Ciento treinta

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M A T T H E W E S P I N O S A

La enfermera me dio al pequeño bebé en mis brazos. Lo tome con cuidado y sentí como las lagrimas resbalaban por mis mejillas. Sentí una opresión en el pecho y mi estómago encogerse al verlo tan indefenso y débil.

Vendetta lloraba con fuerza y gritaba que le dolía, que no soportaba el dolor. Una enfermera me arrebató a Harry de mis brazos y se lo llevó. Me sacaron del quirófano y no me dijeron que era lo que estaba pasando.

Mi respiración era entrecortada y no veía con claridad. Me habían quitado a mi hijo, y la vida del amor de mi vida dependía de un doctor. Intente tranquilizarme, pero era en vano. Estaba demasiado nervioso.

***

Un hombre con una bata blanca salió y me puse de pie al momento.

-Esta todo bien, ella estaba sobresaltada y eso hizo que perdiera sangre. La muchacha podrá salir en una semana. 

-¿Donde esta Harry? Quiero verlo.

-El podrá salir en dos días, su fecha de nacimiento estaba programada para que naciera en dos semanas. El necesita estar en la incubadora un rato.

-¿El esta bien?

-Si, si, probablemente tenga unas cuantas dificultades para respirar el primer mes, pero es normal. En cuanto a la chica, podrá recibir visitas en un día.

Solté un bufido y me fui a la cafetería. Despues, de comprar un café y tomármelo me dirigí a las incubadoras.

En el fondo se encontraba un bebé llorando. Supe que era Harry debido a la etiqueta que estaba puesta. Me dirigí a mi casa por un cambio de ropa y mi hermana estaba ahí. Cuando iba a salir ella me detuvo y me abrazó.

Lloré.

Me dolió.

Y me quería morir en ese momento.

Gran parte de mi juventud se había ido a la borda por un descuido. Me haría responsable de ese bebé, el seria el niño más feliz del mundo. Y yo el padre que le daría esa felicidad.

BAE » matthew e. [terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora