Las clases habían terminado, todos se dirigían a descansar y divertirse después de la jornada educativa, menos Adam y yo, que ya nos encontrábamos con el profesor Santiago para cumplir con el castigo otorgado por nuestro "grandioso" director.
¿De qué se trataba el dichoso castigo?, simple, calificar exámenes de grados menores, eran muchos, así que estuvimos prácticamente las dos horas en ello.
Mientras calificábamos y éramos observados como presas por el profesor, cuando había alguna oportunidad, Adam solía dedicarme una mirada y una pequeña pero hermosa media sonrisa, a parte de eso, la mayor parte del tiempo solo estaba concentrado en su trabajo, mientras yo deseaba que me dijera algo, cualquier cosa, para no aburrirme tanto, pero no sucedió, no al menos hasta que estuvimos fuera del alcance del irritable y malhumorado profesor de física.
Una vez salimos del aula, mientras caminábamos por los pasillos, el chico que iba a mi lado me enfocó, con esa mirada suya que me provocaba algo que no estaba segura de entender muy bien, ni de saber porqué me pasaba con aquel chico odioso y encantador, todo al mismo tiempo.
-Que estupidez eso de ponernos a calificar exámenes, ¿no crees?. Le vino de maravilla el castigo a Santiago, así tendrá la oportunidad de obligarnos a realizar lo que vendría siendo su trabajo, nos explotará mientras se duerme.- dijo Adam. Tenía razón, estábamos haciendo el trabajo del profesor y él ni siquiera hacia nada, solo se quedaba ahí sentadote mirándonos.
Espera un minuto, Adam acaba de decir que el profesor se duerme, pero cómo es eso posible.
-¿Cómo que se duerme? Nos ha estado observando las dos horas fijamente. - dije mirándolo estupefacta.
Él negó sonriendo. Lo cual me dejó con cara de idiota y escuchando atentamente lo que me diría a continuación.
- Lo hacía, me refiero a que dormía. Por que crees que usa esos lentes oscuros.- mis cejas se fruncieron un poco, qué descaro por parte del profesor, pero aun no entendía como Adam sabía que dormitaba. No pasó mucho cuando contestó a mi pregunta como si me hubiera leído la mente- la primera media hora si nos vigiló, lo sé porque se movía, pero eso ya lo sabes. En fin, a la hora se mantuvo en una sola posición hasta que sonó la alarma de su reloj, ningún ser humano puede quedarse por más de un minuto o menos en la misma posición, a parte, tenía la boca ligeramente abierta.- Adam parecía haberlo estudiado muy bien.
Ok, entendía que el profesor se durmiera y todo ese rollo, pero lo que no comprendía era por qué demonios no me dijo nada durante esa maldita hora y media.
Traté que eso no me molestara, ya había pasado, así que cambié el tema.
- Para la otra preferiría limpiar la escuela entera que calificar los tontos exámenes de los mocosos de 1° y 2°, hay algunos que dan pena.- dije con un prolongado suspiro de frustración.
-No lo creo, nos basta con la cafetería los fines de semana, a parte, los retretes ya tienen a Charlie y sus amigos para su aseo durante dos semanas, todos los días.. - Adam lo dijo de forma satisfactoria- y referente a los exámenes, es cierto dan pena, la mayoría son bastante idiotas - volteó los ojos. No supe si lo hizo sarcástico o no, pero era mejor olvidarse de algo tan irrelevante. Lo que si importaba era la mención de baños y Charlie en una misma oración.
-¿En serio? ¿Ése fue el castigo que les impuso Russo? -dije dejando escapar una risotada, la verdad era espléndido, para mi claro, porque para ellos sería un reverendo asco. Adam asentía y reía conmigo.
-Y eso no fue todo, me enteré que no podrán salir del instituto en todo un mes, serán vigilados por el chico de los dormitorios y los profesores. -dijo Adam
-Puff, genial. Creo que amo al director. ¡Ése castigo si que es épico!. Qué bueno que el de nosotros no es nada comparado con el de ellos.
-Exacto -dijo el chico con una sonrisita coqueta para luego cambiar su expresión a una aun mas sexy- Hem, me preguntaba, ya que nosotros si podemos salir del instituto ¿Te gustaría ir por un helado? -Adam soltó las palabras rápidamente y con tono seguro, y como ya dije era demasiado sexy ya que su voz era grave.
-Por supuesto que si, contigo me gustaría ir a donde sea- gritaba mi mente, pero en cambio de mi boca salió un simple- Está bien.
Caminamos hasta la entrada donde nos encontramos con Dan y Josh.
-Hey, hola, ¿a dónde van? -dijo Josh al vernos.
-Hola chicos, Adam y yo vamos por un helado- esto se me salió sin más, fue cuando me percaté de que los chicos nos miraban con interés y cejas levantadas, que se me ocurrió invitarlos, para que no pensaran que era una cita o algo así, porque no era una cita ¿oh si?, no, claro que no. Qué me ocurre, no me había sentido de este modo con ningún chico. Estaba confundida hasta el tuétano.
-¿Quieren venir?, pueden acompañarnos, ¿cierto Adam? -dije mirando al chico de sonrisa encantadora.
-Eh si, supongo -Adam no parecía muy convencido o por lo menos eso me pareció a mi, ya que les había echado una mirada algo extraña a sus amigos, pero eso no detuvo a Josh y Dan , ya que aceptaron de inmediato la invitación.
Caminábamos juntos riendo y platicando, hasta que nos topamos con la heladería. Los chicos comenzaban al igual que yo a observar los sabores, que por cierto eran muchísimos detrás de la vitrina donde lucían deliciosos.
Sentí como alguien se colocaba a mi lado, pero no me moleste en mirarlo.
-No me has llamado -dijo una voz que se me hizo familiar, mis amigos seguían observando la larga vitrina de helados a mi lado izquierdo, así que no era ninguno de ellos, cuando voltee hacia mi derecha lo vi, sonriéndome ampliamente.
Me recuperé rápidamente de mi sorpresa al encontrarlo ahí parado al lado de mi.
-Es cierto no lo hice, pero he de decir que esa era tu tarea no la mía -dije como saludo contestando su comentario e igualando su sonrisa.
Él rió - Me creerías si te dijera que no tuve tiempo y esa es totalmente la verdad. -dijo con ojitos de perrito.
-Eso quisiera, pero hoy en día los chicos son unos mentirosos de primera -dije juntando las cejas fingiendo enojo. Lo cual no logré mantener por mucho tiempo porque empecé a reír.
-Hola kyle, tiempo sin verte.- saludé al chico alto frente a mi.
-Hola, luce -Kyle se acercó y me plantó un beso en la mejilla, ese gesto me hizo sonrojar, él era realmente guapo.
-Realmente si intenté llamarte, pero me mandaba al buzón cada vez -ahora que me ponía a pensar mi celular estuvo apagado la mayor parte de toda esta semana, ya que mamá no me dejaba tranquila.
-Oh, lo siento si no pudiste comunicarte, lo que pasa es que lo tuve que apagar por.....algunos motivos, pero trataré de encenderlo más a menudo, para cuando no estés ocupado haciendo no se qué cosas, me llames. -Kyle sonrió.
-Entrenar - mi cara debió expresar total confusión, y así era, estaba confundida por su respuesta, a lo que no tardó en aclarar - estoy en el equipo de lacrosse de mi instituto. - dijo Kyle, mientras yo seguía observándolo.
-Qué bueno que te encontré aquí, quería verte desde hace días -esto último hizo que me volviera a sonrojar, qué me pasaba, yo nunca me sonrojaba y últimamente Adam y Kyle me hacían ponerme como tomate.
-Qué te parece si te invito un helado, ¿qué dices? -dijo kyle. Sus ojos se llenaron de esperanza de que yo aceptara y su sonrisa invitaba a decirle que si, pero, y siempre hay un pero, no podía aceptar.
-Me encantaría -él sonrió -pero ahora no puedo, estoy con mis amigos (de los cuales me había olvidado). Su cara cambió, poniendo ojos de perrito triste. Qué lindo se veía.
-¿Vienes solo? -pregunté antes de que se diera cuenta que me quedé más de lo necesario viéndolo.
-No exactamente, mi equipo se encuentra afuera. -dijo kyle.
-¿Eso quiere decir que los ibas a abandonar? -pregunté con una risita, kyle también rió.
Estuvo a punto de contestarme cuando mis amigos interrumpieron. La expresión de Kyle cambió radicalmente a seria cuando Adam detrás de mi pronunció mi nombre. Fue raro el cambio que sufrió el rostro de Kyle, pero traté de no tomarle importancia.
Cuando giré para encontrarme con mis amigos me encontré con la misma expresión que vi hace un segundo en Kyle.
-Chicos, él es Kyle. Kyle ellos son Josh, Dan y Adam- dije presentándolos. Ninguno de ellos dijo nada, se limitaron a verse con caras muy serias y algo más que no descifré.
-¿Se conocen? -pregunté intrigada por el comportamiento de los 4 chicos.
