Capítulo 2: Las primeras ofertas.
Nunca antes creí que el sol fuera tan molesto, quiero decir, no es que nunca antes haya estado con insolación, sudor, quemadura, jaqueca o síndrome mañanero, pero lo de esta amanecida supera cualquier cosa.
Y encima me he despertado abrazada al váter...
Me puse de pie como pude y descubrí que mi estómago aún sigue sin estar listo para movimientos bruscos, o mejor dicho, cualquier tipo de movimiento.
-siento unas terribles ganas de arrancarme la cabeza.
-y eso es la resaca, y uno de los motivos por los que te he pedido que no imites a tu padre- lo vi en la puerta de mi baño viendo mi miseria con una extraña expresión en su rostro.
-mhm- me queje
-bien, supongo que ya eres adulta y no quieres oír los consejos de un viejo alcohólico- dijo dándose la vuelta molesto- y espero que no estuvieras haciendo cosas raras en esos chats para depravados con esa ropa- me di una rápida mirada y me descubrí usando apenas una camisa de dormir demasiado pequeña.
-adiós pa
-si claro- grito ya fuera de mi cuarto
Una vez sola en casa decidí que lo mejor sería una ducha caliente para limpiar mi desafortunado estado, quitarme de encima la pestilente esencia del vómito y subir mi temperatura a la de un cuerpo vivo.
Salí sin un objetivo claro, y al parecer al fin con el estómago vacío. Decidí que me saltaría las clases por hoy, no sería bien visto por los docentes que asistiera con resaca, y además, no tenía ganas de dar explicaciones sobre lo hablado con el decano ayer. Y lo sé, este es el momento en el que debo dar una poética descripción del panorama callejero, el problema es que prácticamente todas mis neuronas están en huelga el día de hoy, desde las que perciben el paisaje, pasando por las que lo decodifican para que tenga sentido dentro de mi perturbada mente buscando asociarlo a una extraña y mística fuerza superior empeñada en arruinar mi vida, hasta las encargadas de mover mi cuerpo con la mayor normalidad posible.
-soy un desastre, más desastroso del que suelo ser- sintiéndome derrotada pulule por el parque buscando el lugar más adecuado para vegetar por el resto de la mañana.
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La subasta©
Genç Kız EdebiyatıInocencia perdida… Una última opción… Entre la espada y la pared… Una terrible idea que sería mi perdición… Una última oportunidad… Algo que nunca creí hacer, al menos no de esta manera… Mailen es una poco apasionada estudiante de derecho de 20 años...