1- No hara daño

301 47 16
                                        

Al llegar la noche me acosté pensado en el grandote (lamentablemente no soñé con el), debería dejar de pensar en hombres y pensar en la universidad, eso si es importante, pero su olor y esa sonrisa, ¡Dios mio!.



- ¡Milly! Te estoy hablando, ¿es que acaso no me escuchas?.- Pregunta Ana moviendo las manos en mi cara.

- Hay perdóname mija no fue mi intención es que estoy con la cabeza en las nubes.-Si, cómo no, tremenda nube en la que estoy pensando.

- Bueno.-dice pero no muy segura.-Como te estaba diciendo voy a salir después de clases con mi amigo y quiero que vayas conmigo y antes de que digas que no, el me dijo que iría con un amigo suyo así tu no te aburres, de verdad quiero que me acompañes, es más, necesito que lo hagas.- Ana pone cara de niña buena y junta sus manos en modo de suplica.

Termino diciéndole que si a lo que ella reacciona dando saltitos en su lugar, después de hablar con mi madre durante unos 10 minutos o algo así para pedirle permiso me dijo que si, pero dejándome claro que no debía llegar tarde a casa.

- Me dijo que si, así que dime para donde vamos y sabes que no puedo llegar tarde.- le dije apuntándole con un dedo.

- No seas tonta y no te preocupes.-Dijo moviendo sus manos, como restandole importancia al tema, agarra su celular a lo que me dice.- ya le dije que vamos para su casa.

- ¿Para donde? ¡Estas loca!.-Le digo mirándola fijo y ella solo me sonríe.- Como vamos a ir a la casa de un hombre así por así, Dios mio Ana, con que clase de loca es que me junto.-Digo alzando las manos, preguntándole a Dios.-¿Y si nos está esperando para violarnos, matarnos y dejarnos tirada a un lado de la carretera? o que se yo.

- Mujer ya cálmate, no seas tan exagerada, todo esta dicho así que ya cállate nos vamos y listo.

- Dios si nos matan yo te mato otra vez en el más allá, tenlo seguro.

Un rato mas tarde llegamos a la casa del amigo de Ana, es una casa muy bonita y grande, esta toda pintada de blanco.

-¿Tonta estas ahí?.- me pregunto Ana dándome con un dedo en la frente, cosa que sabe que me disgusta, la miro mal.

-Si, aquí estoy y deja de hacer eso que me estas molestando.- No termino de hablar cuando lo veo, agarro la mano de Ana.- ¡No-puede-ser-tragame-tierra Ana! ese es el bombóncito de la universidad ¿Ana que hace el aquí?.- la muy tonta no me estaba prestando nada de atención, estaba viendo a su dichoso amigo Lucas, el cual estaba al lado del chico hecho con las manos, hoy que lo puedo ver bien me fijo más en su cuerpo se ve que hace ejercicios. 

-Hola soy Lucas y tu debes ser Milly, ¿cierto? .

-Si, ese es mi nombre.- Dije en tono bajo.

- Antonio ven déjame preséntate a unas amigas.- Con que ese es su nombre.

-Hola mucho gusto.- Me dice sonriendo de lado.- Tu eres la pequeña con la que choque en la universidad.- ¡Me reconoció! no sé porque me emociono pero aun así lo hago.

-Si, soy yo.- le dije con una sonrisa tonta en la cara, escuche a Ana reír y la mire con los ojos achinados.

-Bueno querida yo voy a hablar con Lucas.- Si, cómo no, van a hablar me dice.- Ustedes quédense aquí y así se conocen un poco.- ¡La voy a matar! al parecer noto mis intenciones y tomo a su amigo de la mano y se marchan, me dejo aquí con Antonio, nunca había pensado que fuera un nombre sexy hasta hoy.

Duramos como 40 minutos hablando de muchas cosas, es una persona muy divertida y sobre todo super sexy. -Deja esos pensamiento Milly- Gracias a Dios salió Ana con su "amigo" los dos estaban riendo y murmurando.

- ¿Hey macho ya la besaste o esperas que te den un empujoncito? - pregunto Lucas,  Antonio y yo nos miramos  y sonreímos, estaba claro no nos habíamos besado y no teníamos pensado hacerlo, para ser sincera como que ganas no me faltaban.

Ana la muy mal... solo se río y comenzó a insistir en que UN BESO no haría daño a nadie y que era solo uno. Antonio y yo nos miramos fijo a los ojos el me pregunto que le podía dejar probar mis labios a lo que yo respondí con una sonrisa algo en mi interior me decía que no era lo correcto, que no estaba bien y mas cosas pero en algún momento deje de escucharla solo que no estoy segura de cual fue el momento preciso.

Nos fuimos acercando lentamente hasta que la distancia entre nuestros labios se volvió inexistente, sentir sus labios sobre los míos fue casi mágico se me erizo el bello del cuello, los brazos, las piernas, sentí una corriente eléctrica por todo el cuerpo.

Nunca pensé que con tan solo UN BESO podría sentir tantas cosas, no pensé que con un simple beso mi vida cambiaría... simplemente no pensé.

UN BESO...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora