35. Una decisión importante al llegar. Parte 1.

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Auch... Auch...

Cuando abrí mis ojos me di cuenta de que estaba en la enfermería de Alexandria ¿Qué había pasado? No lo sabía, todo lo que tenía en mente era ese delicioso sándwich que estaba frente a la camilla.

Intenté levantarme pero me dolía la pierna, la cabeza y el abdomen... Oh... Era verdad, Daryl y yo casi morimos.

Pero yo tenía hambre y ese sándwich tenía la pinta de ser preparado por Maggie ¿Quién rechazaría un sándwich hecho por Meg? Eso es de locos.

Como pude, me senté en la misma camilla y alcancé aquella deliciosa combinación de pan, jamón, queso, lechuga, tomate y otro pan.

-Eugine se enojara al darse cuenta de que te estas comiendo su sándwich.

La voz de Daryl me asustó de inmediato y creo que fue más por el hecho de que me hubiese descubierto robando comida a que él estuviese aquí.

-Daryl ¿Qué demonios haces aquí? Vete inmediatamente a la cama, tus heridas también son graves.

Intenté levantarme pero el estúpido cazador me lo impidió tomándome por el hombro un poco brusco.

-Oye, alguien tiene que ponerte un alto. Daryl, lo digo de verdad... Ve a descansar.

La mirada del cazador estaba un poco ida, como si no pudiese dejar de pensar en algo, como si ese algo lo tuviese preocupado y por lo tanto me tenía preocupada a mí también.

-Es mejor que te quedes aquí un poco más, los medicamentos que te dieron son fuertes, si no fuera por ellos de seguro ya te veo llorando de dolor.

-Bien- le contesté con ganas de vomitar el sándwich- ¿Puedes decirme que es lo que te preocupa?

Me miró esta vez, él lucia como un niño siendo descubierto por tu mamá después de hacer una travesura.

-Duérmete Luisa.

Lo hubiese tomado como algo normal pero Daryl tardó mucho en contestarme, de seguro estaba pensando en algo.

-¿Tienes algo para decirme?- aparté su mano de mi hombro.

-Voy a decirle a Maggie que ya despertaste.

Pero antes de que Daryl pudiese alejarse lo tomé por la mano, impidiendo que se fuera.

Fue completamente estúpido porque de la fuerza que hice me caí al suelo.

-Eres una tonta- Daryl me ayudó a levantarme.

Cuando quede sentada de nuevo en la camilla me fije que en el mueble de al lado estaba un florero con unas margaritas comenzando a marchitar.

-Son de los Grimes- me dijo Daryl- Carl las trajo ayer.

Grimes...

-Ahora la excelente excusa para levantarme es que debo mostrar agradecimiento.

Sonreí e intenté levantarme pero Daryl lo impidió de nuevo.

-Daryl, por favor, necesito ir a agradecerles.

-Tu solo quieres calmar tu curiosidad. Luisa, debes descansar.

Pasé mi vista por la habitación para caer en la extraordinaria coincidencia de que un bastón probablemente de acero y de color azul estaba en una esquina.

Se lo pedí a Daryl y este me lo dio muy indeciso.

-Vamos, yo te llevare.

-Daryl, deja de tomarte tantas molestias conmigo.

The walking dead //Despertar.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora