Narra María:
Estoy sentada a la camilla, junto a dos botes pequeños llenos de la sangre de Dani y Jesús. Según el médico, que Miriam se sacara sangre no salía rentable debido a que no podría donarle a su hijo al estar embarazada.
Jesús está a mi lado, dándome la mano, lo que no me calma ni una pizca.
Un hombre aparece de detrás de una cortina, con una aguja enorme en la mano.
Los bordes de mi visión se tornan oscuros y temo desmayarme.
-Te quiero, cariño. -me susurra Jesús y hago una sonrisa forzada
-Si no la mira, no se dará ni cuenta. -el hombre toma mi brazo, y aprieto los dientes para no temblar
-Eso dicen.-susurro
Aprieto todos los músculos de mi cuerpo al notar la aguja penetrando en mi piel, para después entrar en la vena.
Y de repente todo se vuelve negro.
Tal y como hace tantos años.
* * * * *
-¡Meri!
Abro los ojos lentamente y tardo un poco en terminar de enfocar lo que estoy viendo.
¿Me habré quedado dormida?
-Tranquila, geme. Encontramos a una donante genial. No te preocupes. Eso sí, tienes una sangre muy valiosa. Según el doctor puedes donarle sangre a todo el mundo. Pero se ve que no te gustan mucho las agujas, ¿eh?
-Me desmayé.-lo digo en voz alta, aunque no lo pretendía y Miriam siente
-Tus hijos se han ido a dar una vuelta con la niña del otro día, aunque ya estarán a punto de volver. Ha venido, le hemos contado lo había pasado y no ha dudado un instante en ofrecerse voluntaria para donar. Es una chica muy linda, me alegro de que Matt esté tan bien acompañado.
Miriam se muestra muy feliz de verme, o quizá es por lo de esa niña. No tengo la mente muy clara ahora mismo.
Llaman a la puerta, y aunque sé que no ha sido muy fuerte, en mi cabeza retumba, haciéndome sentir un gran dolor.
Mis hijos entran apresuradamente, y detrás, Dani y Jesús.
-¡Hemos visto al primo Lou! ¡Se parece a nosotros un montón! ¡Podríamos ser trillizos! -intento sonreírle a Austin, que se muestra muy ilusionado
-¿Sabes que va a tener dos hermanas? Dice que su madre lleva en el hospital desde esta madrugada pero que no tienen que nacer hasta mañana.
Los cuatro adultos presentes abrimos mucho los ojos, y le acaricio el pelo a Jason.
-Eso es genial, cariño. Cuando me dejen salir de esta cama me llevas a dónde están para verle, ¿no?
-Están muy cerca de donde está el hermano mayor de Natalia, que también estaba en donde Matthew.
El entusiasmo de mi pequeño me sorprende, aunque me parece algo normal, ya que llevan sin ver a su primo cuatro años.
-¿Y qué tal está el hermano de Natalia?
-Tiene la tibia y el peroné roto, pero está consciente. El médico le ha dicho a Natalia que estará 8 meses en el hospital, y que irá en silla de ruedas como 2 años. Eso no le pasará a Matthew, ¿no?
Jamás había visto a Jason hablar tanto, ya que normalmente el que más charla es Austin, que está, sorprendentemente, callado.
-Bueno, vamos a ir a ver a Matt. -dice Austin y Jason asiente
Se le ve feliz, pero ni comparación con Jason.
Ambos se van, y el doctor de Matt entra.
-Tengo que informarles de algo. -todos dirigimos nuestra atención hacia él y sigue hablando- ¿Alguno de ustedes o algún conocido cercano de Matthew fuma?
Jesús camina disimuladamente hacia la puerta, y sale.
-Ninguno de nosotros, y de sus conocimos queremos pensar que no.-Dani se sienta junto a Miriam en mi cama, y le pasa un brazo por lo hombros
-Sus pulmones indican que ha inhalado tabaco recientemente, y otras sustancias. También tiene el hígado un poco estropeado, por así decirlo, aunque eso puede ser por diversas razones.
Veo a Jesús entrar de nuevo, esta vez seguido de mis dos hijos y su amiga.
-¿Qué sabéis sobre Matthew fumando?
Los tres niños se miran entre ellos, sin saber que decir. Jesús insiste, y el doctor hace una mueca.
-Hay un chico en clase que fuma. Le dio a probar tabaco hace unos días. Creo que fue una apuesta.-la voz de Natalia tiembla un poco, aunque lo disimula bastante bien
El doctor asiente, deja un informe en las manos de Miriam y se marcha. Los tres niños nos miran avergonzados, sobretodo la chica.
-Lo siento.
En realidad no sé si lo dice para ella misma o para nosotros, pero le sonrío, lo que parece tranquilizarla.
En silencio, se da la vuelta y se va, seguida de mis dos hijos, que no han ni abierto la boca desde que entraron.
Como si toda la felicidad que tenían hace un instante se hubiese esfumado por completo.
Narra Austin:
-¿Por qué has mentido? Es médico. Seguro que sabe que no ha sido una sola vez, se van a enterar.-mi mellizo regaña a Natalia en voz baja, y suspiro
-Si bebes una cantidad determinada de leche es como si hubieses fumando pasivamente o algo así nos dijeron. Siempre bebíamos leche después de fumar. La única vez que no lo hicimos fue aquella noche.
-No creo que sea cierto. Bebas la leche que bebas el tabaco va a estar ahí.
-No de la misma forma, Jason.-Natalia se muestra firme
Veo a mi hermano volver a abrir la boca para rechistar, pero me anticipo.
-Da lo mismo, Jay. No tiene nada que ver con nosotros. El primo se buscó lo que le ha pasado.
-¿Cómo puedes decir eso, subnormal? ¿Crees que Matt se ha buscado estar inconsciente?
-Jason. Sé los problemas que ha tenido tu primo y la verdad es que cuando empezó a juntarse con nosotros sabía en donde se metía, y no se echó atrás. Quizá él no vio que precisamente esto podía pasar, pero se lo ha buscado. Y mira, yo también me lo he buscado. También me podría haber pasado a mí, pero me ha tocado sufrirlo desde fuera, que no creo que sea mejor. Al menos esto le va a hacer cambiar de idea. A él, a mí y a todos nosotros.
Sé que mi hermano intenta debatírselo, y esta buscando algo que decir, pero supongo que le está pasando lo mismo que a mí. Nos acaba de dar una lección bastante grande, y las palabras, simplemente, no salen.
-«Los mellizos muditos» os voy a llamar a partir de ahora.
Los tres ahogamos una carcajada silenciosa, y esperamos a que los mayores salgan de la habitación de mi madre.
La que también nos ha dado un gran susto hoy.
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Un simple sueño. [#2TEDM] (Gemelier)
FanfictionRecién casados, Jesús y Daniel Oviedo se proponen hacer sentir a sus princesas como en un cuento. -Buenos días, princesas.-saludan los dos al unísono y Miriam y María se miran -Dejaos de tanta princesa, a ver si os vais a comer el cuento. Se escucha...