Cap.8: Sólo para pasar el rato

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(En galería los ojos de ann )

Luego de terminar de cenar llevó los platos al fregadero y me condujo por unas escaleras de madera, Creo que era caoba, en fin, no importa, caminamos por un pasillo en el cual se podían ver cuatro puertas; dos en el lado derecho y una al lado izquierdo la última estaba al fondo del pasillo, era esa a la que nos dirigíamos. al llegar abrió la puerta y me dejo pasar primero.
¡wow! Parece que era lo único que decía desde que vi a este hombre, por que además de lo que ya había visto (que por cierto me tenia impresionada) este cuarto era sin duda lo mejor; era grande, tenia una cama matrimonial, un ventanal por el que se podía ver las montañas de los ángeles y las luces de esta.
En este cuarto predominaba el azul oscuro, el blanco y el negro muy sobrio y elegante. Varonil, esa era la palabra, por eso pude darme de cuenta... Estábamos en su cuarto.

-Señorita gray,¿Está escuchando lo que le digo?- hablo el señor maxwell sacándome de mis pensamientos

-¿Ah?... ¿Qué?, ¿que decía señor maxwell?, disculpe estaba distraída- le dije

-Le decía que aquí podrá quedarse, es mi habitación, yo me quedare en la de huéspedes, la que esta del lado izquierdo en el pasillo- me dijo y yo solo asentí

Luego salió por la puerta dándome privacidad, fui a una de las dos puertas y encontré su armario; era grande había muchos cajones y puertas, abrí una de las tantas puertas y encontré muchos trajes colgados, cerré esa puerta y abrí una gaveta en la que habían Muchas corbatas de colores neutros... luego de estar embobada mirando su ropa (que por cierto era elegante y olía muy bien) me fui a la otra puerta y como yo esperaba estaba el baño; era grande, tenía una ducha encerrada en cristal y una bañera como para cinco personas, un gran espejo y dos lavamanos.

Ya era tarde, quería acostarme a dormir pero quería tomar una ducha, así que entre y me recogí el cabello, me di cuenta de que no habian toallas así que fui a la habitación de huéspedes a preguntarle al señor maxwell donde estaban, salí y camine por el pasillo, me detuve en la puerta y toque varias veces pero no me contesto y por eso pensé que no había nadie, otro error, ( este tipo de errores se te están haciendo costumbre) pensé.
Entre a ver si tenia toallas allí pero cuando lo hize pude ver a mi jefe saliendo del baño con solo una toalla en su cadera, tenia el torso desnudo y su cabello mojado. ¡Dios!... ¡Dios! Demasiada tentación, estaba tan concentrada recorriendo su cuerpo con mi mirada descaradamente que no me di cuenta de que me estaba hablando.

-¿Se le ofrece algo? señorita gray- me pregunto

-No-no... di-digo si- tartamudee y el solo puso una sonrisa engreída en su rostro al ver como actuaba

-y ¿que es lo que necesita de mi?-dijo mientras se acercaba lentamente y de manera coqueta ¿eso fue en doble sentido?

-Yo-yo que-queria pedirle una toalla- dije nerviosa por su cercanía ¡Dios! Por que reaccionó así

-Es que no encontré en el baño y quería preguntar donde estan- dije ahora más segura

-Vamos le muestro- me dijo

Comenzó a caminar delante de mí y pude apreciar su musculosa espalda y como se contraia cada vez que daba un paso. Llegamos a la habitación y me mostró donde estaban las toallas pero recordé que no tenia ropa sólo la que traía puesta.

-¿Que le pasa señorita gray?- me pregunto al ver mi cara

-Es que no tengo ropa, solo la que tengo puesta- le respondí

Pude ver que se quedaba algo pensativo y vi como poco a poco sus pupilas de oscurecian

-Tranquila, si quiere le presto una camisa mía- me dijo

-Está bien- le dije

El entró a su armario y sacó una camisa blanca de seda y me la dio. Luego salió de la habitación y me metí a la ducha... al salir me coloque la camisa con uno de los bóxers que el me dio, sin mi sostén y me acosté a dormir.

(************)

Me levanté temprano pues quería hacerle el desayuno al señor maxwell en muestra de agradecimiento, baje las escaleras no sin antes arreglarme un poco, Al bajar fui a la cocina que era el sueño de todo chef; por que estaba muy bien equipada y era muy amplia.
Saque tocino, huevos y masa para panqueques e hize un zumo de naranja. Cuando estaba a punto de terminar, sentí esa extraña sensación de sentirse observada y me gire para encontrarme con esos ojos grises y al hacerlo salte por el susto, a lo que el solo sonrió.

-Señorita gray ¿como amanecio?- me pregunto

-Muy bien señor maxwell ¿y usted?- le dije

-Mucho mejor que ayer, disfrutando la compañía suya- me dijo y me sorprendí ante sus palabras

-Gracias, he hecho el desayuno- le dije mientras le colocaba un plato en frente

-No era necesario señorita- me dijo

- Yo quería hacerlo en muestra de agradecimiento- le dije sentandome a su lado

Comimos en silencio pero el dijo algo que me hizo ruborizarme.

-Me gusta como le queda mi camisa- me dijo

yo no podía creerlo abrí mis ojos como platos y lo mire directo a los ojos, éstos estaban muy oscuros por que sus pupilas estaban dilatadas... mire mi atuendo y sí era su camisa me quedaba un poco corta pero grande, y está al sentarme se recogió un poco mostrando mis piernas blancas.

Devolví mi vista a él e iba a decir algo pero sus labios callaron los mío con un beso lleno de deseo comprimido por parte de ambos al principio era suave pero después profundizó el beso y me sostuvo la nuca atrayendome más a él Hasta quedar a horcajadas sobre su regazo; con mis piernas rodeando su cadera. lo que el aprovecho para pegarse mas a mi haciéndome sentir su erección lo que me hizo gemir, pasó sus manos por mis piernas desnudas haciendo que mi piel se erizara , pase mis manos por su cuello y nos separamos por la falta de aire.

-¿Sabe algo?... me vuelve loco y más ahora que lleva mi camisa no tiene sostén y se le ven los pezones, esta posición no ayuda mucho- me dijo jadeante y con voz ronca, En otro momento me hubiera avergonzado pero solo me excitaba más

-¿A si? Pues usted tampoco, esta sin camisa, con este pantalón de lino suave por el que puedo sentir a una parte de usted muy contenta y desesperada- le dije y este sólo volvió a besarme.

-¡Mierda!...- gruño

pero se separo al escuchar la puerta abrirse...

-Hola chris- saludo una voz femenina

¿Chris?.... ¿Cómo que Chris? ¿quien era esa mujer para llamarlo así?

-Está celosa, ann- me dijo entre burlas mi subconsciente

Ann, no son nada,no puedes reprocharle nada- me dijo mi subconsciente

¡Dios! De seguro era su novia, que zorra soy,estoy quedando como plato de segunda mesa.

Me bajo de su regazo y se colocó una camisa que estaba en el sofá mientras yo solo arreglaba mi camisa, bueno la suya, y mi cabello lo peine hacia atrás. Para luego salir hacia las escaleras pero él me detuvo.

-¿A dónde va?- me pregunto

-A la habitación, supongo que quiere estar a solas con su novia- dije con rabia en mi voz y me solté de su agarre

Antes de que el pudiera decir algo me fui,entre al cuarto y le puse seguro, me metí al baño y lloré de rabia y decepción esa era su novia, creo.

-ja ja ja ja ja, solo te quería para pasar el rato- dije sarcasticamente para mí misma

EL JEFE MAXWELL (Corrigiendo) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora