Encuentro de Amor.

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Narra Alejandra.

Entramos a una tienda que no me parecia nada familiar, pero Laughing Kath parecia ya conocerla. Se acercó a la cajera con una sonrisa. Yo la mire extraño.

-Carolina, es la primera vez.- y me señaló.

-Oh ya veo, acompáñame linda.- Carolina salio de su escritorio y se dirigio conmigo a un cuarto oscuro, ella prendio la luz y se iluminaron todas las prendas sexys. Nina sonrió con emocion.

Miré a todos lados, mis ojos grandes como platos. -Oh Dios chicas... ¿En que me he metido?- ellas y Carolina rieron.

Nina se acercó a mi. -Ella te ayudara a encontrar algo que cubra tus cicatrices, ahora ve.- Me dió una nalgada y me empujó para que caminara hacia Carolina.

Carolina usó una cinta metrica para medir mis senos, mi cintura, mis caderas y parte de mis piernas. Comenzó a buscar prendas lindas, y las puso en mis brazos.

-Los probadores estan por allá. Escogé los que más te gusten y modelalos para nosotras.- dijo con un guiño.

Me metí al vestidor y comencé a probarme las prendas. Algunas parecían muy estrafalarias para mi gusto, o eran demasiado femeninas para una chica ruda como yo.

Encontré una prenda mas simple que las demás. Era Roja y me cubría una parte de el abdomen y tenía unos suspensores rojos en las piernas con medias del grandes del mismo color preciosos. Por primera vez desde que desperté de el coma, me agradaba mi apariencia en el espejo.

Salí de el vestidor y me sentí un poco apenada de que una mujer que apenas y conocía y las chicas me miraran tan expuesta. -¡TIENES QUE LLEVARTELO!- las cuatro gritaron a una voz. Sus ojos estaban grandes como platos y sonreían con gran admiracion.

Me sonrojé un poco. -¿Creen que le guste?

Ambas asintieron como locas. Sonreí de lado. -Entonces, me lo llevo.

(....)

Para cuando regresamos a las cabañas, la noche había caído. Acompañamos a Laughing Kath a su cabaña y ella me abrazo.

-Suerte.- dijo. Al separarme de ella, me dio una nalgada y guiñó un ojo. – CON TODO.

Me sonrojé al punto donde estaba roja como tomate. Caminénamos rápidamente hacia mi propia cabaña. Sentía la emoción, las ansias, y la adrenalina todas mezcladas en mi pecho. Las chicas se fueron sin decir adiós, y me dejaron con una sensación de miedo

-¡Ya llegue!- anuncié al entrar.

-¿Donde estuviste todo el día?- preguntó Jeff. Estaba sentado en el sofá viendo la televisión junto con Jack.

-Yo...- Miré a la bolsa rápidamente. -Solo me fui de compras con tus hermanas y con Laughing Kath.

Sus miradas volvieron a la tele. -¿Y que compraron?- preguntó Jack.

-Cosas de chicas, ya sabes...- me aclaré la garganta. -Bueno, iré a darme un baño.

Me apresuré al baño y cerré la puerta con seguro. Tenía que empezar a prepararme, no solo físicamente sino mentalmente también.

(....)

Después de salir de la tina, me puse una crema corporal con olor a cereza, mi fruta favorita. Me arreglé un poco el cabello y me pinte los labios. Mientras me ponía las prendas, mis manos no dejaban de temblar.

Por fin iba a hacerlo. Iba a tener sexo con un creepypasta y era demasiado afortunada al tener al famoso Jaeff para mi solita.

Me puse una bata de seda rosada que también me habían hecho comprar, y salí de el baño.

Memoria de amor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora