¡Soy un hombre! (BaekYeol)

Lo inesperado

¡Hola! ¿Cómo han estado? ¿Ya comieron?  * silencio* 

Okey no jaja Hola! Aquí he vuelto con otro hermoso capo, espero que les guste y que lo disfruten tanto como yo al escribirlo. Si, me puse toca loca al leer varias veces el capo jaja (se le sale lo BaekYeol Shipper <3)

Como sea, disfrútenlo y gracias a todas esas lindas personitas que leen y dejan sus divertidos,amorosos y amenazadores comentarios <3  Todos los leo y me hacen demasiado feliz >u<

¡A leer! 

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-Y-Yo...

- Dime, preciosa. No tengas miedo, sabes que puedes confiar en mi.- ChanYeol seguía sonriendo. Cosa que incomodaba a Baek y le hacía temer por lo que diría. La mano del mayor subió por una de las mejillas contrarias acariciándola en el acto, tratando de darle fuerzas al menor para que continuara.

- Yo... - suspiro - no soy lo que tú piensas.-se apartó un poco del tacto ajeno, visualizando su lindo rostro cuando este mismo se desfiguraba levemente ante la duda.

Tuvo unas inmensas ganas de llorar, cosa que no hizo ya que no le gustaba mostrar su debilidad cuando hablaba de cosas serias. Ya que muchas de las veces este llanto incontrolable no le dejaba terminar.

Joder, Baekhyun de verdad que amaba esa hermosa sonrisa que ChanYeol tenía. Sonrisa que memorizo en su mente, ya que posible no la volvería a ver por lo que estaba a punto de confesar.

-Channie y-yo... Yo soy... ¡Ahh!... soy un hombre.

Y no se hizo esperar el silencio incómodo.

BaekHyun cerró los ojos de golpe al decir eso. Sintiendo una tensión horrible correr por todo su cuerpo, la cual aumentaba al no escuchar respuesta alguna por parte del otro.

Los segundos parecían eternos. Toda una tortura para el menor.

Silencio, fue toda la respuesta ajena. 

Y BaekHyun había entendido el mensaje. El silencio de ChanYeol era lo suficientemente claro que incluso un niño pequeño hubiera entendido. Sin ni siquiera abrir los ojos dio media vuelta y corrió, corrió como nunca lejos de ese lugar.

Quería desaparecer, quería irse lejos, quería llorar, quería... quería a ChanYeol.

Sin siquiera darse cuenta había llegado a una pequeña plaza, la cual nunca había visto antes. Su mirada viajo por todo el desconocido lugar hasta dar con una pequeña banca a lo lejos.

"Al menos puedo sentarme a contemplar mi depresión". Pensó mientras caminaba hacia dicha banca y tomaba asiento. Devastado, cansado... él solo quería cerrar sus ojos y nunca más abrirlos, pero desgraciadamente las cosas no funcionaban así.

Su cuerpo permanecía inmóvil, descansando su espalda en el respaldo de la banca y aplicando poca fuerza en su cabeza para que esta se mantuviera recta, sin aliento, su mirando la mantenía enfocada en algo pero a la vez en nada... eso hasta que sintió ciertas frías gotas rodar por su cara.

- Lo que faltaba... que lloviera.- ríe irónico y sin hacer mucho esfuerzo se limpia la mejilla, comprobando que no era lluvia.

Sus lágrimas salían sin permiso alguno. Cosa que ya no le importó.

Y lloro...lloro como nunca había llorado.

Antes había salido con otras personas pero ninguna de ellas le había entrado tanto al corazón como ChanYeol lo había hecho.