POV Anastasia
Me quede dormida junto al gran árbol en el parque, pero por alguna razón mi cuerpo me está obligando a despertar, es como una alarma, una advertencia, de que algo grande está por venir..., por dios!, solo espero y no sea algo parecido a lo que paso en aquel callejón..., NO!!!, no puedo dejar que algo así ocurra, debo despertar y cuanto antes mejor.
Y con esos pensamientos tan inquietantes voy recuperando la conciencia de mi misma, para así poder despertar completamente y abrir mis ojos, y así poder saber que será ese gran peligro del que mi cuerpo trata de advertirme...
Abro mis ojos lentamente, y al instante me quedo petrificada, con los ojos como platos al ver lo que se encuentra, o mejor dicho quien se encuentra, delate de mí.
¡Es un chico!, un chico guapo, un chico muy guapo de hecho, como de unos 20 o 22 años, pelo cobrizo y por lo que se ve un buen cuerpo, digo esta agachado así que no puedo confirmarlo totalmente, se nota que hace ejercicio, de hecho creo que es lo que estaba haciendo en este momento, digo por la hora que debe ser que mas podría hacer, se nota que es muy temprano porque apenas se alcanza a notar el amanecer aproximarse en el horizonte, yo diría que alrededor de las 6:00 o 6:30 de la mañana, más o menos.
Me mira con cautela, probablemente a la espera de mi reacción, y por primera vez noto que tiene los ojos de un color gris muy lindo, si esos hermosos ojos grises me han dejado totalmente hipnotizada, wow!, sí que son bonitos, muy, muy bonitos diría yo..., vamos concéntrate Steele, que acaso no vez que podría raptarte o algo parecido, así que este no es el momento de pensar en lo atractivo que es..., me dice sabiamente mi subconsciente por primera vez desde hace mucho tiempo, y aunque no quiera admitirlo tiene razón, así que dejo esos pensamientos caprichosos a un lado y me concentro en lo que esta pasando.
--Hola-- murmura con una voz muy sexy, como aterciopelada--,¿tienes frió?-- me pregunta con dulzura, y por primera vez observo la sudadera que tiene entre las manos, y que están extendidas hacia a mí, miro la sudadera y después a él repetidas veces, no sé si deba tomarla, aunque la verdad es que hace frió y si la quisiera--, anda tómala, se nota que tienes mucho frió-- me dice con amabilidad, y yo lo miro confusa, ¿cómo sabe que tengo frió?, digo ya no hay viento como anoche así que no sé cómo podría notarlo--, es que estas tiritando-- dice como contestando a mi pregunta no planteada, ¿Cómo diablos lo hizo?--, anda, tómala-- me insiste y yo la tomo con cautela y me la coloco rápidamente, la verdad es que no había notado que tiritaba, supongo que es porque solo llevo una blusa muy ligera y por eso mi cuerpo aun siente el frio de anoche.
--Hola, yo soy Christian, ¿cómo te llamas?-- me pregunta gentilmente después de que me coloque la sudadera, yo solo puedo mirarlo desconcertada, y francamente un poco horrorizada, y aunque quisiera responderle, no puedo, creo que estoy en shock, no puedo hablar, el parece notar que no le responderé, así que sigue hablando--, ¿estás bien?--pregunta otra vez, pero soy incapaz de responder, lo único que puedo hacer es mirarlo--,¿por qué estás aquí sola?, ¿y tus padres?-vuelve a preguntarme, y esa última pregunta basto para que inconscientemente las lagrimas empezaran a caer, desbordándose por mis mejillas--, ya veo--me dice y veo como acerca su mano lentamente a mí, trago saliva con un poco de miedo y con algo de dificultad, ya que me duele la garganta porque no he bebido nada últimamente--, tranquila no te are daño-- me explica nuevamente con voz suave, y no sé porque pero le creo, se puede notar en sus ojos que es verdad, y de repente acaricia mi mejilla con el dorso de su mano limpiando mis lagrimas a su vez.
Su contacto es tan cálido y amistoso, que inconscientemente cierro los ojos y me apego más a él, quien parece notarlo y abre su mano para acariciarme mejor supongo.
--Ben, levántate de ahí, o podrías enfermarte--me dice y veo como lentamente se pone de pie y extiende su mano hacia a mí, y yo dudo un poco en sí debería tomarla o no--, vamos no te are daño, lo prometo-- veo la sinceridad chisporrotea en sus ojos y lentamente extiendo mi mano hacia la suya y con mucho cuidado me ayuda a parar del suelo, es curioso pareciera que temiera romperme o algo así.
