Aomine x Kagami.

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No es como si el As de Seirin odiara a Aomine Daiki, no, no.

No es como si el As de Touou odiara a Kagami Taiga, no, no.

¿Quién se atrevería a pensar eso? Si ellos dos se llevaban de maravilla. Tenían muchas cosas en común, el básquet, la talla de sus zapatillas era la misma... y el básquet... de cuerdo, no tenían muchas cosas en común, pero eso no significara que se llevaran mal.

«—¡Maldito negro!

—¡Maldito doble ceja!

—Deténganse por favor.»

«—¡Te crees una bestia pero ni a mariposa llegas!

—¡Y tú te crees muy genial con tus saltitos pero ni a salto de pingüino llegas!

—Deténganse por favor.»

Kuroko siempre estaba ahí para evitar una pelea entre ambos jugadores. Pero, ¿qué pasa si un día Kuroko ya no está ahí para detenerlos?

El jugador fantasma de Seirin decidió poner en marcha su plan.

«Para: Kagami Taiga.

De: Kuroko Tetsuya.

Kagami-kun, hoy estoy solo en casa, ¿quieres venir a jugar videojuegos conmigo?»

Al poco tiempo recibió la respuesta.

«Para: Kuroko Tetsuya.

De: Kagami Taiga.

Claro, ¿por qué no? Tengo todo el día libre.

Una sonrisa parecida a las de Akashi Seijuro se formó en el rostro de Kuroko. Volvió a enviar un mensaje, pero ésta vez, para Aomine.

«Para: Aomine Daiki.

De: Kuroko Tetsuya.

Hace tiempo que no nos vemos, Aomine-kun, ¿podrías venir a mi casa a pasar el rato? Además, tengo algo para ti que probablemente te guste.»

Aomine tardó un poco más en responder que Kagami.

«Para: Kuroko Tetsuya.

De: Aomine Daiki.

¿Hm? De acuerdo, Tetsu. Más te vale que el regalo sea bueno, que valga la pena salir de mi cama un sábado por la tarde.

PD: espero que sea una revista de 'esas'.»

Ahora solo quedaba esperar que esos dos llegaran. Por mientras, preparó algunas otras cosas. Fue a la cocina y sacó una botella de lo que al parecer era bebida sin gas, algo así, Momoi se la había dado.

«—No tomes de esto con nadie más, ¿sí? Un día, cuando yo vaya para tu casa, la abrimos los dos solos, ¿bueno?» había dicho la pelirosa, con un dejo de tono amenazante.

Kuroko se encogió de hombros mientras abría la botella, Momoi le había dicho que él no tomara de esa botella con nadie más, no que no se la diera a otra persona, así que supuso que estaba bien. Dejó la botella y algunos otros vasos en su habitación, todo listo para servirse.

Escuchó algunas voces provenientes de la puerta, y fue a abrirla, cuando lo hizo, lo único que vio fue a un tigre contra una pantera. Kagami tenía las mejillas de Aomine bien sujetas entre sus dedos, mientras que Aomine trataba de zafarse del agarre del pelirrojo, y le jalaba el cabello gritando cosas en, seguramente, otro idioma.

—Deténganse por favor —pidió Kuroko, poniéndose entre ambos.

Los ases se miraron mal entre ellos, pero luego dirigieron sus miradas hacia Kuroko.

—¿Lo hiciste a propósito? —preguntaron al mismo tiempo.

Kuroko desvió la mirada y negó.

—Nunca haría algo como eso.

—¡Mientes! —volvieron a hablar al mismo tiempo.

—Ese no es el punto, entren, entren.

Sin ni siquiera darse cuenta de lo que sucedía, los tres «amigos» terminaron en la habitación de Kuroko, quién sirvió los vasos de bebida.

—¿Y? ¿Para qué nos llamaste a ambos? —preguntó Kagami.

—Sólo quería estar con dos de mis mejores amigos —dijo Kuroko, fingiendo inocencia.

El peliceleste se paró de su lugar y salió de la habitación.

—¡Oi, Tetsu! —gritó Aomine, cuando vio que Kuroko ya había desaparecido, y no sólo eso, también había cerrado la puerta de la habitación, con llave.

Kagami y Aomine, solos.

—¡Arg...! ¡Todo esto es tú culpa! —gritó Kagami, apuntando acusadoramente al moreno con su dedo índice.

—¿Yo? ¿Yo por qué? —chilló Aomine, enojándose.

—¡P-Porque alguien debe tener la culpa, y ese alguien eres tú!

—¡Tu razonamiento es tan estúpido como tu cara!

—¡Eres tan estúpido que ni siquiera sabes beber agua, AHO-MINE!

—¿Perdón? ¡Mira, me tomo toda la botella de esta rara bebida!

Aomine, le sacó la tapa a la botella y se la empinó. Kagami, al ver que la botella ya iba por la mitad, se la arrebató a Aomine y se tomó lo que quedaba.

—¡Ves! ¡Yo también puedo hacerlo...!

—Ka-Kagami... se te paró...

Kuroko, que estaba al otro lado de la puerta y con la oreja pegada a ésta escuchando la conversación que Kagami y Aomine estaban manteniendo, levantó una ceja, curioso.

—¿Qué...? Aomine... a ti también se te paró.

Aomine se arrastró por el suelo, dejándose llevar por sus impulsos y comenzó a besar a Kagami, éste último no lo negó, le siguió el juego. Se desvistieron mientras se seguían acariciando y besando, hasta que Aomine impulsó la cabeza de Kagami hasta su miembro y le obligó a que lo chupara.

—Ah... Así... Kagami, se siente bien...

El pelirrojo engulló el miembro de Aomine, entero. Le escupió y lo masturbo, para luego sentarse sobre él. Emitió un potente gemido al sentir a Aomine dentro de él.

Kuroko a estas alturas ya estaba traumatizado, mientras recordaba las palabras de Momoi.

«No tomes de esto con nadie más (...) la abrimos los dos solos».

¿Qué tipo de persona es Momoi?

«La abrimos los dos solos»

¿Qué tipo de bebidas regala Momoi Satsuki?



Espero que éste One-Shot haya sido de tu agrado n-n~


One shots anime a pedido [terminado]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora