27.

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Heather

—Creo que me tomaré unas vacaciones.—murmuro, observando a Aaron.

El hombre tatuado que se encuentra sentado en mi sofá, sosteniendo una botella de cerveza que él mismo se encargo de traer para "animar el ambiente".

—Querida, estas en exámenes finales.—me recuerda.

—Lo sé, lo sé—juego con mis manos.—Pero lo necesito.

Observo como se lleva la boquilla de la cerveza a la boca y le da un largo trago.

—¿Y el chico del que tanto hablabas? ¿Qué será de él?—me pregunta.

Me quedo callada, ¿que le puedo decir? Por supuesto, no será algo como "Pues, mira; me enamoré de él. Y, ¿qué crees? ¡Me engaño! Esta loco, le gusta matar gente. Ah, y le hizo un diario a una voz que sólo él puede escuchar."

Sacudo un poco la cabeza y decido mentir.

—Somos muy diferentes. Además, es simplemente un amigo.

Aaron ríe, escupiendo un poco de la cerveza que estaba en su boca a la alfombra.

—Por Dios, Heather, eso no te lo cree ni tu madre.

—¿Que?

—Heather, querida,hermosa y adorada Heather, somos amigos...¿desde hace cuanto?

—Diez años.—respondo, frunciendo los labios.

—Te conozco más que a la palma de mi mano, más que a Sean y su...

—¡Ya entendí!—le interrumpo, antes de que diga algo que no queremos escuchar.

—Bueno, sabes a lo que me refiero.

Asiento.

—Dímelo, Heather. ¿Qué pasó para que te quieras ir de Queens así como así?

—Ya te lo dije, Aaron. Somos muy diferentes.

Levanta una ceja y deja la botella de cerveza vacía en el suelo.

—Vaya, esto está más intenso que esa película que fuimos a ver al cine.

Le doy un leve empujón y escucho su dulce risa característica.

—No sabes cuanto te extrañé, Aaron.—le digo, cambiando de tema.

No quiero hablar de Dallas. Siento que cada que lo recuerdo, una nueva herida se abre en mi pecho.

Los brazos de mi amigo rodean mi pequeño cuerpo y siento un inmenso alivio por todo el cuerpo. Necesitaba uno de esos abrazos, de esos que sabes que siempre estarán ahí para ti, de esos que Dallas O'Brien, no puede dar.

—Y yo a ti, pequeña.

Me río un poco, había olvidado ese apodo que Aaron me asignó cuando se dio cuenta de que era más alto que yo.

—Volviendo al tema...

—Aaron—protesto.—No quiero...hablar de eso.

Sus ojos verdes se encuentran con los míos.

Oh, no. Esa mirada...

—Los opuestos se atraen, querida.

—No es verdad.

—Se nota que no ves películas.—suspira.—¿Acaso no te has dado cuenta que en todas las películas dramáticas en este mundo los polos opuestos se atraen? Ah, y no me vengas con la tontería de que quieres regresar a South Shields, ese lugar es una mierda y lo sabes.

Me agacho para coger una de las cervezas de Aaron, la destapo y me la llevo a la boca.

Un largo trago, eso es lo que necesito. 

¿Porque no puedo ser como esas chicas que mentir es su segundo idioma?

—Emborrachándote no lograrás que olvide este tema.—me advierte.—Solo...hablemos.

Sus ojos verdes me miran, dulces y tiernos. Bajo la botella de cerveza al suelo y tomo una larga calada de aire.

—Se llama Dallas—empiezo.—Lo conocí en el trabajo, Steven's Coffee. Y, bueno. Ya sabes lo demás.

Aaron asiente atento.

—¿Qué te hizo para que quieras regresar a Queens?

Siento un nudo en la garganta y las palabras se niegan a salir de mi boca. Me obligo a no llorar y bajo la mirada a mis manos.

—Él...tiene problemas. 

—¿Qué clase de problemas?—pregunta interesado.

—Él...

Escucho como alguien golpea la puerta fuertemente.

Aaron y yo nos levantamos del sofá rápidamente y nos miramos mutuamente, confundidos.

—¿Qué diablos fue eso?—dice.

El ruido se escucha una vez más.

—Yo iré.—le digo.—De seguro son los hijos de los vecinos haciendo una de sus tan famosas bromas.

—¿Segura?

—Si, Aaron. Espera aquí.—le ordeno.

Asiente y se deja caer nuevamente en el sofá, tomando una nueva cerveza del six-pack.

Me dirijo a la puerta y cuando la abro él aparece frente a mí, con los ojos llorosos y el rostro demacrado.

—Dallas, ¿que...? Te dije...

—Ayúdame.—me pide.—Esta acabando conmigo.

Ni siquiera me da tiempo para responder, cuando lo veo caer al suelo, derrotado.

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Aaron en multimedia :)

Psychopath. © [#1] [Sin editar]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora