HERALDICA: LOBO BLANCO

CAPITULO 7: CHARLAS

El dolor regreso de golpe, haciendo el recuerdo aun mas profundo y doloroso. Este ultimo año había sido el peor de mi vida, si el hubiera estado a mi lado apoyándome y cuidando de mi, la soledad no hubiera sido tan despiadada conmigo. Que tenia en la cabeza para haber cometido tal estupidez. Él no es nadie para cambiar el destino, como pudo… ¡Ya es tarde Charly… no te lamentes por eso ahora, tan poco lo puedes culpar a él por querer conocerte antes de tiempo déjalo estar ya! Me dijo mi subconsciente dándome un beso en la cien. Aaron seguía de pie frente a mi, no me miraba a los ojos, sabia perfectamente lo arrepentido que estaba. ¿Odio? No era precisamente odio el que sentía por el, yo lo llamaría rencor, resentimiento tal vez. ¡Prácticamente el lo mismo estúpida! Gracias de nuevo, le dije a mi queridísima subconsciente. Me tome unos cuantos segundos para pensar lo que le diría, al final ya todo formaba parte del pasado y eso si que el no lo podia cambiar.

-Déjalo estar ya Aaron, el daño ya esta hecho, además yo no te odio, no se de dónde has sacado eso.- su mirada encontró la mia, se le veía un poco de esperanza.

-Tal vez Raksha nos pueda ayudar con esto.- dijo señalando con su brazo al espacio entre nosotros.- no entiendo como te afecto solo a ti y no a mi, creo que es lo justo por ser tan estúpido.

-Eso no esta en discusión.- uhh! Segundo strike Charly.- ¿Cómo es que supiste de mi? Quiero decir, como me encontraste, yo no tenia ni idea de tu existencia.

-Esa fue Raksha… prácticamente la chantaje con eso.- esbozo una sonrisa triste, ¿como puedo seguir torturándolo de esta manera?.- he hablado con ella, aun existe una posibilidad entre nosotros.- Silencio de nuevo.

-Yo no he dicho que quiero estar contigo, tal vez y esa posibilidad ya no exista después de tanto tiempo. En todo momento he estado ausente de todo el mundo, me siento vacía por dentro, a veces se siente bien pero otras veces el vacío se llena de dolor y eso me ahoga. Aun no me creo que ya haya pasado todo un año, de que Kyra ya no este tras de mi tratando de matarme. Creo que solo es cuestión de costumbre.

-Por favor piénsalo un poco, no nos hagamos esto. Déjame acercarme a ti. Todo este asunto me esta matando lentamente. Cuando te encontré tendida sobre la nieve estabas cubierta de sangre.- su voz se quebró con esa frase.- creí que te había perdido, me volví completamente loco. Pero entre tanto caos… escuche tu corazón. Latió para mí. Eso lo se, esa es mas que una señal de que tu sigues sintiendo algo por mi, como tu lo has dicho ese sentimiento esta oculto dentro de ese vacio, se mezclo con el mismo dolor que se acumulo allí. Solo déjame curarte, no me alejes de ti.

Con paso firme se acerco a mi, mi cuerpo no tuvo tiempo de reaccionar, cuando me di cuenta sus labios ya estaban sobre los mios. Eran tan calidos y suaves. Tan ardientes. Mis labios me traicionaron, querían todo de ellos. Era como si ya los reconocieran desde siempre, se sentía tan bien. Una enorme ola de recuerdos volvieron a mi, todas esas noches llorando por él. Entonces no estaba loca. Recuerdo haber escuchado su voz llamándome, el me ayudo a salir de la oscuridad.

Algo dentro de mi hizo Clic, todo ese rencor se desvanecía poco a poco. De pronto mi cuerpo se sentía atraído por el. Y el detonador estallo.

Me separe un poco para llenar mis pulmones de oxigeno, nuestros rostros estaban húmedos por la cantidad de lagrimas derramadas, no sabia si eran de el o mias, tal vez de ambos.

 Éramos un par de almas que se habían encontrado después de tanto tiempo. De nuevo estaba en casa. Mis brazos cobraron vida y lo sujetaron fervientemente, como si mi vida dependiera de ello. Sus brazos rodearon mi cintura atrayéndome hacia el, aferrándome contra su cuerpo. Por un largo rato solo se escuchaban los latidos de nuestros corazónes. Yo lloraba en silencio, todo fue tan rápido. De un momento a otro el resentimiento se convirtió en amor. Todo era una completa locura.