Keep Me In Love - Keep Me #3

Capítulo 1 - Derek POV

Un par de meses después...

El día comenzó muy temprano para Cassie, Mia la secuestró para ayudarla a verse como una verdadera diosa en su gran día, según sus propias palabras, pero lo que no sabe es que Cass luce como una verdadera diosa todos los días. Han estado encerradas en nuestra habitación desde hace casi tres horas y tengo estrictamente prohibido asomar las narices en esa habitación si no quiero lucir un morado espectacular en mi rostro el día de mi boda. Cassie se echó a reír antes de que su amiga cerrara la puerta de la habitación. La verdad no me atreví a responder nada porque esa es una amenaza muy seria viniendo de la mejor amiga de mi futura esposa.

Aún me cuesta creer que Cassie haya aceptado ser mi esposa, sé el terror que le tiene al matrimonio. Ambos sabemos que estaremos juntos el resto de nuestras vidas, lo diga o no un pedazo de papel pero es una formalidad que quiero cumplir.

—Mia te envía esto —dice Matt, llevando el traje que compré especialmente para este día —no quiere que lo uses de pretexto para acercarte a la habitación.

Ruedo los ojos.

—¿Pudiste verla? —le pregunto con emoción.

Matt sonríe.

—Se ve hermosa. Es la novia más hermosa que he visto en mi vida —se aclara la garganta. —Claro, Mia será la más hermosa cuando logre convencerla.

—Oye, si yo pude convencer a Cassie, todo en este mundo es posible —palmeo su hombro.

Él ríe y asiente lentamente.

—Anda, vístete que te queda poco tiempo y tu futura esposa está casi lista.

Un leve toquido a mi puerta atrae mi atención. La puerta se abre lentamente y el rostro de mi madre se asoma temeroso, sonríe al verme.

—¿Puedo pasar? —su voz sale en un susurro.

Le devuelvo la sonrisa y asiento. Ella se acerca, su sonrisa se ha hecho más amplia y suspira con cierta satisfacción.

—Te ves guapísimo —dice después de examinarme de la cabeza a los pies, me toma de ambas manos. —Estoy muy feliz por Cassie y por ti —sus ojos se llenan de lágrimas —me alegra tanto que al fin puedan estar juntos y ser felices porque de verdad se lo merecen.

Limpio las lágrimas que comienzan a caer por sus mejillas.

—Me alegro que estés aquí para compartir este día tan importante para nosotros.

—Nada ni nadie impediría que estuviera aquí —sonríe de nuevo y me abraza.

El jardín está repleto de arreglos florales. Sonrío al imaginar el rostro de Cass cuando vea la obra de su amiga. Mi madre toma mi brazo para acompañarme a caminar a través de la pequeña alfombra roja delimitada por más arreglos florales. Dan aparece frente a nosotros con rostro serio, le dedica un leve asentimiento a mi madre y luego fija sus ojos grises en mí.

—¿Podemos hablar un momento? —su tono es igual que su expresión, serio.

—Dan, creo que es un mal momento...

—Seré breve —me interrumpe. —Es importante.

Miro a mi madre en busca de su aprobación, ella asiente lentamente.

—¿De qué quieres hablar? —pregunto a Dan después de alejarnos lo suficiente.

Dan resopla.