Narra Alejandra.
Una voz terrorífica estaba irrumpiendo mi sueño.
Vuelve a casa. Vuelve a mí. Vuelve a casa. Vuelve a mí, te estoy esperando.
Abrí los ojos a medias. Los primeros rayos del sol del amanecer iluminaron mis alrededores.
Olía a madera quemada, y la fogata estaba extinta frente a mí.
Ese chico extraño... Toby, no estaba del otro lado de la fogata. Escuché voces a lo lejos, y no pude evitar asumir lo peor. Quizás Toby me había traicionado y había traído a la policía hasta aquí para entregarme.
Quizás ni siquiera era la policía, pero una especie de banda de asesinos en la que el pertenecía y los había traído para matarme o peor.
O quizás me había vuelto una maldita paranoica y estaba escuchando voces en mi cabeza. Así que tomé mi cuchillo y me pare lentamente. Caminé hacia donde se oían las voces sigilosamente, ya que había mucho eco en el lugar.
Vi a Toby primero, estaba hablando con un encapuchado misterioso. Su capucha era blanca y su pantalón era negro, no era alto y era delgado y tenía una voz grave pero algo ronca y rasposa. Era una voz sexy, a decir verdad.
Me pare en un hoyo donde alguna vez hubo una ventana y los miré.
-¡Eh, Toby! ¿Quién es el chico misterioso?- pregunté algo extrañada de verlo.
Los dos voltearon a mirarme, pero fue el encapuchado quien atrajo mi atención.
Traía la cortada enorme de una sonrisa de la cual destilaba sangre y.... No tenía ojos normales, sino que eran obscuros como si fuera el abismo del inframundo. De sus cuencas salía un líquido extraño negro y podía sentir su intensa mirada.
-Oh Dios... ¿Que...?- tartamudeé, caminando hacia atrás.
-Alejandra...- dijo el tipo encapuchado, tratando de acercarse.
Y en ese mismo momento, me caí y me desmayé.
(.......)
Me duele horrible la maldita cabeza. Me levanto mareada, y veo doble. Encima de mi rostro está el rostro de ese chico extraño con la enorme sonrisa.
Grité orrorizada y gateé hacia atrás. -¿Quién eres tú? Más bien, ¿Que eres tú?- Lo examiné con ojos grandes como de un búho.
-Te lo dije, se le olvidó todo.- Dijo Toby sacudiendo la cabeza con tristeza.
El chico de la sonrisa puso su mano en mi rodilla. -¿Alejandra realmente no me recuerdas?- Su tono tenía algo de fe en lo que él me decia.
Aparte mi pierna de él. -C...Como -le dije a Toby -jamás en mi vida los había visto.
Compartieron una mirada de preocupación y tristeza. -Tiene que haber una manera de que consigamos que recuerde.- Dijo el chico.
Toby suspiró. –Jeff, sabes que eso será bastante difícil. Además no podemos presionarla, su cerebro aún puede estar sensible.
Jeff. Ese nombre encendió una chispa en la parte trasera de mi mente. Me resultaba bastante familiar, pero no podía poner mi dedo en el recuerdo concreto.
-Tienes que regresar a casa.- Dijo Jeff mirándome una vez más, -Todos te extrañan.... Bueno, Slender y Cherry Pau aún siguen un poco enojado, pero estoy seguro de que al verte se les quitara.
-¿Slenderman? Que nombre más ra...- Dije exaltándome. Me levanté y le quite el polvo a mis pantalones.
-Yo no voy a ir a ningún lado con ustedes. Son completos extraños para mi.- Dije, -Además yo estoy con Slenderman, él me ha cuidado desde que tengo memoria, es una persona amable y seguramente nunca me ara daño y, yo me muevo sola. Soy como un lobo solitario, no necesito una manada para sobrevivir.
Me giré para irme corriendo, pues Slenderman me había hablado de estos chicos, y sabía que me querrían matar, pero alguien tomo mi muñeca. -Vamos Alejandra, ¿No quieres saber qué fue lo que paso?- Dijo Jeff, -¿No quieres recordar tu pasado?
Lo pensé un momento. -Ya se lo suficiente.- Me solté de él y salí del edificio sin una palabra.
Ni uno de los dos me siguió.
(....)
Acampar a la intemperie sin una tienda de campaña no era nada divertido. Al menos, tenía una fogata que me daba calor en esta noche tan fría.
Aprovechando el tiempo yo afilaba mi cuchillo sentada en frente de la fogata, sintiendo el calor en mi rostro y mis manos. Miré el cuchillo un momento, recordando donde lo había conseguido.
Se lo había quitado a un cazador viejo después de matarlo. Recuerdo que tenía cabezas disecadas de varios animales y rifles colgados en la pared. Él estaba sentado en un sofá de piel de leopardo en frente de una chimenea. Jamás me vio venir. Encontré el cuchillo en una funda en su pantalón, y me gustó tanto que me lo lleve.
Sentí una presencia detrás de mí, y preparé mi cuchillo. Me volteé rápidamente para sorprender a esta persona. Pero la que quedo sorprendida fui yo.
Me quede con el cuchillo justo en su cuello-Tu otra vez...- dije frunciendo el ceño. -¿Cómo me encontraste Slenderman?
Se encogió de hombros. -Fue fácil seguirte el rastro.- señaló a un punto cerca de la fogata. -¿Puedo sentarme?
-Ya discutimos esto y te dije que yo ando sola.
-Entiendo, pero hasta el más solitario de los lobos a veces necesita un poco de compañía de la manada ¿No crees?- dijo,
Suspiré resignada. -Está bien. Siéntete como en casa.- dije irónicamente, ya que estábamos en medio de la nada y sin una casa a kilómetros de distancia.
Se sentó, y yo hice lo mismo. -Sabes, haz cambiado desde la última vez que te vi.- dijo Slenderman.
Asentí. -Debo admitirlo, aun no me acostumbro a como me veo ahora, pero creo que mis ojos son geniales, viéndose obscuros cuando mato a alguien.- sonreí un poco.
Sonrió. -Me gustan más ahora.- dijo Slenderman tratando de causarme algo de gracia.
Me aclaré la garganta y me senté derecha para parecer impotente, como una negociadora. -Slenderman quiero dejarte una cosa clara: Yo no salgo con chicos extraños. No le pertenezco a nadie. Soy libre y quiero seguir siéndolo, ¿Entendido?- respondí tratando de dejárselo muy claro.
Suspiró y sonrió creo que sonrió, pues no tiene rostro y dejo salir un sonido irónico -Se me había olvidado lo independiente que eras. Esa es una de tus mejores cualidades.
Le cambié de tema y no volvimos a tocarlo. Después de un rato de platicar de cosas tontas, yo estaba muy cansada y me quede dormida.
Ya estaba casi inconsciente cuando escuché un suspiro y después un murmullo.
-Vuelve pronto a mí, Alejandra. Por favor.
ESTÁS LEYENDO
Memoria de amor.
Ficção Geralla joven Alejandra ha tenido que pasar por muchas cosas, si embargo esta decidida a recuperar si viada. muy pronto la segunda parte de "La sonrisa del Amor", no se la pierdan, sera mejor que la primera...