Mi vida junto a Ti (SEG. TEMP. MGERS)

13

-Romeo-

Pero, antes de salir escuchamos un estallido... Inmediatamente cubro a Mía y a Vanessa.

-Narrador-

Royce junto a un titulado hombre del ejército que tiene entre manos un arma que destruye un lugar dejando solo escombros derribados, le indica que dispare. Romeo, junto a Mía y Vanessa salen de la cocina, el hombre con el arma dispara, Romeo cubre inmediatamente a Mía y Vanessa evitando que algo malo les pase.

Mía grita, su padre intenta calmarla, Vanessa antes que él las cubriera corre hacia la habitación en busca de algo. Romeo lleva en sus brazos a su hija, la lleva donde ella pueda estar fuera del peligro. Una vez la deja en el cuarto de baño de la habitación de él, cierra con seguro la puerta de la habitación y sale junto a Vanessa a buscar quien fue el que disparó el arma especializada solo para personas del ejército.

Al llegar a la cocina, el semblante de Romeo se descompone, toda la cocina destruida, pero allí, parado entre los escombros, Royce, sonríe al verlo.

-Un gusto volver a verte Romeo.

-¿Qué diablos haces aquí?-pregunto Vanessa con un arma en la mano apuntando a Royce.

-Espera, Vanessa ¿De dónde haz sacado eso?

-Lo tenía guardado, Tony, no preguntes.

-Uh, veo que tu mujercita esta armada. Pero no te preocupes no haré nada-Respondió sarcástico Royce y mirando a Vanessa agrego-Mira tú, si no quieres que tus tripas se esparzan por todos lados, baja la maldita pistola.

-Mira tú-Respondió ella en el mismo tono-Si no quieres que primero yo te vuele la cabeza es mejor que tú y tu amigo se vayáis antes de que la policía llegue. Vosotros no tenéis nada que hacer aquí.

Royce la fulmino con la mirada y no haciendo caso a los que esta decía prosiguió con su amenaza.

-Espero que Mía este bien, a ella no le quise hacer nada. Sabes que es la razón por la que quiero estar con Esperanza.

Romeo lo miro enfadado y mascullo entre dientes:

-¿Tu qué quieres con mi hija?

-Ella me va a llevar hasta mi amada-respondió sin ningún problema.

-Tu a mi hija no te acercas-dijo Romeo y dio un paso cerca de Royce.

-Yo hago lo que me da la gana-responde Royce e imita la acción que hizo Romeo segundos antes.

-Tu a ella no te acercas, imbécil-da otro paso.

-Te vuelvo a repetir que yo hago le que se me da la gana, idiota-responde mientras da otro paso quedando frente a Romeo.

-Tu, a mi hija no le tocas un pelo, maldito idiota-sisea y le da un puñetazo en la nariz a Royce, este sin saber a dónde ir, solo se toca la nariz y mira a Romeo con rabia.

Royce no se quedó atrás, una vez ordeno al hombre que lo acompañaba que se marchara, volvió la vista hacia Romeo y Vanessa, sin importar nada le devuelve el puñetazo a Romeo, pero no solo uno, lo acompaña con dos, tres, cuatro y cuando este cae al suelo, le da una patada el estómago. Romeo queda sin aire, pero al recuperar la fuerza se levanta como puede y tras devolverle una de las golpizas que Royce le dio, se aleja dejando al otro desorientado. Vanessa que todavía sigue con el arma en la mano, saca el seguro del arma, intenta bajar el arma, pero, antes de hacer un movimiento siquiera, el arma dispara y le da en el hombre a Royce, este se toca de inmediato el hombro, al ver la sangre, exclama:

-¡PERRA!-Se aleja de ellos gritando.

Vanessa mira asustada a Romeo, quien queda pálido al pensar en lo que Royce sea capaz de hacer. Esta, al verlo, soltó el arma, corrió hacia él y lo abanico con las manos.

Esperanza junto a Daniel estaban en la cocina espabilados, tomando una taza de café cada uno. Hablaban de lo poco que ella recordaba, aunque era mucho a pesar de lo que dijo el doctor.

