Esta vez la historia de como se conocen Christian y Ana cambia, desde el como hasta el cuando.
Todo es difernte, y a la vez mas complicado, y todo empieza con un accidente, una muerte y una Ana mas inocente.
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POV Christian
Voy junto con Elena saliendo de la empresa, y al salir no puedo evitar echar un vistazo a lo largo de la calle en un vago intento de localizar a Anastasia, esa pobre chiquilla que se a quedado tan grabada en mi...
Y de pronto la veo, ¡Es Ella!, no puedo creerlo, ¡es Ana!, está ahí parada junto a un callejón oscuro de la cera de enfrente, la reconozco perfectamente, cómo no hacerlo, después de todo va vestida con mi sudadera, aquella que le di ese mismo día en que la conocí, aun recuerdo como temblaba del frío y por lo cual decidí dársela, no lo puedo creer, simplemente no puedo, y pensar que la busque por todos lados, cuando probablemente la he tenido más cerca de lo que creía...
No puedo dejarla ir ahora, no después de lo mucho que la he buscado, y de la promesa que me hice, tengo que ir tras ella... Corto a Elena, de lo que sea que fuese lo que me estaba contando, no puedo perder el tiempo...
--Elena, porque no te adelantas-- le digo al oído, en un susurro seductor--,tienes la clave de acceso, ve y esperame en el cuarto de juegos, llegaré en 20 minutos-- digo rozando ligeramente el lóbulo de su oreja, a lo que ella me responde con un silencioso jadeo.
--Claro-- dice sin aliento, es obvio que mi juego le ha gustado, aunque realmente solo es una distracción para que ella se marche, la verdad es que preferiría no involucrarla en nada que tenga que ver con Ana.
Veo como sube a su auto y se marcha, y enseguida corro al encuentro de Anastasia que está entrando en el callejón junto al que se encontraba, corro tratando de alcanzarla, porque no quiero que vuelva a huir de mi...
Llegó directo al callejón, está oscuro y sucio, he inmediatamente me hace sentir culpable por no haber encontrado antes a Ana, ¡por Dios!, como alguien podria estar aqui, no lo entiendo, simple y sencillamente no me explico, cómo es que esa pobre e inocente criatura vino a dar a un lugar así, y a un mas increible es como es que a sobrevivido así durante tanto tiempo, mi niña, mi pobre niña abandonada...
Recorro el lúgubre callejón en busca de la pequeña señorita Steele, y la mayor de mis sorpresas es ver que ella no se encuentra aquí, ¡¿pero cómo?!, es físicamente imposible, este es un callejón sin salida, ¿cómo es que pudo desaparecer así?, ¡¿como?!.
Ana, Ana, Ana, ¿porque me haces esto?, ¿porque no quieres que te encuentre?, ¿porque?...
Y sin más me dispongo a volver, doy media vuelta, y me encuentro con Taylor, tal parece que me siguió hasta aquí, aunque realmente no lo había notado hasta ahora.
--Supongo que se trataba de ella, ¿cierto Señor?-- preguntó él en tono inquisitivo, supongo que siendo el jefe y encargado principal de mi seguridad le preocupo un poco el verme correr hasta aquí sin sentido ni explicación, después de todo ese es su trabajo, por lo cual le pago, y bastante bien a decir verdad.
--Así es, aunque tal parece ser que solo fue una visión o algo asi, porque, como puedes darte cuenta, ella no se encuentra aquí--le respondo, en un tono quizás un poco duro, aunque no por enojo, sino por desepcion, realmente creí que esta vez la había encontrado al fin, después de tanto buscarla, creí que al fin la tendría aquí, conmigo, para así poder ayudarla, pero no, no está y esto, por alguna extraña razón, me produce una extraña sensación de desazón, me gustaría saber porqué....
Sin más decidí regresar al auto, no tiene caso seguir aquí, no si ella no está...
Una vez abordo le indico a Taylor nuestro destino, y él prudentemente no hace mas comentarios al respecto, de pronto mi humor se a opacado por esta falsa proeza de haberla encontrado, creo que ahora lo único que logrará mejorarme un poco el humor es el hecho de saber que tengo a Elena esperándome en mi apartamento para cumplir fervientemente al pie de la letra el papel de mi sumisa, si tal vez eso me ayude, las opciones son infinitas...
Y así divagando en la multitud de opciones recorremos el camino hasta el Escala...
¡No puedo creerlo, Christian, mi Christian!... Casi pude abrazarlo otra vez.
Desde hace un par de días cuando lo seguí a ese lujoso edificio, en el que parece que trabaja, he estado viniendo a tratar de verlo, ya que, por alguna extraña razón, no he podido dejar de pensar en él, y parece que él está igual, no por nada corrió hacia a ti en cuanto te vio, ¿no lo crees?, mi tonta inconsciente, siempre ideando las más locas e improbables ideas, aunque no niego que sería lindo si eso fuese real...
En fin, será mejor que salga de una vez de este basurero en el que me escondí para que no me encontrara, y quizás también sea bueno dejar de espiar a Christian, por lo menos por un tiempo, no quiero que me encuentre, después de todo parece que lleva una buena vida, es exitoso y todo eso, asi que yo solo le estorbaría, además, no busco su lastima, sino que solo quiero su compañía, su amistad, solo eso...
