Un simple sueño. [#2TEDM] (Gemelier)

21. Estoy aquí contigo hermano.

-Narra María-

Al colgar, recibo tres llamadas perdidas de Dani, y me estremezco. Dani suele mandar un whatsapp, o simplemente te llama una vez. Pero esto me empieza a preocupar.

Le llamo rápidamente, y al instante él lo coge. Un escalofrío recorre todo mi cuerpo al escuchar sus sollozos.

*Llamada*
-Estoy en el hospital Infanta Luisa. Jesús viene de camino. Creo que Miriam está embarazada y no quiero decirle nada.
-¿Qué ha pasado?
-Matthew ha tenido un accidente.
-¿Quieres que vaya a comprar una prueba de embarazo y se la lleve a Miriam y me quede allí tranquilizándola?
-Eres la mejor, Meri.
-Te quiero mucho, Dani.
-Muchas gracias, y ya os contaré.-susurra justo de colgar y me quedó allí pensativa durante unos minutos

Subo a mi habitación para arreglarme mientras tecleo el número de Austin, que suele ser el más responsable.

*Llamada*
-Hola, mamá.-saluda tranquilamente, y sonrío
-¿Dónde estáis?
-A una manzana y media de casa, ¿por qué?
-Venid ya. Corred si hace falta. Deprisa, por favor.-le ruego y escucho como Jason pregunta que qué me pasa de fondo
-Vuestro primo ha tenido un accidente y papá y el tío Dani están en el hospital.
-Ahora mismo vamos.-escucho murmurar a Austin y cuelgo

Me termino de arreglar mientras mis hijos llegan, y voy preparando sus pijamas. Justo cuando estoy bajando las escaleras, les veo entrar en el recibidor.

-¡Mamá! ¡Ya estamos aquí!-suelta uno de los dos

-Duchaos rápido, yo voy a comprar una prueba de embarazo y luego nos vamos a casa de los tíos.

Una brisa fría choca con mi cara, y me estremezco. Comienzo a andar muy deprisa hacia la farmacia más cercana, cuando comienzo a sentirme mareada.

-Narra Austin-

-¡Te dije que debíamos haberles avisado!-me grita mi hermano, y frunzo el ceño

-Y pensar que podríamos haber evitado todo esto...-susurro, y Jason se acerca a mí

-Eh, tampoco es que sea tu culpa. A lo mejor lo del accidente ha sido justo cuando ni siquiera habíamos pensando en que podríamos hacer algo.

-No, tío. Es que si te hubiese hecho caso. Podríamos haber evitado estar así. Y ahora papá y mamá estarían aquí, y los tíos en su casa con Matthew. Estaríamos bien, normal, como siempre.-me reprendo y mi mellizo me da un toque cariñoso en la espalda

-Esto se va a solucionar, hermano. Yo me ducho primero, ¿vale, bro?-coge el pijama y una chaqueta, pero se da la vuelta antes de irse- Venga ya, tío. Sé optimista. No puede ser tan malo.

Sonrío tristemente ante su último comentario, pero en el fondo presiento que algo muy malo debe estar pasando para que la tía no esté con mi padre y el tío en el hospital, y de nuevo ese sentimiento de culpa. Joder.

-Narra Jesús-

Al pasar por recepción he tenido que dar la información de mi hermano para poder subir a visitar a mi sobrino, aunque ahora mismo me estoy arrepintiendo.

Termino de subir las escaleras y camino muy deprisa por el pasillo que se encuentra a mi derecha, y justo al final logro ver a mi hermano discutiendo con lo que parece ser una enfermera.

-¡Dani!-grito al mismo tiempo que echo a correr, y abrazo a mi hermano- ¿Qué tal está? ¿Qué ha pasado?

Mi gemelo clava su mirada en la mía sin que las lágrimas dejen de salir de sus ojos.

-No me dejan pasar a verle.-susurra con un hilo de voz y miro de forma asesina a la enfermera, a la que noto su expresión de tristeza

-¿Está el doctor dentro?-pregunto brevemente y ella frunce el ceño antes de negar con la cabeza- Será un segundo.

Aparto a la enfermera a la vez que cojo a mi hermano del brazo y empujo la puerta. Al entrar sólo se pueden ver un montón de máquinas que emiten pitidos constantes, y un cuerpo totalmente sedado.

-¡Ese no es mi hijo!-grita Dani mientras las lágrimas salen más deprisa de sus ojos

-Hermano...-susurro, y la enfermera entra detrás de nosotros

-El primer paso es la negación. No cree que ese sea su hijo porque piensa que nunca lo iba a ver de esta forma.-me aclara ella, y arrastro a mi hermano hacia fuera de la habitación

Al salir, un hombre de unos 40 años nos dedica una mirada optimista.

-Nos llevamos al chico para limpiarlo.-poco segundos después llega otro joven con una camilla, y entran en la habitación, dejándonos fuera

-Jesús... Ese no es Matthew.-murmura muy bajo, y hago una mueca

-Dani, siento tener que decirlo, pero sí que es él. Le ha pasado algo grave, pero va a recuperarse.

-Jesús, ese no es mi hijo.-vuelve a sollozar y le abrazo

-Dani, estoy aquí contigo.

-Jesús, ese no es Matthew. No han encontrado a mi pequeño Matt tirado en un lugar prohibido del que se han recibido denuncias por contrabando y carreras ilegales. Jesús, tiene 12 años. Ese no es mi hijo.-me abraza más fuerte, y yo le devuelvo el gesto

-Dani, ese chaval es tu hijo. Tiene el lunar al lado de la oreja. Tiene el flequillo mal cortado porque se movió demasiado cuando se lo intentaste cortar. Es él, Dani. Es Matthew, tu hijo.

-Jesús...-vuelve a sollozar y cierro los ojos con más fuerza de lo normal

-Estoy aquí contigo, hermano.