Capítulo 12

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En colaboración con Mariana Sánchez


Durante las vacaciones de Pascua, los de segundo tuvieron algo nuevo en qué pensar. Había llegado el momento de elegir optativas para el curso siguiente, por lo que cada uno revisó, muy detenidamente, las opciones.

—Deben pensar bien, ya que podría afectar su futuro —dijo Gustav a sus amigos, mientras revisaban la lista de las nuevas materias.

—Lo único que me encantaría es una asignatura sin los Slytherins, eso me haría muy feliz —expresó Andrea al observar la lista.

—Sabemos que eso es imposible.

—Soñar no cuesta nada —Se sentía confundida y preocupada; leyó la lista de las materias. Descartó Aritmancia; le iba a ser complicado.

—¿En serio estás considerando tomar Estudios?

—Así no tendría que esforzarme mucho.

—Pero tendrías que asistir a clases, escuchar sobre lo que ya sabes. ¿No crees que sería aburrido y luego tedioso?

—No...

—Puedes tomar Runas Antiguas.

—Me resulta interesante, no lo voy a negar.

—Sin embargo, Mena también la tomará y sabes como es. No te dejará tranquila en ningún momento.

—No me ayudes, Gus.

—Te estoy enseñando tus posibilidades.

—Esto, sin duda, es un dilema.

—Pues depende de adónde quieras llegar, Andy. Escoge aquello para lo que valgas, para lo que eres buena.

Lo único que se le daba bien era el quidditch y meterse en problemas con los Slytherin. No creía que eso fuera algo digno de enorgullecerse.

—¿Y tú cuales tomarás?

—Todas, menos Estudios Muggles.

—¿En serio?

—Esa asignatura se me hace innecesaria. Mientras que Adivinación podrías ser útil.

Andrea terminó eligiendo las que consideró útiles; desde la guerra, y aunque el mundo mágico estuviera en paz, le llamaba la atención la carrera de auror. Quizás podría ser uno. Los exámenes finales concluyeron y crecía la expectativa sobre la final de quidditch. A Gryffindor le tocaba jugar el siguiente partido contra Ravenclaw. Gavin los machacaba con entrenamientos cada noche después de cenar, de forma que Mena y ella llegaban exhaustas a la sala común. El sábado, la castaña se despertó temprano; comenzaba a sentirse nerviosa, sería la primera vez que se enfrentaba a su amigo Gustav. Después de estar tumbada media hora con las tripas revueltas, se levantó, se vistió y bajó a desayunar. Hacía un día espléndido con un sol intenso y una brisa ligera y refrescante, el resto del equipo todavía no bajaba, sólo se encontraba Sasha, Taylor y su capitán.

—¡Perfectas condiciones para jugar quidditch! —dijo Gavin a los de la mesa de Gryffindor— ¡Andy! ¡levanta el ánimo, necesitas un buen desayuno!

No tenía hambre, pero debía serenarse y estar tranquila para poder jugar. Mientras engullía el desayuno, Mena tomó asiento; tampoco se notaba para bien. Sin embargo, al igual que ella, trató de serenarse y concentrarse en el partido. Alexander y Keisi se sentaron enfrente de ellas, llevaban bufandas y escarapelas de color rojo y dorado.

—¿Cómo se encuentran?

—Nerviosas.

—Ya no sé si quiero hacer esto —dijo Andrea. Respiró lentamente para tranquilizarse.

Plumas de FénixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora