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-Esperanza-

Cuando fuimos a la sección donde estaban todos los bebés, Daniel me dice que pasemos, pero antes que nos desinfectemos las manos. Una vez que lo hicimos, entramos, nos acercamos a dos bebés, cuyas cunitas tenían escrito el nombre. Leí los nombres y una sonrisa salió de mí.

-Valentina Guzmán y Enrique Guzmán.

-Si.-Sonrió-Alza a Valentina, yo a Enrique.

-Está bien.

Agarre con cuidado a Valentina y con miedo de romperla, siempre tuve esos pensamientos de los bebés, parecen muñequitos. Desde que tuve a Mía en mis brazos no agarre ningún bebé, excepto ahora, que agarro a Valentina, es una princesita, pero al sentir el calorcito de Valentina, la celosa de mi niña pateo desde adentro. Grite mientras reía, causando que Daniel me mirara confuso.

-¿Qué paso?-Pregunto.

-Celos-Dije riendo, me observo un segundo y sonrió-. Tarde como siempre, eh. Dejo a Valentina en la cuna y me voy a ver a Mía y a Romeo.

-Okay. Pero...-Rio y moviendo a Enrique como un muñequito dijo-Tiita, no me vas a saludar, yo también quiero un besito.

Reímos y los salude a los tres, a mis sobrinos y a mi hermano. Salí de ese lugar y con una sonrisa maliciosa me escape a la habitación de Solange. Antes pedí a la enfermera que me dijera donde estaba, con la excusa de que soy una amiga. Entre a la habitación y la cara de Solange al verme me causo mucha gracia, no me esperaba allí, pero de lo tan buena persona que soy, la fui a visitar. Estaba espantada y cada vez que me acercaba a ella, se movía rápidamente en la camilla y se quejaba de dolor.

-Hola Solange-Dije irónica.

-¿Qué haces acá?

-Vine a visitarte, pensé que era lo mejor.-Reí-Vine a contarte que tu plan salió bastante mal. Aunque quieras no vas a poder hacer nada.

-No te dijeron ¿no?

-¿Qué cosa?

-Estoy embarazada-Sonrió-. No te preocupes, no es de Santos, sino que de Royce.

Al decir "Royce" estallo en llanto y bajando la vista siguió llorando.

-¿Cómo?-Pregunte confusa- ¿no son primos?

-Nunca-Respondió altanera-. Fue solo una mentira, bueno, en realidad si es de la familia, pero yo no. Soy adoptada.

Tres, dos, uno, sentimiento de dolor y culpa, entrando en mi corazón. No entiendo cómo puede provocar ese sentimiento en mí. ¿Estoy de verdad sintiendo lastima por ella? No sé, pero me cuesta entender como pueden ser tan desalmados los padres biológicos de ella, ¿Cómo pueden dejar a una niña sola? Eso me molesta mucho. Sin mirarla a los ojos digo.

-Lo lamento, no sabía.

No me contesta pero sigue llorando, llego a mirarla a los ojos y voy a ser yo quien estalle en llanto. No puedo seguir ahí, pero se me ocurre decir.

-Ahora tengo que irme, pero después voy a venir a verte-Dije tragando con dificultad.

-¿De verdad?-Me pregunta sorprendida- pensé que con todo lo malo que hice ibas a irte riéndote de mí y no volver a verme, mientras me podrías decir que no me acerque ni a ti, ni a tu familia.

La miro y contesto:

-Jamás haría eso. Puedo perdonar, pero jamás juzgar. Puedo amar, pero jamás odiar con toda el alma. Puede ser que a veces me de rabia que no me dejen vivir en paz, pero siendo mala me iría bastante mal.

En ese momento Solange vuelve a llorar y se me ocurre abrazarla.

-Discúlpame, perdóname-Dijo llorando y me abrazo más fuerte-. No pensaba en lo que hacía, fue una manipulación, Royce y mi supuesta familia, me tenían como un peón. Nunca me trataron como tenía que ser, cuando me dijeron el plan para manipular a Romeo, lo primero que se me cruzo por la cabeza es irme lejos y no verlos más, pero, me amenazaron y tenía que hacer lo que ellos me decían-Me miro y vi en su mirada lo sincera que estaba siendo-. No quise quedarme cerca de ellos, la única opción que tenía fue llevarlo a la cama y después engatusarlo, fue lo que tenía que hacer, me dolió saber que te lastime. Fui muy, pero muy egoísta al pensar en mi felicidad, en irme lejos del sufrimiento y lastimar a otros. Pero, aunque lo hice, la infelicidad y el dolor siguieron, cuando apareciste y Romeo ya no me prestaba atención, mis padres se enteraron y no tuve opción, era matarte y sacarte de la vida de él o quedarme sola en un neurosiquiatrico. Perdóname por favor, no fue mi intensión. Perdón, perdón, perdón...

En ese momento no podía decir palabra alguna, mi cabeza y mi boca estaban bloqueadas, ¿Era verdad todo lo que me dijo? ¿O solo está tratando de confundirme? Descartando la segunda opción, decidí perdonarla. Si me hubiera tocado la familia de ella, seguro me hubiera sacado la vida apenas en la adolescencia.

-Te perdono-Dije con un hilito de voz.

Con una cara de no haber entendido lo que dije, me dijo:

-¿De verdad?

-Sí.

Me volvió a abrazar y esta vez yo me queje de que me estaba apretando mucho. Después la volví a saludar y me fui a ver a mi Romeo. Al entrar en la habitación veo a Daniel sentado en la silla junto a la camilla, Romeo me miro y mientras Daniel se levantaba, no dijo una sola palabra.

-¿Dónde estabas?-Pregunto Daniel enojado.

-Eh, tengo que hablar con Romeo, te agradecería si te fueras a cuidar a tu mujer y a tus hijos.

Con el cejo fruncido Daniel sale de la habitación. Me acerco a Romeo.

Mi vida junto a Ti (SEG. TEMP. MGERS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora