||Amanda Tras La Pantalla||

CAPÍTULO 8

Desde lo de "mi venganza", no he vuelto a hablar con Max. Pero creo que ya era hora de hacer a los problemas frente, ¿no?

Me puse en frente del esspejo de baño, para practicar que le diría:

ーMax, ¡eres el peor hermano del mundo! Pero igual te qui... ーempecé a decir, gesticulando mucho con las manos frene al espejoー. Bueno, ya sabes somo hermanos y... ーsacudí la cabeza, eso no me servía.

ー¡Hey hermanita! ーme saludó Max, justo detrás de mí. En ese preciso momento, podría haber dicho, que él vino a mí a decirme lo mismo.

ーHey Max... ーdije yo, poniéndome un mechón rebelde detrás de la oreja.

ー¿Sabes? Esto es ridículo. Tú me quieres pedir perdón, yo a tí... Así que hagamos las cosas simples, olvidemos lo que ha pasado, ¿sí? ーa veces pienso que mi hermano es demasiado directo.

Me llevé una mano a la frente, pero luego me empecé a reír. Si era cierto, ambos nos queríamos pedir perdón. Así que, ¿por qué no hacer las cosas fáciles?

ーTienes razón. ¿Hermanos otra vez?

ーHermanos otra vez ーcontestó él, con una leve sonrisa en la cara.

Sí, a lo mejor somos raros. A lo mejor no todos los hermanos se perdonan tan fácil.

Pero a veces, perdonar es olvidar. No admitir que uno estuvo mal, o que tú estuviste mal.

Nos dimos un abrazo. La verdad es que extrañaba ese tipo de abrazos por parte de mi hermano, porque realmente, es como mi mejor amigo. Sé que nunca me traicionará.

Ahora que lo pienso, he perdonado a Seb y he perdonado a Max. ¿Debería perdonar también a Jackson por ser un idiota? No, no debería. Ni siquiera me ha pedido perdón. Y si lo perdono, se seguirá burlando de mí. Como siempre, supongo.

Me fui a mi habitacion, y revisé mi móvil. No tenía notificaciones. En serio, eso me desespera muchísimo. No te imaginas cuánto. Es como si a nadie le haya afectado tu ausencia, no sé... Lo único que se me ocurrió hacer, fue entrar en Wattpad.

Adivinen quién estaba criticando otra de mis novelas. Exacto.

Decidí mandarle un mensaje privado. Cada vez este chaval me estaba poniendo más de los nervios. Y precisamente por esa razón, empezó una discusión.

"Maldita sea, ¿quieres dejar de criticarme?"

"¿Qué otra cosa puedo hacer, nena?"

"¿Buscarte una vida, a lo mejor?"

"Oooh, que malota. Me acabo de dar cuenta... No te has quejado de que te llame NENA. Empiezo a pensar que te gusta ese apodo..."

"Odio ese apodo, lo que pasa es que no quiero discutir contigo"

"¿Y por qué me has mandado un mensaje? Sabes perfectamente que eso significa discutir conmigo, nena"

"Maldito machista..."

"¿Machista? ¿Yo? En tus sueños, nena"

"No hace falta que acabes cada frase con un NENA"

"Te conozco, sé que te gusta"

"Solo me conoces de ayer, idiota"

"Créeme, Amanda, te conozco de hace más tiempo"

¿¡QUÉ!? Estaba de broma o lo decía en serio. Tecleé rápido una respuesta.

"¿A qué te refieres?"