El que contestó a mi pregunta fue Josh, ya que Dan se quedo callado y tanto Adam como kyle sostenían la mirada el uno del otro con odio. Eso era lo otro que no me había percatado en sus expresiones, odio y furia, pero ¿por qué?, ¿qué sucedia?. -Si, nos conocemos, él juega en el equipo de lacrosse de Cornelius. -ya todo encajaba, los Halcones de Cornelius eran los enemigos jurados de los Leopardos, el equipo de lacrosse del instinto Russo donde jugaban mis amigos y Adam era capitán.
-No solo juego, soy el capitán del equipo -dijo Kyle ahora posando sus ojos castaños en mi, dedicándome una sonrisa.
-Lo que me pregunto, luce, es ¿cómo es que conoces a... estos chicos?-con esta simple pregunta voltee a ver a mis tres únicos amigos en todo el instituto, todavía con caras de irritación hacia el chico que conocí aquella tarde en el centro.
Kyle seguía mirándome ignorando a los otros tres chicos presentes.
-Vamos al mismo instituto -dije dedicándole una sonrisa a kyle.
-Pero cómo podrías ir al instituto Russo, si eres una chica, ahí solo hay maricas.... quiero decir chicos -dijo esto último con sarcasmo, lo cual y aunque me caía muy bien Kyle, me irritó, ya que tres de esos "maricas" se estaban convirtiendo en mis mejores amigos.
Los chicos se tensaron a mi lado, si no hablaba rápido esto no acabaría bien.
-Si, soy la única chica en el instituto. Sabes kyle, ¿que tal si me llamas y platicamos otro día? - dije algo nerviosa ya.
-Claro que si Lu, todavía me debes una cita.-Kyle le sonrió burlonamente a mis amigos, Adam apretó sus puños y dió un paso hacia adelante propinándole un derechazo a Kyle en el mentón. Si que se puso intenso el asunto y como no quería que llegara a más, me interpuse entre Kyle y Adam e hice que el primero se detuviera dándole la espalda al segundo. Miraba a Kyle, el cual tenía una cara de querer asesinar al chico detrás de mi, ya ni me imagino la expresión que ha de tener Adam.
Intenté convencer a Kyle de que se fuera , tratando de no poner especial atención a su linda cara, que ya estaba comenzando a hinchársele en el área del mentón y parte de sus labios.
-Por favor Kyle, vete, te veo otro día, por favor- dije con los nervios de punta, no quería que esto acabara realmente mal, en especial porque Josh y Dan estaban igual de tensos que Adam.
Convenciéndolo de que lo dejara así y se marchara, Kyle se despidió de mi, esforzándose en reprimir su enojo y regalándome una sonrisa.
Una vez que desapareció detrás de la puerta todos nos relajamos en cierto punto, menos Adam, se veía que seguía inquieto y furioso, no entendía el motivo, ya que Kyle se había ido.
-Que tipo más basura -era Dan que hablaba con desprecio en cada palabra que pronunciaba.
- Que mas da, vámonos ya- Adam adoptó un tono enojado con matices de rencor.
- ¿Por qué se odian tanto? -pregunté, a lo que me arrepentí de inmediato gracias a la mirada acusadora de los tres.
- ¿Qué haces con ese tipo? ¿Cómo lo conociste? ¿Sales con él? -las preguntas de Josh me bombardearon. Tenía una expresión de angustia en su rostro.
-Bueno... Lo conocí esa vez que nos separamos en el centro, y respondiendo a tu interrogatorio, no hago nada con kyle y no, no salgo con él.... Somos amigos -esto último lo dije bajito, temiendo que mis amigos explotaran, pero era la verdad, Kyle me caía bien, y ya sé que no se llevan nada bien y eso me quedó muy claro con lo ocurrido, pero eso a mi no me incumbe, eso es problema de ellos.
Dan y Josh me miraban con miradas de reprimenda y Adam, bueno, él ni siquiera me miraba, estaba como perdido en sus pensamientos, con expresión neutra, nada de emoción cruzaba su rostro.
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Hola, espero que les esté gustando la novela, regálenme sus comentarios y un voto, lo apreciaría mucho.
Xoxo.
"Ningún libro, como ninguna buena casa, muestra todo su mérito desde el principio" -Thomas Carlyle
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¿Internado para señoritos?
Novela Juvenil- Estas de broma - le dije a mi madre con las cejas levantadas. - No. Estoy hablando muy en serio - su cara expresaba total seriedad y enojo. No lo iba a aceptar, mi madre se había vuelto completamente loca. - No ire a ese internado, soy una chica...