Murasakibara x Himuro.

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Anime: Kuroko no Basuke.

—Murochin, has vuelto a hacer trampa —se quejó Murasakibara, dejando el mando de la Play a un lado y echándose una pastilla de limón a la boca.

—Quizás, si dejaras a tus dulces de lado por un momento, podrías ganarme.

—Eso es cruel, Murochin, ¿qué te han hecho mis dulces para que los odies de esa manera?

Himuro suspiró por lo bajo.

—Sólo te estoy diciendo lo que pienso, Atsushi.

Ambos amigos —sí, claro, amigos—, habían ido a casa de Himuro, que hoy estaba solo y habían decido por jugar un rato en la consola, y a descansar también, pues habían salido hace poco de la práctica de baloncesto. Himuro había ganado en todas las partidas de Need For Speed, gracias a que Murasakibara estaba con una mano jugando y con la otra echándose dulces a la boca.

—Si yo gano ésta partida, ¿harás lo que yo diga? Por ejemplo, pedirle perdón a mis lindos dulcecitos~

—Claro.

Murasakibara dejó a un lado su bolsita de dulces e Himuro supo que el pelimorado iba en serio.

La nueva partida comenzó, y el mando de Himuro ya estaba todo lleno de sudor por los nervios, Murasakibara iba ganando, era cuestión de que jugara con las dos manos para derrotar fácilmente a Himuro. El de menor estatura trató de esforzarse, no quería verse ridículo pidiéndole perdón a una bolsa de dulces, pero de todas formas, perdió. Maldijo por lo bajo.

—Gané yo, Murochin~

—Sí, sí, ya lo sé, ¿dónde está esa endemoniada bolsa de chucherías para pedirle disculpas?

—¿De qué hablas, Murochin?

—Dijiste que debía hacer lo que tú dijeras si yo perdía, ¿no?

—Yo sólo te estaba dando un ejemplo de lo que podías hacer. Lo que en verdad quiero que hagas es otra cosa.

—¿Ah, sí? ¿Qué? —preguntó Himuro, desafiante. Esperando que Murasakibara le diera algún reto sin sentido como solía hacerlo.

—Dame un dulce.

—¿...ah?

Murasakibara se inclinó y le dio un pequeño beso a Himuro, que quedó de piedra.

—Tus labios son muy dulces, Murochin, me gusta~ Hace tiempo que no lo hacía.

Un gran sonrojo se esparció por las mejillas del más pequeño.

—¡A-Atsushi...! ¡Se suponía que esto no lo haríamos nunca más...! ¡El beso de la otra vez sólo fue un accidente!

—Pero es que Murochin, tus labios son mi dulce favorito, y eso que sólo los he probado una sola vez —reclamó, como niño pequeño—. Quiero más, más~

Se acercó más a Himuro, y lo besó. No rechazó el beso, al contrario, le siguió.

Ambos cerraron sus ojos y se acercaron más, para darle profundidad y pasión. Sus lenguas jugueteaban entre ellas, en enroscaban si parar.

Himuro supuso que, podría seguir perdiendo contra Murasakibara.



¡Lamento haber tardado tanto y que sea tan corto!


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