Solange entro en la cocina fregándose los ojos y bostezando, miro a los hermanos Guzmán y sonriendo cuchicheo:

-¿Así que andan contando secretos, eh?

-No, solo hablábamos de lo que recordé-respondió Esperanza encogiéndose de hombros.

-¿Y qué es lo que...?

En ese momento el celular de Daniel interrumpe la charla y este se levanta y atiende. Al escuchar la voz de Vanessa que refleja angustia, Daniel rápidamente la tranquiliza y le dice que va a ir allá. Corta la llamada y le avisa a Esperanza y Solange. Esperanza rápidamente se levanta y diciéndole que ella lo acompaña, rápidamente corre a la habitación, se calza los Jeans una remera manga larga, la campera que tenía a mano y las zapatillas deportivas, baja rápidamente a la sala, agarra su móvil y junto a Daniel salen de la casa, entran al coche y rápidamente se dirigen a la casa de Romeo, donde Esperanza se preocupa más por Mía, aunque al saber lo que le paso a Romeo, también se preocupa, pero evitando mostrar su reacción y sus nervios por lo que paso con él, mostro solo frialdad.

Al llegar a la casa, estacionaron y salieron del coche casi corriendo. Se acercaron a la puerta de entrada, tocaron el timbre tres veces seguidas con auténtica desesperación y Vanessa los dejo pasar. Esperanza al ver a Romeo mejor, le pregunto con frialdad si estaba mejor y luego por su hija, él le respondió que estaba en el baño de la habitación, le dio las llaves de la habitación, Esperanza lo miro sorprendida, pero, sin perder tiempo se encamino allí a buscar a su hija. Una vez llego, abrió la puerta y al ver a su hija escondida bajo la cama llorando, el corazón se le partió en mil pedazos, pero haciéndole saber que ella era, la niña la abrazo con desesperación y lloro en brazos de su madre.

Bajaron las escaleras, llegaron a la sala donde estaban Daniel, Romeo y Vanessa, la niña corrió a abrazar a su tío y luego a su padre. Daniel y Esperanza se encaminaron a ver la cocina junto a Romeo, dejando a la niña con Vanessa. Cuando llegaron allí, la mandíbula de Daniel un poco mas no cayó al suelo, la cocina era solo escombros y polvo.

-¿Esto hizo ese idiota?-siseo furiosa esperanza.

-Sí-asintió Romeo.

Ella sin poder evitarlo lo abrazo, Romeo asombrado acepto el abrazo y Daniel alejándose de ellos, se fue junto a su sobrina.

-Te podes quedar con nosotros hasta que arregles tu casa-murmuro ella.

-No lo sé, no quiero molestar, puedo pedirle ayuda a...

-No molestas-respondió ella interrumpiéndolo y alejándose de él.

-Si insistes no me dejas otra opción.

-No tienes otra opción-siseo ella con media sonrisa.

-Vale, iremos-respondió Vanessa acercándose a ellos-. Por favor no me odies.

-No te odio, ¿Por qué tendría que odiarte?-pregunto seria.

-Por, bueno, ya sabes...

-Mmm... No, no odio a nadie más que a quien sabemos.

Vanessa sorprendida porque aquella no se le lanzo a la yugular, asintió y salió de la cocina dejando otra vez a solas a Romeo y Esperanza.

-Espero que a mí tampoco me odies, fui un idiota por no decirte antes lo que tenía que decirte.

-Mami-interrumpió Mía y Romeo agradeció eso, todavía no decidía si decirle la verdad a Esperanza o no.

-¿Qué pasa tesoro?-pregunto Esperanza acercándose a ella.

-Tengo sueño, vamos a casa ¿Por favor?

Esperanza miro a Romeo y este asintió. Prepararon todo y una vez salieron, Mía recostándose en los brazos de su madre y apoyando las piernas sobre las piernas de su padre se durmió. Los tres estaban en el asiento trasero, mientras que Daniel conducía y Vanessa iba de copiloto. Una vez llegaron a la casa, ya Solange estaba durmiendo.