Lo que me dejó

Amor incondicional

Blurr recorrió los pasillos de la base sin rumbo alguno. Entraba y salía de cada lugar como si estuviese buscando algo o alguien; sin embargo, dichas incógnitas eran solo de su mente y sobre su chispa misma. ¿Cómo es que su chispa se encontraba tan tranquila? No era normal...

Sus pensamientos fueron interrumpidos por una conversación ajena.

—¿En serio eso pasó?

—Sí.
—Pero ¿cómo?
—No lo sé, solo sé que Shockwave y Blitzwing se entregaron y ya.

Eso último casi hizo que su chispa se detuviera. ¿Él estaba ahí? ¿Por qué se entregó? ¿Tendría algo que ver con lo que pasó con su hijo? Necesitaba respuestas. Paró en seco en uno de los tantos pasillos que quizás estaba recorriendo por tercera o cuarta vez, sí quería respuestas, sabía quién podía dárselas.

Reanudó su camino, esta vez con un objetivo claro y con un paso rápido, mas no exagerado como él habituaba, hasta que lo encontró.

—Perceptor —llamó.

—Blurr, no esperaba verte por estas áreas —mintió, lo que había dicho Shockwave se estaba haciendo realidad.

—Supe que Shockwave está preso... Quisiera hablar con él.

Perceptor se quedó callado por unos instantes. Sus planes salieron bien, pero cuando salían muy muy muy bien, también le alteraban su balanza. Ya tenía Swiftshift para criarlo, el misterio sobre su hijo perdido también se había disipado, por lo que ya no tenía caso retener a su... nieto. De alguna manera, tenía que encontrar la forma de reintroducirlos, tratando de que esas antiguas y oscuras intenciones que tenía no se viesen obvias o sospechosas.

—Por ahora no se encuentra en condiciones —comentó Perceptor.

—Por favor —suplicó el corredor

Perceptor se quedó en silencio. De todos modos, si no le decía dónde estaba, nada impediría que Blurr lo buscase hasta encontrarlo.

—Está en la celda ocho, no hay llave —informó.

Blurr frunció el ceño.

—¿Sin llave?

Perceptor sólo asintió y se fue.

Blurr le siguió con la mirada y la cara incrédula, ahora se preguntaba en serio qué es lo que estaba sucediendo. Quizás eso tenía que ver con sus cambios repentinos de ánimo. No sabía si alegrarse u horrorizarse al darse cuenta de que la celda de Shockwave carecía de guardias, y que la celda se encontraba sin su barrera de energía habitual. Shockwave era su sparkmate, pero eso no lo hacía más manso con otros Autobots.

Entró a la habitación y contempló al Decepticon al frente de él, sentado en el suelo en posición de loto. Su mirada estaba fija al suelo y algo perdida.

—¿Shockwave? —preguntó Blurr al entrar.

Shockwave levantó la mirada. La ligera contracción de su óptico denotaba sorpresa, mas no dijo ni una palabra.

Blurr caminó hacia adelante hasta estar a escasos centímetros del otro, subiendo a su regazo. Ese no era el Shockwave que conocía, actuaba como un animal con el espíritu roto. ¿Qué cosa le habría pasado para dejarlo así? Para él, la respuesta era algo obvia: Su hijo se había ido, quizás el shock de su sparkmate era tan fuerte que ni Perceptor se molestó en poner seguridad. No obstante, eso contradecía su teoría. Ambos deberían sentirse igual de dolidos, pero él ya no se sentía así por lo sucedido, y eso tenía que significar algo; aunque, sin ayuda de Shockwave, era imposible saber con certeza.