Capítulo 11Labios Rojos

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-¿Avenged Sevenfold?
Agito rítmicamente la cabeza acorde a la batería del buen y grandioso Mike Portnoy con As I Am, canción de Dream Theater.
- Hummm -pienso mi respuesta antes de contestar -me gusta el cantante, es guapo. Bastante guapo, diría yo. Pero no es una banda que diga "¡Mierda, qué banda!" su ultimo disco no fue de mi agrado.
Al terminar As I Am, subo el  volumen a las bocinas cuando comienza "Always"  una de mis cancionesfavoritas de el bendito Bon Jovi. Me recuerda a cuando conocí a Sharon, creo que por esa canción nos hicimos amigas inseparables... o algo  que se le parezca a "inseparables"
-Hablas de Matt Shadows. Carajo, Charlie. Yo por él sí me hago gay -bromea haciéndome reír fuertemente. ¿Andy gay? Ha de ser gracioso ver a ese dios del sexo masculino tener pasión con algún hombre.
- I WILL LOVE YOU, BABY... AAAAAALWAYS -canto. Pero para ser sincera, mi canto parece más como si estuvieran a matando a una manada de gatos, haciendo, claramente, a Andy reír por milésima vez en la noche. ¿siempre es así de risueño? No considero que tenga mala voz, pero son las cuatro y quince de la madrugada y ya nos hemos tomado varías cervezas, así que puede ser que me encuentre un tanto ebria.
-¿Queen? -continuo con su encuesta sobre las bandas. Toda la noche nos la hemos pasado hablando de comida, películas y música, y aunque suene patético, me la estoy pasando muy bien con James Dean.
-Definitivamente sí -responde y yo le doy la razón. Claro que sí ¿a quién diablos no le puede gustar Queen? 
-¿También te harías Gay por Freddie Mercury?
Él arruga la nariz negando con la cabeza.
-¿Por qué? ¡Freddie Mercury es un dios! -exclamo a su defensiva.
-Puede ser, pero no es sexy.
- ¿Y Shadows sí?
-Pues claaaaaaro -contesta alargando las palabras. Me carcajeo mirando el techo y para saciar mi risa me agarro del estomago, mientras el sonríe divertidamente.
Creo que él y yo podemos ser buenos amigos. Tengo que admitir que en algunas cosas no concedimos, pero tenemos más en común él y yo, que con toda la gente con la que me junto.
Es gracioso, y lo que más me fascina de él, es cómo suenas las maldiciones de su boca ¿Raro, no?
Pero sí, su barba de dos días, imagino yo, y la forma en que maldice se me hace condenadamente sexy. 
¿sexy? ¿realmente estoy diciendo que un chico rubio es sexy? Creo que ya he tomado suficiente.
No me gustan los rubios, no me prenden... Bueno.... Quizá sólo él...
Ok suficiente.
Me dispongo a levantarme del puff, en el cual ya llevo un buen rato, para que mi trasero vuelva en vida.
Au, no siento mis pompis.
-Espera -me dice Andy tomando mi mano en el momento en que he tocado su rodilla para pararme. Frunzo el ceño ¿qué le pasa?
-Sólo voy a pararme -le digo entornando mis ojos. Aunque me niegue siquiera a pensarlo, me ha ofendido que me quitara la mano apenas y lo toqué. 
-Sí, es sólo que...se me ha adormilado la pierna -suelta. Sonrío un tanto por la forma en que hace que no nos movamos y otro lado porque fue la pierna quien no quiso que lo tocara.
Miro sus piernas entrelazadas sobre el puff y una idea grandiosa se me pasa por la mente.
-¿Con que...se te ha dormido, eh? -me burlo  y él voltea a verme amenazante.
Frunzo los labios para evitar reírme y comienzo a voltearme lentamente del puff, de manera que tengo mis rodillas sobre la tela suave de éste.
-Charlie...-sisea colocando ambas manos en el aire en modo de escudo. Qué niño.
-James Dean -respondo y sin darle oportunidad de contestar me tumbo sobre él haciendo que suelte un grito ahogado y caemos al piso rebotando. Me carcajeo y tomo ambas de sus piernas ya que desconozco cuál es la dormida, y comienzo a zarandearlas sustituyendo sus gritos por carcajadas. ¿ves? No es tan malo, James Dean.