Pero al tocar su mano siento una extraña corriente eléctrica que recorre mi cuerpo, que raro, y de repente siento como las arcadas vienen a mí, volteo rápidamente a todos lados, en busca del basurero más cercano, y cuando lo localizo corro hacia él.
¡Oh mierda!, no puedo creer que vomite tanto, y más porque hace días no como ni bebo nada, agh!, soy un asco, y de repente siento unas suaves palmaditas en mi espalda, ¡por dios!, que vergüenza, es obvio que se trata de él, ¡diablos!, porque la tierra no se abre bajo mis pies y me traga ahora mismo, ¡dios!, pero que horror, no creo que haiga peor oso que este...
Una vez que las arcadas paran puedo levantar la vista, así podre ver al dios griego de ojos grises que está a mi lado y me acaba de ver vomitar, enserio el pero oso de mi vida.
--¿Estas bien?-- me pregunta amablemente, lo miro a los ojos mientras me limpio la boca con el dorso de la mano, vaya que femenino, me espeta mi subconsciente, y aunque sé que tiene razón la verdad ya no me importa y no creo que a él tampoco, después de todo me acaba de ver vomitando, así que esto no es nada en comparación, me mira expectante a la espera de una respuesta, pero a la vez un poco preocupado como si de verdad le interesara el que yo esté bien, y la verdad es que me sorprende que siga aquí de pie a mi lado, así que yo lo único que puedo hacer es asentir lentamente con la cabeza--, ¿estás segura?--vuelve a preguntar, yo solo levanto mis hombros en señal de inseguridad, le verdad es que ni yo lose, oigo como suspira pesadamente--, ok, ven--me dice al tiempo que me ofrece su mano, y yo dudo en tomarla--,tranquila no te are daño, lo prometo--lo miro y sé que lo que me dice es cierto, aunque eso ya lo sabía, es solo que no acabo de creerme que aun siga aquí después de verme vomitando, así que le doy la mano, el me rodea la cintura con el brazo y me conduce hasta la banca más cercana, donde nos sentamos --,así que... ¿al fin hablaras y me dirás lo que quiero saber? --me pregunta de manera amable, aunque puedo percibir una clara nota de irritación en su voz.
Doy un respiro profundo y decido que lo mejor será hablar, después de todo es lo menos que puedo hacer después de que él ha sido tan amable conmigo, así que empiezo...
--Ana, mi nombre es Ana-- le digo con la voz un poco ronca y áspera, por el vomito y el hecho de no haber bebido nada en algún tiempo--, de hecho es Anastasia, Anastasia Steele, es un gusto Christian, y por cierto gracias por la sudadera--estoy por seguir hablando pero él me interrumpe.
--No es nada, y Anastasia el gusto es todo mío, por cierto tienes un hermoso nombre--dice y al instante me sonrojo--, y ahora que al fin estás hablando, ¿me dirás qué haces durmiendo en un parque?-- me pregunta y puedo distinguir claramente la molestia en su voz, pero ¿qué le molesta?, ¿que este aquí?, ¿que este sola?, la verdad no lose y sinceramente no me atrevo a preguntarle, además ¿Por qué se molesta tanto?, es decir, ¿y a el que le importa?, ¿en que diablos le afecta el que yo duerma en un parque?. Abro la boca para responderle, pero en cuanto estoy por hacerlo me veo interrumpida por el sonido de su teléfono celular--, disculpa--dice mientras se levanta para contestar, veo como se aleja, y creo que es el momento perfecto para huir.
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Hola babys!
He aquí otro capítulo, ¿Qué les pareció?, ¿Qué piensan de la novela?, ¿les está gustando?
Voten y comenten que tal les está pareciendo, por cierto este capítulo va dedicado a MercedesPrezTamarit, gracias por tu comentario nena :3.
Próximo capítulo el viernes.
Se les quiere un montón.
Bye, bye
Xoxoxo
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La Pequeña Srita. Steele
FanfictionEsta vez la historia de como se conocen Christian y Ana cambia, desde el como hasta el cuando. Todo es difernte, y a la vez mas complicado, y todo empieza con un accidente, una muerte y una Ana mas inocente.