#32. Humanos crueles.

732 47 16
                                    

Los despampanantes rayos del sol se cuelan dentro de la habitación. La ventana es lo primero que veo. Los gorriones canturrean alegres como cada mañana.

Me encuentro estirada de lado en la cama notando la sabana por la cintura. Me habré destapado durante la noche. Bajo la mirada y veo una mano con las venas marcadas que me rodea por el vientre. Sonrío sin querer. Resigo el brazo con la mirada, siguiendo el rastro de una de las venas y acabo mirando por encima de mi hombro.

Ahí está. Ese chico que me altera los sentidos. Ese chico que confunde mis sentimientos. Ese chico que me tiene nadando en un mar de dudas. Ese chico que, quiera o no, me parece realmente atractivo y sexy.

Tiene el pelo alborotado por completo y duerme plácidamente. Su rostro es tranquilo y sereno, y eso me alegra. Parece que ya no ha tenido ninguna otra pesadilla.

Termino de darme la vuelta cogiendo el brazo que me rodeaba para procurar no despertarle. Lo dejo de nuevo –ahora rodeando la parte baja de mi espalda–. Estoy frente a frente. Esta es mi oportunidad de poder ver su cara más tranquilamente.

De poder memorizar cada rasgo. Cada arruga. Cada mancha. Cada peca. Resigo su rostro con los ojos. Estiro la mano izquierda, acaricio suavemente su pelo y bajo por su mejilla. La mimo con el pulgar y sonrío tontamente.

Me entra la tentación...

Acerco mi rostro poco a poco. Rozo mi nariz con la suya y me detengo vergonzosa. Me siento como si fuese una niña que estuviese haciendo una travesura. Río por mis adentros. El aire que emana de su respiración, acaricia mi labio e inspiro hondo. Los latidos de mi corazón se intensifican. Tenerlo así de cerca, ya me pierde por completo.

Noto como su mano se mueve y su cabeza se acomoda. Reacciono y me alego al instante. Me convierto en piedra. Le observo. Respira hondo y vuelve a su compás normal. Vale, sigue dormido. Bufo de alivio.

Menudo susto me ha pegado.

**

Estoy en la cocina preparando el desayuno para los dos. Me siento activa esta mañana.

Opto por preparar unas tostadas, un par de cola-caos y decido añadir unas galletas María para picar. Lo coloco todo en una bandeja añadiendo mermelada de fresa para las tostadas cuando oigo que se acercan pasos perezosos. Fijo mi mirada a la puerta de la cocina y aparece Rubén pasándose la mano por el despeinado pelo mientras bosteza y le pesan mucho los párpados.

Va solo con los pantalones. Mis mejillas se enrojecen.

Nunca me cansaré de decir que me parece muy sexy cuando está recién levantado.

- Buenos días – Le digo con una sonrisa.

Para en seco y me repasa con la mirada. Quizás tendría que haberme puesto pantalones en vez de ir solo con su camiseta y sus boxers prestados.

- Mmh...buenos días – Responde adormilado. Amplío mi sonrisa.

Se acerca y fija su mirada en la bandeja.

- ¡Oh, comida! – Dice animado abriendo mucho los ojos y coge una galleta.

Le observo curiosa a la par que divertida. Muerde la galleta y se le parte obligándole a tener que poner la otra mano para evitar que algunos trozos caigan al suelo. Se ríe en el intento y me mira con un trozo de galleta que ha quedado atrapado entre sus dientes. Me río con él.

Menuda actitud tan...juvenil. Me gusta.

- Te has despertado muy animado esta mañana – Comento mientras él termina de succionar el trozo que había quedado atrapado

La venganza es dulce (HOT) *Youtubers FanFic* [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora