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-Esperanza-

Cuando termino de firmar los papeles, entra una enfermera gritando:

-El señor Santos despertó y está quitándose todo de encima, no quiere que ningún doctor y ninguna enfermera lo toque.

-Voy-Responde de inmediato.

Corro tras él, pero me dice que me quede fuera hasta que tranquilice a Romeo. Hago caso y me siento frente a la puerta. Me froto la panza y siento que mi niñita se mueve de felicidad.

-Papá esta con nosotras no se fue-Digo contenta.

Veo que el doctor sale resignado y me indica que pase. Seguro que Romeo no se calma hasta verme entera. Entro sonriente y noto en su mirada el alivio al verme, me devuelve la sonrisa. Me acerco a él y me empieza a besar.

-¿Procedió el casamiento?-Pregunto entre besos.

-Si-Respondo devolviéndole los besos.

-Señora Santos-Ríe-. Me gusta como suena.

-A mí también-Sonrió.

De golpe entra Daniel y observándonos, me dice:

-Va a parir.

-¿Quién?

-Melissa.

Me levanto de pronto y lo miro. Se quedó impactado, pero le digo:

-Anda con tu mujer, tarado. Esta por parir, no te quedes quieto ahí.

Me mira y se va. Me siento porque me levante de pronto y la panza se me endureció. Acaricie la panza y se calmó. Cerré los ojos y ahora me asuste, sentí una mano fría y abrí los ojos.

-No te asustes-Dijo sonriendo.

-Tenés las manos frías.

Sonríe y me mira. Queda todo en silencio y se sobresalta.

-¿Vamos a ver el bebé de Melissa y Daniel?

-Pero...

Me miro. Lo mire y sonreí.

-Llamo al doctor y vengo.

Asintió y salí de la habitación.

-Romeo-

Volvió y el doctor junto a la enfermera me sentaron en la silla de ruedas. Esperanza se empeñó en llevarme, me negaba pero no pude hacer razonarla.

Mientras tanto pensaba, ¿Fue un sueño o de verdad hable con mis viejos amigos? Sonreía al pensar que podría ser una locura o verdad. Pensaba, pero, no parecía sueño, ni locura.

Llegamos a donde estaban Royce y Mía. Mía me abrazo al ver que estaba bien, pero su curiosidad se notaba a distancia, me miraba las piernas y aguantaba las ganas de preguntar. Al final espere que pregunte, pero no pregunto. Royce solo me saludo y después se alejó.

Esperamos bastante tiempo, Mía estaba que no se quedaba quieta, saltaba, se iba a molestar a un señor que estaba sentado un poco alejado, con un bastón y anteojos, ella se acercaba pasaba su mano frente a los ojos del hombre y sonreía. Después se sentó junto a él y comenzó a patear el bastón hasta que el señor cayo de costado, se alejó y se vino a sentar sobre mis piernas, me reía y ella avergonzada no miraba al señor, el cual la miraba y maldecía por dentro.

Después Esperanza le pide a Mía que nos deje hablar y el lugar de Mía lo toma ella. Me mira y sonríe, la observo hasta que se decide hablar.

-¿Te cuento algo?

-Cuenta.

-So... La bruja, termino en el hospital. Cruzo un semáforo en rojo y ¡ZAS! El camión la dejo como puré de papas. La vi entrando y quejándose del dolor, me parece que de esta no zafa.

La forma en como habla me hace gracia, pienso en lo que paso con Solange y me acuerdo de lo que dijo María, la observo unos segundos a Esperanza y veo unos rasgos muy parecidos a María. Tiene los mismos ojos, textura, color y demás; también la nariz.

-¿Te puedo contar algo yo?-Pregunte. Asintió-No sé si fue un sueño o qué, pero me encontré frente a frente con María y Pedro-Me miro seria, pero sus ojos brillaban-, si tus padres. Me avisaron que algo malo le podía pasar a Solange, me dijeron que tenía que quedarme aquí para cuidarte a ti, a Mía y a Génesis. Tu padre me dijo que si el estuviera aquí, tu estarías riendo a toda hora, él te cuidaría y no dejaría que nadie te lastime. María te extraña mucho, pero sabe que por algo ella no está con nosotros y te cuida a ti y a Daniel desde el cielo, sin mencionar que conoce perfectamente a Mía, y también a, Génesis, Enrique y una sorpresa para Daniel y Melissa, no solo tendrán al niño, vendrá con alguien de la mano.

Sonreía, miraba a Mía y volvía a sonreír. Mientras tanto yo observaba cada movimiento que proporcionaban sus labios.

-¿De verdad no va a ser solo Enrique?

Asiento. De pronto vemos salir a Daniel con una sonrisa de oreja a oreja, nos observa los cuatro y grita:

-¡SON MELLIZOS!

Esperanza me mira sorprendida y después se levanta a abrazar a su hermano. Royce también me mira, seguro escucho la conversación. Saluda a Daniel y se va. Se acerca después a mi Daniel y lo abrazo.

-Felicidades-Siseo-. Pronto viene otro bebé.

-Espero que los tres sean unidos.

-¿Mellizos cómo? ¿Nena y nene? ¿Nena y nena? O ¿Nene y nene?-Pregunta Esperanza.

-Nena y nene-Decimos a unísono Daniel y yo.

Me mira sorprendido y después mira a Esperanza.

-Después te explico-Dice ella y agrega-¿Puedo ver a los bebés?

-Si, vamos.-Mira a Mía y dice-Lo lamento pero tu niñita no puedes.

-Ven conmigo-Le digo-. ¿Me acompañas a la habitación?

Asiente y nos vamos a la habitación.

Mi vida junto a Ti (SEG. TEMP. MGERS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora