Como había sido el deseo de mi padre, el señor Lancaster me pidió alojarme en heráldica. En ese momento seria el lugar adecuado, sin ningún peligro a los alrededores. Heráldica era un lugar muy hermoso; prácticamente era un castillo del siglo XVI construido solo de piedra. En la planta baja era un enorme jardín rodeado con muchos árboles de jacarandas y extensos prados con tonos verdes intensos dándole al lugar un toque mágico. Entrando en la sala principal, se encontraban todos los miembros de heráldica dándome la bienvenida, a estas alturas todos ya estaban enterados acerca de mi identidad, pero de igual forma todo esto era nuevo para mi, pero mas que nada este era uno de esos momentos incomodos en los cuales deseas salir corriendo y encerrarte en tu habitación debajo de tu cama. Todas sus miradas se centraban solo en mí. Has pasado por cosas peores que esta, Charlotte. Vamos! Me gritó mi queridísima subconsciente. Tienes razón puedo con esta.
Había alrededor de 75 personas, un tercio de ellos adultos los demás adolescentes y niños. Cada par de ojos me examinaban de arriba abajo. L señor Lancaster carraspeo al notar mi incomodidad.
-Como ya saben esta joven es Charlotte Montfort, la hija de mi mejor amigo Adam, que como ya todos saben murió hace un año- espero por un momento y continuo- de ahora en adelante ella vivirá aquí junto con todos nosotros, y formara parte importante de esta sociedad tomando el lugar de su padre.
Murmullos se escucharon por toda la sala, claramente los podia oir. La mayoría no aceptaba mi presencia y aceptaba sus motivos. Tenían miedo de Kira. Otros decían que era muy joven para tomar un cargo como el que tenia mi padre en heráldica, me faltba experiencia, con eso si estaba de acuerdo. Me llamo la atención la voz de una mujer cuando menciono el nombre de mi madre con tanto odio que mire en su dirección. Me observaba detenidamente y yo le sostuve la mirada.
-Ella debería de estar con su Abraham su abuelo, no aquí y tu sabes muy bien porque Anthony.
-Ella va a estar aquí el tiempo que ella decida Adeleine. Por alguna razon esa fue a voluntad de Adam. Un integrante mas a la manada no nos afectaría en nada.
- Mi padre tiene razón mama, ella pertenece aquí y tu lo sabes - dijo el joven acosador del hospital- Todos aquí lo saben. Asi que no la molesten.- su mirada fue profunda esta vez, se le miraba triste.-
-No quiero incomodar a nadie aquí con mi presencia.- dije con voz fuerte para que todos prestaran atención.- he estado sola por un año completo, con o sin su ayuda puedo seguir adelante sola. Gracias por su tiempo.- gire para salir por la puerta principal con mi cara en alto. Me jure a mi misma que ninguna persona pisaría mi orgullo, ni mucho menos los heraldinos. Llegaba casi a la puerta cuando un brazo fuerte me detuvo, mi paciencia se había terminado, levante la vista y allí estaba el. En el hospital Karl lo había llamado Aaron. Al parecer era también el hijo de Anthony y de Adeleine. Me sentía furiosa. Necesitaba liberarme pronto.
-No me toques idiota.- tire de mi brazo para zafarme de su agarre, mire su rostro y tenia ganas de reirme. Su cara estaba palida y sorprendida.
-Lo… lo siento. Es solo que no puedes irte. Como ya dije antes tu perteneces aquí. Aunque no lo sepas.- bajo su mirada, dios ahora me sentía tan miserable con migo misma.
-Charlotte.- intervino el señor Lancaster.- acompáñame por favor.
A regaña dientes lo segui, pasando por delante de los heraldinos. Algunos me sonreían con complicidad. Otros me miraban con desconfianza. La minoría y según yo los allegados a Adeleine la madre de Aaron, me miraban con odio. Pero no me importo y seguí a Anthony a su despacho. Cuando cerre la puerta, el estaba centado tras el escritorio de roble. Tras de su silla estaba un enorme librero repleto de antiguos ejemplares. Anthony se masajeaba las sienes, me sentí culpable por lo ocurrido anteriormente. Mi concienscia me jaloneaba las orejas por ser tan impulsiva y orgullosa.
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HERALDICA: LOBO BLANCO
Ficțiune adolescențiYa ha pasado mas de un año desde que Charlotte Montfort huyo de casa tras el brutal asesinato de Adam, su padre. Adam y Charlotte compartinan un mismo secreto y una misma pasión: la licantropía y el amor a la musica. Tras ser tocada por el misterios...