Ya había pasado una semana desde nuestra cita, y he de decir que nuestra relación es extraña, él se comporta muy lindo conmigo, claro, eso no quita que me siga molestando con sus tontos y pervertidos comentarios, pero en fin, todavía no estoy segura de qué somos en realidad.
Por otro lado está Kyle y aunque no nos hemos visto desde aquella noche, todavía nos texteamos y suele mandarme postales muy graciosas por Line.Realmente pensaba que esto de los chicos era menos complicado, ya sabes que si te gusta alguien simplemente se lo dices y ya veías qué pasaba después, pero estaba equivocada, no tenía ni idea de cuáles eran mis sentimientos en este momento, cada chico me hacía sentir de una manera diferente y ambas me gustaban.
Tenía la sensación de que en cualquier momento todo se desmoronaría, no sabía por qué, solo sentía esa sensación extraña en la boca del estómago.
Adam se había ido este fin de semana a su casa, solo dijo que era un asunto familiar y no tenía de otra que presentarse, aunque yo no lo vi para nada entusiasmado de ver a su familia.
Llegué a preguntarle a los chicos si sabían que tenía Adam, pero ninguno de los dos respondió como yo hubiera querido, sabía que ellos eran como hermanos y yo todavía era prácticamente una simple amiga cualquiera, pero en cierto punto me dolía que no me tuvieran confianza de decirme por qué había tanto misterio, pero aún más me preocupaban las emociones de Adam y me perturbaba estar tan cerca de él pero a la vez muy lejos de ser alguien en quien confiara.
Me había perdido en mis pensamientos durante toda la mañana del sábado y no prestaba mucha atención ni por dónde caminaba y muchos menos en hacia dónde iba. Había ido al centro por unos libros que leer, pero después de salir de la librería, deambulé por las calles transitada de diversos tipos de personas y ya que no prestaba atención tuve varios incidentes y tuve que disculparme muchas veces.
Todo terminó cuando de pronto choqué con otro transeúnte, esta vez tendría que espabilarme, cuando fui a pedir disculpas por el inconveniente, me encontré nada mas y nada menos que con un Kyle sonriente de oreja a oreja.
-¡OH!¡Lu eres tú!, no puedo creer que te encontrara aquí, sabes, llevo toda la mañana tratando de comunicarme contigo y nada - dijo, con sus ojos puestos en mi -si que tengo suerte - esta vez golpeó suavemente mi barbilla con su puño, lo que me hizo sonreír y sonrojar.
- ¿Y bien? , estoy aquí, qué necesitas con tanta urgencia, como para estarme llamando toda la mañana - pregunté ahora un poco más animada por tener alguien con quien distraer mi mente.
El chico no dijo nada, simplemente sonrió traviesamente y me tomó de la mano para hacer que lo siguiera, ni siquiera se dignaba a decirme a donde íbamos, pero con este chico tendría que hacerme a la idea de simplemente seguirlo y ver qué pasaba después, ya que parecía que siempre sería de ese modo.
Llegamos a su coche y fue cuando estábamos adentro que me dijo que iríamos a una fiesta. Al decir fiesta simplemente me relajé, pero cuando agregó que era en su casa, entré en pánico.
- ¿Dijiste una fiesta en tu casa, ósea con toda tu familia?- él rió gracias a la nota de terror que había en mi voz.
-Tranquila, es solo una fiesta y no quiero ir solo, por favor - puso cara de perrito a medio morir y aunque no me gustaba mucho la idea, simplemente no pude decirle que no, éramos amigos así que estaba bien conocer a su familia, ¿cierto?, asentí y su rostro se iluminó.
- Bien, pues en marcha.
Todo el camino me estuvo platicando de su madre y su padrastro, así como de algunos de sus primos, al parecer eran buenas personas.
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¿Internado para señoritos?
Ficção Adolescente- Estas de broma - le dije a mi madre con las cejas levantadas. - No. Estoy hablando muy en serio - su cara expresaba total seriedad y enojo. No lo iba a aceptar, mi madre se había vuelto completamente loca. - No ire a ese internado, soy una chica...