Asegurados

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Blurr llegó a Metroplex, esquivando a cualquier Autobot que se encontrara en su camino hacia la base de la Guardia Elite. Al llegar, paró en seco y miró hacia arriba, el edificio era bastante alto y tenía un elevador muy lento.

«Creo que tendré que hacer mi propio elevador», pensó Blurr antes de usar su velocidad para escalar el edificio. Corrió hasta llegar a la oficina de Cliffjumper.

—Aun no entiendo, so... —La voz de la Autobot se vio interrumpida por los toques de la ventana.

—¡¿Blurr?! —Cliffjumper en breve abrió la ventana, dejando entrar al corredor.

—Cli-Cli... —Blurr trató de recuperar su aliento—. ¡Cliffjumper! —Tomó al líder de inteligencia de los hombros con su virtuosa agilidad—. ¡Por favor, por favor, tienes que mandar refuerzos, Megatron está libre! ¡Está libre y...!

—Espera, ¡¿qué?! —El líder de inteligencia exclamó—. ¡¿Pero qué pasó, Blurr?!

—¡No lo sé! —El corredor gritó con desespero—. Llegamos a la prisión, fuimos a la celda de Shockwave, ¡y él no estaba! Luego, de la nada, las barreras de Megatron y Lugnut desaparecieron. ¡Por favor, tienes que decirle a la Guardia Elite que mande refuerzos antes de que Megatron escape!

—... ¡Denme un momento! —Diligente, Cliffjumper se acercó a su monitor para pedir ayuda.

Blurr suspiró aliviado, al menos, ya había cumplido con su parte. Ahora sólo era cuestión de qué tan rápido respondían los refuerzos. Después de "relajarse", vio a su derecha, identificando al Autobot que se encontraba en la oficina con Cliffjumper.

—¡Oh! Hola, Arcee. —Blurr volteó a ambos lados—. ¿Y Swiftshift?

La maestra bajó su procesador, muy apenada.

—Blurr, tenemos que hablar.

—X—

—¡WO0O0OO0O0O0o0O0!

Random salió volando después de hacer explotar una refinería local. Pronto, cambió a modo jet y voló a donde Shockwave se encontraba escondido, donde este no lo recibió de muy buena manera.

—¡Te dije que solo necesitábamos un galón! —Shockwave reprochó.

Random cambió a Hothead.

—¡YO TAMBIEN TENGO HAMBRE, BABOSO! —gritó Hothead antes de volverse Icy—. Y puedo asegurar que tú también lo estás, así que tome dos barriles.

—Pero hiciste estallar la refinería, eso atraerá mucha atención... —Ambos empezaron a oír sirenas—. Vámonos de aquí.

Ambos fugitivos corrieron lo más rápido posible hasta llegar a una zona marginada de Metroplex, ¡pero qué gran manera de anunciar su llegada a la ciudad! ¡Qué barbaridad! Blitzwing ni siquiera estaba obligado a acompañar a Shockwave. Después de todo, el espía tenía solo la suposición de que su hijo residía en aquella ciudad, y regresarlo a casa conllevaba a dirigirse ahí.

Blitzwing se estremeció y dijo.

—Este lugar me da escalofríos.

Shockwave se sentó y se recargó en una pared bandalizada.

—Los Autobots nunca le ponen atención a estos lugares, terminan siendo basureros y un hogar para el desprotegido. Los que viven aquí se ganan la vida saqueando cosas que tiran los cybertronianos ricos. —Shockwave procedió con mucho tacto a sacar al destello de su pecho para poder alimentarlo.

Blitzwing le dio un tragó a su barril.

—¿Cómo es que sabes tanto?

Shockwave abrió con delicadeza el estómago del pequeño. Al haber entrado en estado de hibernación, la única manera de reanimarlo era suministrarle el energon directo en el estómago. Mientras hacia la delicada tarea, le contestó a su camarada.

Lo que me dejóDonde viven las historias. Descúbrelo ahora