The walking dead //Despertar.

14. Las secuelas de la noche anterior.

Al fin pude llegar a mi casa, en verdad estaba agotada por lo de Rick, no solamente física, yo sentía que mi cerebro no estaba al 100%

-¿Dónde estabas?- escuche una pregunta… Alan.

Camine por todo el vestíbulo tratando de ignorarlo mientras iba a la cocina pensando en una buena y creíble respuesta.

Cuando abrí el refrigerador y me serví un vaso de agua helada con un par de hielos se me ocurrió mirarle, él me había seguido hasta la cocina.

-Me sentía un poco mal y fue a buscar la enfermería- evite mirarlo.

Agresivamente Alan quito el vaso con agua de mis manos.

-¿Qué sientes?- me tomó por las mejillas- No tienes temperatura, pero no hay que arriesgarnos-

¿Él estaba tratando de cuidarme? De alguna manera esto me está pareciendo tierno.

Me tomo delicadamente de la mano y me guio a la sala de estancia.

-Quédate ahí mientras yo vuelvo- dicho esto me sentó en el sofá y se retiró.

-¿Dónde están Alan y Greg?- pregunte gritando.

-Están con unos vecinos jugando a las cartas- contestó asustándome de lo rápido que volvió, segundos después había una manta encima de mí.

-¿Por qué no has ido tú?- pregunte sonriendo nerviosa.

Me sentía una completa idiota por decirle que me sentía mal, Alan me estaba tratando como no me merecía y eso me estaba matando de desesperación.

-Los detesto por hipócritas, eso es todo- contestó y se sentó a mi lado.

La manta me daba calor, realmente no sabía si estaba haciendo calor o era mi vergüenza por mentir la que me estaba quemando.

Sin que se diera cuenta trate de quitarme poco a poco las mantas y levantarme del sofá.

-Quédate ahí- me jaló nuevamente al sofá.

“Quédate ahí… Quédate ahí… Quédate ahí”

-Tengo que irme- le dije a Rick mientras trataba de evitar su mirada.

-¿Por qué?- preguntó confuso- Puedes volver a vivir aquí y quedarte para siempre-

¿El de verdad estaba hablando en serio? Sus ojos eran una mezcla de súplica y broma, estaba matándome la manera de tocarme en este momento.

-Entonces esperamos a que alguien entre a tu cuarto y nos descubra semi-desnudos- me volví a levantar de la cama.

-¿Siempre me las harás difíciles, no?- preguntó también levantándose de la cama.

Comencé a vestirme, ya llevaba la ropa interior y los pantalones, pero deseaba estar sin camisa un poco más para ver si Rick se atrevía a tocarme de nuevo y sentir de nuevo esa sensación.

Dicho y deseado, sentí como me abrazaba por la espalda, su creciente barca estaba rosando mi hombro y sus respiraciones calientes chocaban contra mi piel.

-Hace frio- me queje intentando liberarme, si me quedaba ya no me querría ir.

-Por eso debes quedarte conmigo-

-¿Siempre me las harás difíciles, no?- le devolví la pregunta y por fin me libere de tan agradable sensación.

-¿Entonces?-

Me tomo por lo menos unos cinco segundos volver a la realidad, Alan me miraba extrañado y yo sentía mucho calor.

-Lo siento- trate de disculparme- ¿Qué me decías?-