Sé que, por lo que pasó en el Chipotle, tuvo que quedarme claro que no es bueno hacerle bromas a las personas, porque obviamente existe el Karma... pero ¡era inevitable hacerlo! Más aparte, para no sentirme tan mierda, le echo la culpa a las cervezas que él me ha dado. 
-No más...-susurra. Me ha pasado cientos de veces esto y si yo hubiera sido él, ahorita no tendría un huevo. Pero, en vez de empujarme y decirme que cuando se recupere me va a dejar calva, se a limitado a gritar, reírse y estrecharme más a él. Ambos estamos tirados en el suelo frío y yo estoy entre sus piernas mientras Andy me agarra de las costillas.
Es poco inusual que yo tenga esta cercanía con alguien, y más si  lo acabo de conocer, pero, nuevamente, culpo a las cervezas que ahora están haciendo efecto. Me siento un poco mareada y extrañamente feliz. Maldito sea el alcohol y sus funciones.
-Me voy a vengar, Charlie, te lo juro -me amenaza. Aparentemente sus piernas ya han regresado a la normalidad, así que ya no tengo que estar sobre él.
-Hazlo. Pero no con una quesadilla de habanero -me echo a reír junto con él y comienzo a recargarme sobre mis manos para poder levantarme, pero él me lo impide. Frunzo el ceño, observándolo curiosamente  >¿a ahora qué le pasa?< estoy dispuesta a preguntar, pero sus ojos azules, un poco más oscuros que los míos, me lo impiden. Es bastante guapo. Me gusta cómo se ve su ceja poblada un tanto más oscuro que su cabello y sus dientes tan perfectos que muestra cada vez que se echa a reír, aunque normalmente su risa se deba a que se está burlando de mí, pero eso no impide que me agrade junto con su quijada bien definida, logra que se vea tan jodidamente guapo. Su masculinidad es algo que no puedo descartar de un hombre, y si me lo preguntan, mi chico ideal sería como él, pero en moreno. Observo los vellos de su barba extremadamente gruesos. Me pican las manos para tocarlo, así que no me las aguanto, y comienzo a acariciar sus mejillas y cuando lo hago, me pregunto si hice mal, ya que él ha cerrado los ojos, pero, tengo que decir que su expresión es más de placer que cualquier otra cosa.
-Me hace cosquillas -murmuro distraídamente y a continuación acerco mi mejilla a la de Andy. Puedo sentir como su cuerpo se ha tensado debajo de mí, pero no me importa, es gracioso cómo se siente.
Comienzo a acariciar su barbilla con la punta de mi nariz. Vaya, esa parte es más sensible.
Estoy a muy poquitos centímetros de su boca, y si no fuera porque realmente tengo alcohol en las venas, no me plantaría besarlo. Pero así como me picaban las manos, ahora me picotea los labios.
Carajo. Me separo un poco de él para poder observarlo a los ojos. Tiene las pupilas increíblemente dilatadas y puedo perservir lujuria en ellos. Sonrío, eso es lo que quería ver, así que con todo el permiso del mundo, junto mis labios a los de él.
Estoy borracha, es la única explicación que me puedo dar, no suelo hacer nada parecido, y mucho menos con alguien que acabo de conocer.
Mi subconsciente se plantó besarlo, nada más para calmar la curiosidad que tenía en saber qué se sentía su boca sobre la mía. Pero cuando Andy se aferró más a mis caderas y me atrajo hacia él, no me pude resistir. Su barba me daba cosquillas, pero sus labios son demasiados suaves. Enrede mis manos en su cabello rubio abriendo la boca para darle permiso de entrar en ella, y lo hizo ¡y vaya cómo lo hizo! Tenía un sabor a cerveza y a ... Andy.
Un pequeño gemido se me escapó de la boca al sentir sus manos apretando mi trasero, importándome poco. Me gusta está sensación. Y ahora que lo pienso bien, no se siente igual que cuando Chris me besaba. Comencé a moverme lentamente entre las piernas de Andy, para sentir más su tacto. Su piel sobre la mía lo único que lograba era erizar los vellos de mis brazos y de mi nuca, sorprendiéndome. Sí, es sorprendente cómo mi cuerpo flaquea con un simple toque, y con una persona simple e insignificante.

-Espera... -me separé un poco de él, recargando mi frente en su barbilla y así poder tomar aire. Comenzaba ya a  jadear porque no estaba respirando bien, quiero pensar. Andy sacó una de sus manos de mi blusa y las colocó donde estaban antes de que empezáramos. Ni siquiera me di cuenta que ya tenía su mano debajo de mi ropa. Vaya.
