Capítulo 3
Me dejé caer en el sofá de la sala, mientras pensaba como cambiar mi actitud. Esto lo hacía siempre, siempre pensaba frases bonitas que decirle. No tenía que apelar demasiado a la imaginación, puesto que cada vez que decía un insulto, mi mente profesaba todo lo contrario. Simplemente debía decirle que me gustaba su cabello, largo, fino, con esos pequeños bucles que se le formaban en las puntas. Que sus ojos eran hermosos, que me encantaba el color grisoso que salía de ellos. Que tenía las piernas más esculturales de todas las chicas del barrio. ¡Qué va, del pueblo! De toda esta ciudad, podía jurar.
Cerré los ojos y apoyé la cabeza en las almohadas verdes.
-Que linda foto, que linda foto -la voz de mi hermanita me sacó de mi trance. Cata adoraba meterse entre mis cosas, tenía algún tipo de fascinación por ellas, lo que a mí no me hacía gracia alguna. Cuando la pequeña anduvo con un sobre de preservativo dentro de una taza, a mi mamá tampoco le hizo gracia. Cata aludió a que el preservativo era un "sobre de té" de sabor exótico. Por suerte no le dieron las manitas para abrirlo. Desde entonces, los guardo bajo llave.
Abrí los ojos y mire a la niña de cuatro años. Tenía una foto de una chica en las manos y supe enseguida de quien era.
-Porque tomaste esa foto... -solté, casi al aire. Cata me miró con sus enormes ojos cafés.
-¿Es tu novia?-. Dijo inocentemente, vaya, que imaginación tienes niña, quisiera tener la misma.
-No, no es mi novia-. Le dije aunque realmente quisiera, pero no.
-¿Puedo quedármela?-. Sonrió ella.
Me levante y le arrebate la foto de las manos.
-No. OBVIAMENTE no-.Dije susurrando.
-¡Pero es una princesa! Y a ti no te gustan las princesas -terció Cata, haciendo una mueca.
-No es una princesa -Negué, subiendo las escaleras, Cata me siguió, a su ritmo.
-Sí, lo es -Se quejó, cuando llegue al piso superior. -¡Tiene un vestido! Como las de Disney-. Gritó ella feliz.
Por supuesto que Sam llevaba un vestido. Se trataba de su vestido de graduación. Se había paseado ese día con un vestido dorado bordado en mostacillas y piedras brillantes. Una pieza que caía como cascada divina sobre sus curvas. Claramente, si lucia como una princesa. Esa era la foto del anuario que había recortado para guardar debajo de mi almohada. Debo decir, sin vergüenza alguna, que esa foto me despertaba extrañas fantasías. Pero más que eso, la tenía como un recuerdo de ella.
Oh, y la espalda abierta de ese vestido. Sam había sido la más perfecta en aquel baile. Y desgraciadamente, debido a mi idiotez, me perdí el bailar con ella.
-Regálamela -insistió Cata, antes de que cerrara la puerta en su cara. Olvídalo, mocosa metiche. Esa princesa era solo mía.
Volví a meter la foto de Sam bajo la almohada, justo cuando Cata empezaba a llorar. Mamá la recogió mientras ella parloteaba sobre la foto de la princesa, y agradecí que mi mamá no decidiera hacerme preguntas. No tenía ganas de contarle que su hijo era un imbécil, todo lo contrario a un príncipe azul para la bella Sam.
Como la parte baja aun me dolían, me recosté en la cama. Y quedé perdido en un profundo sueño donde Sam se convertía en mi esposa y cosas cursis como esas.
>>>>>
Lamento no actualizar tanto pero es que de verdad que prefiero acabar la novela antes de terminar de publicarla por errores y eso, pero yo sé que ustedes quieren que actualice, so... Acá un nuevo cap, no olviden votar y comentar y esas weas!! Las amo muchooooo.

ESTÁS LEYENDO
Bubba Sam.
Fiksyen PeminatCalum es popular, atractivo, bastante solicitado por las chicas. Pero este sexy y atractivo chico tiene un gran secreto: está enamorado. Total y absolutamente enamorado. Su pequeña obsesión se hace llamar Sam Miles, y ella forma parte de sus sueños...