Un simple sueño. [#2TEDM] (Gemelier)

16. Nosotros no nos damos por vencidos.

-Narra María-

Un dolor en el vientre no me deja dormir. Giro la cabeza y el reloj del despertador marca las ocho y cuarto.

Es Sábado, y como normalmente, Jesús sigue dormido.

No creo que sea una gran razón para despertarle, hasta que siendo un pinchazo y comienza a dolerme mucho más, de repente.

-¡Jesús!-le doy un golpe en el brazo y él se alarma enseguida

-¡Ahora mismo te llevo al hospital!-es lo primero que dice, con una voz de dormido increíble

Comienza a vestirse con lo primero que pilla mientras yo intento respirar con normalidad, y me ayuda a ponerme un traje y me cuelga una chaqueta por encima.

-¿Te encuentras bien?-pregunta mientras conduce a la mayor velocidad que se puede ir, y asiento, aunque es notable que no es así

Jesús me ayuda a bajar del coche en cuanto llegamos, y nos dirigimos a urgencias. Un par de enfermeras me llevan hasta una sala y me ayudan a tumbarme en una camilla.

Al rato viene un doctor, y me pregunta varias cosas. Mientras respondo intento tranquilizarme, y cuando el doctor se va, Jesús me advierte de que sale un momento para llamar a Dani y Miriam.

-Narra Jesús-

Deposito un beso en la mejilla de mi esposa, y salgo un segundo para llamar a mi hermano.

*Llamada*
Dani: ¡JODER HERMANO, MÁS TEMPRANO NO POD-
Jesús: ¡Van a nacer!
Miriam: ¡VAMOS AHORA MISMO!
Jesús: Nos vemos.
*Fin de la llamada*

Entro de nuevo en la habitación y el doctor me para antes de que me acerque a María.

-¿Primerizos?-asiento un poco confundido y él se escabulle de la sala antes de que pueda decir nada más

-¿Estás bien, cariño?-deposito un beso en la frente de mi esposa, y ella asiente

-¿Crees que irá bien?-asiento sin dudarlo y ella me sonríe un poco

-Claro, quizá un poco más difícil ya que son dos y es la primera vez, pero tranquila.-le sonrío para tranquilizarla y comienzo a relatarle recuerdos que sucedieron en los meses de embarazo

*Flashback, narra Jesús*
-¿Y si se lo toman a mal?-pregunta con tercera vez en el trayecto

-Tranquila, cariño. Ya somos mayorcitos para elegir lo que queremos, además que son nuestros padres. Seguro que nos apoyan en esto.

-¿Y si piensan que somos demasiado jóvenes?

-Tenemos 27 años, María. Quédate con la idea de que no se lo van a tomar mal.-me estoy empezando a poner nervioso, y de verdad quiero que mis padres acepten nuestra decisión

-O sea, sí. Vale. Se lo van a tomar mal. ¡Ay, no! Se lo van a tomar bien.-ahogo una carcajada ante el nerviosismo de mi esposa, y pongo una mano en su muslo sin despegar la vista de la carretera
*Fin del flashback, sigue narrando Jesús*

-Al final se lo tomaron de maravilla, incluso admitieron que esperaban que tú te lanzases antes que Dani.-una risita se escapa de sus labios, y me siento satisfecho de haberla hecho sonreír al menos

-¿Y te acuerdas de...?

Una expresión de dolor en su rostro me hace callar de sopetón.

-¿Qué te pasa?-pregunto alarmado, y ella gime antes de hablar

-Auson quieren salir.-ahogo una carcajada al escuchar la mezcla de los dos nombres de nuestros hijos, y llamo rápidamente a la enfermera

-Van a salir.-digo escuetamente, y ella sale a buscar a la matrona

Carla llega enseguida, y me ordena que me coloque al lado de mi esposa y la tranquilice, que no está dilatando bien.

Agarro la mano de María, y una mueca de dolor aparece en su rostro al tiempo que la escucho gemir.

-No salen.-susurra y le deposito un beso en la sien

-Van a salir sí o sí, tranquila.

Estamos un rato intentándolo sin llegar a nada, y la matrona me llama un momento.

-No dilata, la vamos a tener que llevar a cesárea.

-Tienen que esperar un poco, está nerviosa.-intento disculparla y la matrona asiente

-Si esperamos demasiado les puede pasar algo malo a los bebés.-un tono dulce se apodera de su voz al final, y le miro suplicante- Esperaré lo máximo que se pueda, pero no prometo nada.

-Muchas gracias.-susurro sin pensarlo y vuelvo junto a mi esposa- Dice que no dilatas bien, cariño. Pero podemos seguir intentándolo.

-Quiero conseguirlo, Jesús.

-Nosotros no nos damos por vencidos.-susurro, y noto como vuelve a empujar

Nosotros no nos damos por vencidos.