Al llenar mis pulmones lo suficiente, como para regresar a lo que estábamos, volví a encararlo. Tiene los labios rojos por nuestro beso y el cabello despeinado, me hubiera reído, pero es obvio que yo estoy peor que él.
-No eres como me dijeron -murmura. ¿como le dijeron? Junto el entrecejo ¿a qué se refiere? -Jared dijo que eras muy altanera -respondió mi pregunta no hecha, y continuó: -...y bipolar y que si no quieto tener problemas contigo que no tomara tu Nutella...Ah, y si podía, que no te hablara. Era la única manera que mis huevos estarían a salvo.
Abro la boca para contestarle, pero la cierro de inmediato sin saber qué decir.  ¿eso dicen de mí? Quiero decir, no me importa lo que se diga de mí, pero, a pesar de que Jared y yo no concedimos en muchas cosas, siempre creí que él y yo somos una especie de "amigos" o al menos, yo no le diría a nadie que él es un sucio borracho que se baña cada quince días.
-¿Qué te pasa? -pregunta Andy confundido al notar que he desviado la mirada sin siquiera limitarme a contestarle. Me levanto, ahora sí de su pecho, y me siento en el otro puff -¿Charlie?
-Nada -medio sonrío -es que... tiene razón.  Yo soy todo lo que dice Jared -me río colocando mi cabello detrás de mis orejas.
-No me lo parece.
>Si él supera< me digo por mis adentros.
-Es verdad, nunca había entrado a la habitación de algún compañero nuevo, a menos que tuviera que echarle la bronca. Nunca suelo reírme tanto y beber cerveza. Y tampoco ando por ahí besando a cualquiera que se me haga apuesto. Ni siquiera me he ofrecido a hacer palomitas. Nunca, nunca, nunca ¿es raro, verdad? -frunzo el ceño pensando en lo que acabo de decir. Hay algo nuevo en ese chico. Algo que me atrae hacia él. Quizá es su forma de ser, o su físico inexplicablemente hermoso. O, también puede ser que tenemos mucho en común. O... ese jodido, jodido beso tan bueno que me dio.
-¿Y eso es malo? -pregunta.
Pienso un poco su pregunta antes de responder ¿es malo? Parece ser que no, no suelo tener muchos amigos, únicamente a Sharon, pero jamás un hombre. Quiero decir, con Chris tenía una confianza extraña, nunca le he contado mis cosas personales, simplemente era confianza sexual.
La única persona con la que he contado plenamente fue con... Leo, mi ex novio,  y resulta ser que esa misma persona me destrozo completamente.
Niego con la cabeza, para olvidarme de mis pensamientos y me levanto del puff, ha sido suficiente de James Dean por hoy.
-Me iré a la cama -anuncio buscando mis sandalias por todo el piso, hasta que las encuentro debajo de uno de los puff.
-Bien -responde decepcionado. Me gustaría quedarme con él, y continuar con lo que estábamos haciendo, pero si lo hago, mañana, cuanto esté en mis cinco sentidos, me arrepentiré.
-Me la he pasado bien contigo, James Dean -digo abriendo la puerta de su todavía-no-recogída-habitación.
-Yo también, Charlie.
Sonrío y cierro la puerta detrás de mí encaminándome al baño para lavarme los dientes y después a mi habitación, la cual esta justo a un lado del cuarto de Andy.
Sin encender ninguna de las luces, me tuvo en mi cama, todavía tendida, y me toco los labios.
Maldita sea, qué bien besa ese hombre.
Sonrío nuevamente por la travesura que hice al besarlo, tomo mi almohada y la coloco entre mis piernas, como normalmente hago para dormir, y cierro los ojos, los cuales ya me pesan.
No debo beber tanto, no debo beber tanto, me regaño y por primera vez en el día, me quedo profundamente dormida.

Heeeeeey! Perdónenme la vida por no subir en un buen tiempo, pero he estado súper ocupada. En unos meses me iré a vivir a otro país y he estado viendo lo de mi traslado, la universidad, mi piso y toda las cosas que se hacen, me la he pasado súper ocupada. Pero parece ser que ya he acabado y tendré más para subir. Espero les guste la historia. Y pues bueno, quería comentarles que ya se acerca las escenas más subidas de tono, así que, pues nada. Espero sean de mente abierta y no se espanten. Bsossss

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