Narra María
Jesús se ha llevado a Miriam, Dani, y a los niños a dar una vuelta por el recinto para que se despejen un poco, y yo voy caminando por el pasillo de maternidad para ver si veo a mis sobrinos, y a mi cuñada y mi hermano, claro.
El pasillo está tremendamente solitario, y me extrañaría que fuese de maternidad si no lo hubiese leído al salir del ascensor.
Recorro el pasillo hasta el final, en el cual, hay grandes ventanas y muchas sillas, aunque no logro ver a nadie allí tampoco.
Entonces diviso a un niño de espaldas mirando por una de las grandes ventanas, desde la que se ve toda la ciudad, pero no creo que sea mi sobrino, ya que es demasiado alto.
No me doy cuenta de que hay un juguete en el suelo, y le doy una patada sin querer, rompiendo el silencio que inundaba esta sección del hospital.
El chico rubio se gira hacia mí, y al principio me niego a pensar que es él, pero siento que podría reconocer esos ojos en cualquier parte. Él duda un instante antes de sonreír y correr hacia mí.
-¡Sabía que vendrías, tita! ¡Sabía que volverías! -se lanza a mis brazos y le alzo en el aire
Nadie nos llama la atención, así que yo tampoco le digo que debe bajar la voz.
Louis se aferra a mi cuello y deposita besos por toda la mi cara.
-¡Te he echado mucho de menos! No me contaste que te ibas de viaje tan lejos tanto tiempo. Tengo tantas cosas que contarte.
Frunzo el ceño, pero después me doy cuenta de la historia que le habrá contado su padre para explicarle por qué ya no nos vemos, y agradezco que mis hijos no sean tan preguntones como Lou.
Le dejo en el suelo y me asombra ver lo mucho que ha crecido, aunque es normal, ya que llevo unos cuatro años sin verle.
-Pero ya he vuelto, pequeñín. Y no pienso volver a irme. ¿Tus hermanas han nacido ya?
-Mamá todavía está ahí dentro, papá me ha colado en el hospital aunque no se puede, me ha dicho que si me ve un médico diga que me he perdido. Estamos haciendo un poco de trampas.
Suelto una pequeña risa al ver su mirada traviesa y él sonríe. Me coge la mano y se dirige a una habitación cercana.
-¡Mira papá! ¡La tita ha vuelto!
Nada más entrar, tiro de Lou hacia fuera de nuevo, y cierro la puerta.
-¿Dónde está mi mamá? ¡Estaba ahí dentro! -veo sus ojos cristalizarse y le aprieto la mano
-Eso significa que tus hermanas ya van a nacer, y se han llevado a mamá y papá a otra sala para que nadie les moleste. -me agacho a su altura y él frunce el ceño
Dicho de otra forma, complicaciones en el parto, aunque no creo que Louis quiera saber eso.
-Ven, te llevaré a ver al primo de Austin y Jason, ¿quieres?
Él me mira tristemente y yo le sonrío. Compruebo que no hay nadie en todo el pasillo y miro al pequeño.
-¿Hacemos una carrera hasta el ascensor?
Louis sonríe de forma traviesa y comienza a correr.
-¡El último que llegue es tonto!
*****
Abro la puerta de la habitación de Matthew muy despacio, y Louis se impacienta por lo que la empuja con fuerza.
-Me has contado que esta dormido y no se despierta, así que no pasa nada si hacemos ruido, ¿no?
Suelto una carcajada ante su repentina ocurrencia y él pasa adentro.
Al ver a Matt, Lou se tapa los ojos y abre mucho la boca.
-¡Yo conozco a este niño!
Siento la necesidad de decirle que baje la voz, aunque no sé por qué.
Coloco una mano en su hombro y frunzo el ceño.
Él hace una mueca, y yo insisto en que me lo cuente.
-En Halloween, él y un amigo suyo nos dieron un susto enorme a mí y a mi primo mayor cuando íbamos de vuelta a casa. Mi primo mayor les amenazó y les pegó a ambos, me dijo que no se lo contase a nadie porque ellos a la mañana siguiente ya no se acordarían. Decía que eran unos tontos de su colegio que bebían mucho o algo así. Aunque yo no lo entiendo porque yo debo mucha agua y a mí no me pegó. Fue horrible.-lo dice todo tan rápido que se siente como si lo hubiese ensayado frente a un espejo miles de veces
-¿Y estás seguro de que era él?
Él asiente frenéticamente, y se acerca a la cama.
Le acaricia la cara a Matt, y hace una mueca.
-Lo siento, Matty. Ojalá os hubiese podido defender.
Me muero de ternura al ver la escena, pero entonces Louis continúa.
-De seguro Natalia no se hubiese enfadado tanto con mi primo, ni mi primo conmigo. Supongo que no tendría que habérselo contado.
Intento recapacitar e intentar averiguar por qué mi sobrino conoce a los amigos de mi otro sobrino, o a lo mejor tan sólo me estoy tomando esta tontería tan en serio para olvidar que probablemente Matt no despierte nunca.
Entonces él se separa bruscamente y se tira en la cama de al lado.
-Eso es para la gente que está enferma, Lou.
-Prefiero estar enfermo a volver con mi padre, por favor, déjame quedarme contigo.
Todos mis anteriores pensamientos se desvanecen al escuchar la petición del niño.
-¿Y eso por qué, Louis? -me siento junto a él en la cama y veo como brillan sus ojos bajo la luz de la lámpara de la habitación
-Papá nunca me deja ir con mis amigos, y me castiga mucho y me grita. Además mamá no hace nada porque sino le gritará a ella, y dice que cuando nazcan las hermanas las cosas van a cambiar pero yo no me lo creo. Es todo mentira.
Una lágrima resbala por su mejilla, y él se acurruca en mi pecho, a lo que le correspondo.
-Tranquilo, Lou. Ahora yo estoy aquí, y te voy a cuidar.
Él me abraza con fuerza y me da un beso en la mejilla, luego se vuelve a acurrucar y cierra los ojos.
Yo me dedico a tocarle el pelo, hasta que tanta tranquilidad hace que me quede dormida, y pierda la noción del tiempo.
ESTÁS LEYENDO
Un simple sueño. [#2TEDM] (Gemelier)
FanfictionRecién casados, Jesús y Daniel Oviedo se proponen hacer sentir a sus princesas como en un cuento. -Buenos días, princesas.-saludan los dos al unísono y Miriam y María se miran -Dejaos de tanta princesa, a ver si os vais a comer el cuento. Se escucha...