Mi vida junto a Ti (SEG. TEMP. MGERS)

4

-Esperanza-

Al contarle todo lo que hable con Solange a Romeo, este me dio aliento y entendiendo todo, aunque no va a perdonar lo que ella hizo, casi lo deja ¡Invalido!

Tras estar unos minutos a solas besándonos, el doctor entra y sin importar la dulzura se apoya en una mesita que hay en la habitación ojeando unos papeles. Después nos mira y dice:

-Bien, tortolitos, tengo buenas noticias.

Sonreímos y el prosigue:

-Santos, si quieres volver a caminar, va a ser fácil. No tienes nada, solo una fractura que con la medicación y con la ayuda de los días ya volverás a caminar-Ríe y dice-Eres un hombre de hierro, hay personas que con un solo disparo ya se van a la otra vida, pero tú, madre mia, nos sorprendiste a todos los médicos... Puedes irte cuando se te dé la gana, eso sí ¡Suerte!

-Con ayuda y amor, aunque algunos no lo crean, logro salir del mal momento e igualmente por lo de suerte, creo que los médicos la necesitan mucho más.

El doctor asintiendo, pregunta:

-¿Cuándo decidiste irte?

-¿Hoy puedo irme?

-Como tú quieras, eso sí, en silla de ruedas.

Asentimos y el doctor sale de la habitación. Romeo me mira y sonríe. Pero después tras querer levantarse, casi se cae y más rápido que flash llego junto a él.

-No hagas esfuerzos-Me dice.

-¿Qué preferís, caerte o no?-Pregunte desafiante.

-Está bien, pero, la próxima...

-Nada de próxima. Te voy ayudar siempre-Dije sonriente.

Una vez que lo ayudo a vestirse, sonriente me abraza y tras varios minutos me empiezo a quejar, no puedo estar mucho tiempo agachada. Agarro las cosas, las meto en un bolso y salimos de la habitación. Antes nos vamos a ver a Melissa, vemos a los bebés que duermen como ositos y luego recuerdo que le prometí a Solange ira verla. Le digo a Romeo y él se empeña en acompañarme, insisto que no, pero él dice que si, al final acepto y vamos juntos.

Vamos por los pasillos del hospital hasta llegar a la habitación de ella, miro a Romeo y antes de abrir la puerta, pregunto:

-¿Seguro querés entrar?

-Si-Responde secamente y con voz bastante ronca.

Respiro profundo y abro la puerta, antes entro yo. Veo la sonrisa en el rostro de ella al verme, me acerco a ella y antes de que diga ella diga algo, me adelanto.

-No vine sola, alguien vino conmigo-Dije.

-No es... Que no sea Royce, por favor-Dijo preocupada.

-No, no, no es Royce, es Romeo-Al nombrarlo entra y al ver la cara de ella, que es de espanto, estaba a punto de decir algo, pero otra vez me adelante-. No te asustes. No vino a regañarte, solo vino porque... porque quiso.

Solange con cara de susto observa a Romeo, quien está observándola serio, pero en su mirada veo que no está para nada feliz, ni tampoco serio, está enojado y mucho. Tras un silencio incomodo Solange decide hablar.

-Romeo-Murmura-. Lo siento, necesito que me perdones.

Él la mira, sus ojos largan rayos, lava, fuego, etc., ahora se nota su expresión a millas. La mira, la mira, la mira y al final responde.

-No sé si podre perdonarte, todo lo que hiciste está muy mal.

-Lo sé, pero necesito tu perdón.-Dice a punto de llorar-No sé si voy a salir de esta y no quiero cometer más errores.