a ser la primera vez que salga con ella y estoy emocionada-nya~- dijo dando saltitos de felicidad.

-Me alegro. Hoy tenía pensado salir a algún lado con vos pero se me adelantaron- dije un poco decepcionada pero sin borrar la sonrisa.

-No importa-nya~. Puede ser otro día ya que siempre nos vemos-nya~-.

-Sí, mejor salí con ellas- le dije mientras recibía mi desayuno.

Por la ventana se sentía una brisa primavera muy bonita pero a la vez estaba un poco nublado. Cuando terminé el desayuno, decidí salir y dar unas vueltas.

Fui a la plaza y al supermercado para comprar algunas cosas que faltaban como agua, leche y demás.

Ya estaba oscureciendo. Iba a llover. Mientras caminaba por una calle angosta, vi algo moverse. Me di vuelta para verlo mejor y vi una caja. Esperen... ¿una caja?

¿Las cajas se mueven?

La agarré y la medio abrí. Podía estar llena de ratas y eso sí que no me gustaría. Me sorprendí al ver lo que era.

Un perro.

Era chiquito y tenía las orejas caídas. Era de un color almendra y con el pelaje ondulado. Era muy tierno y no pude creer que una persona siguiera viva después de abandonar a este perrito.

Decidí llevármelo a casa. Así no tendría que estar en la calle.

Cuando llegué ya había empezado a llover. No tenía paraguas así que me arriesgué a resfriarme y corrí hasta casa.

-¡Ya llegué!- grité al entrar a casa. Eran las 20:17 según el reloj de pared.

-¡Hola-nya~!- me saludó Tom con su voz infantil. Estaba volviendo a la normalidad. Por fin. Pero al ver al perro, volvió su voz normal -¿Qué hace esa cosa acá-nya~?-.

-¡Ay, Tom! No seas malo. Desde ahora va a estar con nosotros ¿cierto, Jake?- dije mimando al perro que tenía en brazos.

-¡Guau! ¡Guau!- ladró con un tono alegre.

-No quiero que esa cosa viva conmigo-nya~- dijo Tom moviendo la cola.

-No armes una escena de celos, Tom- le dije con un tono burlón.

-La armo si quiero-nya~- después le dedicó una mirada de odio a Jake -Y de paso vaya castrándolo-nya~-.

-¿Por qué lo castraría? Sería bonito que tuviera cachorros- dije abrazándolo a Jake con ternura.

-Porque esos cachorros podrían ser suyos y Emily-sama es mía y no la comparto con nadie-nya~-.

-¿Quién dijo que era tuya?- le pregunté roja.

-Esto lo demuestra- sin darme cuenta ya tenía sus labios sobre los míos. Fue un beso tierno lo cual es muy raro en Tom pero era una bonita sensación así que me dejé llevar. Lentamente me fue dejando.

-Su expresión lo demuestra-nya~-.

Después de eso subió las escaleras y se fue a su pieza.

Dejé a Jake en el piso y fui a la cocina a buscar un plato para mascotas que tenía de antes. Era rojo con huesos impresos en él. Le puse un poco de carne cocida y me fui a dormir. Estaba muy cansada para comer. Otra vez.

Después de un rato sentí como Jake se acostaba al costado de mi cabeza. Era del tamaño de un cachorro pero en realidad no se cuantos años tiene. Su calor hizo que me durmiera más profundamente.

***

Cuando desperté sentí a una persona atrás mío.

-Tom...- le dije dándome la vuelta.

Pero no era él.

-Mmh...- el chico fue abriendo los ojos. Esa mirada tan tierna la reconocí al instante.

-¡¿JAKE?!- pregunté asustada.

Neko-chan © [PAUSADO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora